viernes, 3 de noviembre de 2017

PRISIÓN PREVENTIVA PARA LOS GOLPISTAS



                        Es sorprendente que, acostumbrados a la aplicación de la “prisión preventiva” a presuntos delincuentes por delitos económicos o violentos, aplaudida por todos menos por los afectados y sus defensas, algunos se rasguen ahora las vestiduras ante la decisión de la juez Lamela de la Audiencia Nacional porque ha decidido enviar a prisión preventiva incondicional a Junqueras y siete ex consejeros del Govern de Cataluña por haber cometido presuntos delitos de extrema gravedad como el de rebelión, sedición, prevaricación o malversación de fondos públicos, algunos de ellos tipificados en el Código Penal con penas de prisión de hasta treinta años. En efecto, la juez de la Audiencia Nacional, ajustándose a los argumentos pertinentes, como en todas las anteriores ocasiones y casos, envía a prisión a estos presuntos delincuentes al creer que existe “riesgo de fuga” y “alta probabilidad” de que destruyan pruebas; y además encarcela asimismo al ex conseller Santi Vila, pero con opción de quedar en libertad bajo fianza de 50.000 euros, al considerar atenuante que decidiera bajarse del carro delictivo soberanista, dimitiendo de su cargo, justo antes de que se votara la declaración de independencia en el Parlament. La jueza, con toda la lógica del mundo, esgrime además que parte del Govern, con Puigdemont a la cabeza, ya han optado por fugarse, lo que podría servir de ejemplo y afianzar el supuesto “riesgo de fuga” (una de las razones fundamentales para dictar la prisión preventiva) de los que han comparecido; concluyendo su auto para avalar el presunto delito de rebelión en que los Mossos espiaron a la Guardia Civil y a la Policía Nacional el 1-O y que los acusados utilizaron a la gente para la “insurrección”. Por su parte, la Fiscalía, que había solicitado la citada prisión preventiva, pide la captura del fugado Puigdemont (y de los cuatro consellers que le acompañan en la fuga), quien, mientras Junqueras declaraba en la Audiencia, desayunaba tranquilamente con un amigo en un bar de Bruselas, abandonando indecentemente a los suyos y burlándose de la Justicia una vez más, cuestionando cínicamente anoche mismo las elecciones del 21-D por la “represión sin precedentes” y utilizando, una vez más, TV3 como si fuera su televisión particular. Por otro lado el Tribunal Supremo, donde comparecen para declarar Forcadell y cinco miembros de la Mesa del Parlament, decide aplazar una semana su declaración aceptando la petición de los encausados con el fin de prepararla mejor, aunque, obviamente, les impone entretanto vigilancia judicial para evitar su posible fuga. ¿Dónde está la supuesta irregularidad o parcialidad de la Justicia? ¿Qué parte del impecable auto judicial no se entiende o no se ajusta a la Ley? ¿Qué derechos fundamentales de los encausados se han atropellado? Salvo que alguien responda concretamente a tales preguntas, me temo que no cabe repuesta alguna y, en todo caso, por si quedara alguna duda, para ello existen los pertinentes recursos, que las defensas de los imputados ya están preparando, como sucede en todos los países regidos por un Estado de Derecho democrático.
            Pues bien, a pesar de todo lo anterior, es indecente y demagógica la reacción de algunos que, con toda razón y lógica, se hartaron de aplaudir prisiones preventivas incondicionales para casos de corrupción y de otro tipo de delitos violentos, mientras ahora ponen el grito en el cielo ante la normal actuación de la Justicia frente a estos presuntos delincuentes. En efecto, las organizaciones independentistas piden movilización en las calles, donde miles de personas protestan mientras la CUP llama a una “movilización masiva y continuada” y Ada Colau, para intentar pescar en río revuelto como es su costumbre, se pone al frente del separatismo (no sé qué hacen algunos partidos constitucionalistas apoyando a semejantes gobernantes) para “liberar a los presos”. En fin, aunque se denigre injustamente la separación de poderes en España, poniendo en duda la aplicación de la Justicia española, para algunos lo esencial es preparar la campaña electoral del 21-D que, sin duda se convertirá demagógicamente en la campaña de la amnistía, con una lista liderada por los “presos políticos”, categoría cínicamente otorgada a quienes son sencillamente presuntos delincuentes políticos; ya ven, siempore habrá gente que ingenuamente estará dispuesta a comprar la burra. Y mientras tanto, según el Banco de España, la crisis catalana puede costar casi 30.000 millones de euros a costa de todos los españoles, mientras el Senado de EEUU ya investiga la injerencia de Rusia en Cataluña y las grandes tecnológicas están siendo interrogadas por las maniobras para desestabilizar España y, por ende, la Unión Europea, en tanto que Junqueras, en su concepción visionaria y maniquea de las cosas, apela a que el 21-D los catalanes hagan “todo lo que esté a su alcance para que el bien derrote al mal en las urnas el 21-D” (el bien obviamente son los totalitarios independentistas y el mal todos los demás). Ya en la víspera de la comparecencia ante la Justicia en Madrid, los presuntos delincuentes fueron despedidos entre aplausos y abucheos (ya ven, el bien y el mal), generando tensión en la estación de Sants en la despedida de los miembros de la Mesa del Parlament por lo que los Mossos tuvieron que separar a los dos grupos de manifestantes, uno con esteladas y otro con banderas españolas, es decir, uno en contra de la Legalidad y otro a favor de ella. Y entre pitos y abucheos en las despedidas en Barcelona, las empresas, con toda la razón, alertan contra el boicoteo a los productos catalanes ya que, según la Cámara de Comercio, el daño aún no es grande pero puede serlo, y según Javier Vega de Seoane, Presidente del Círculo de Empresarios, “si ganan los independentistas el 21-D será un desastre”, pues ya la crisis catalana reduce a la mitad la creación de empleo y frena el PIB en 14.000 millones….y la superación definitiva de la crisis económica todavía sin culminar.
            En cuanto a otros asuntos, cabe destacar que Madrid facilita que colectivos “sin identidad jurídica” tenga ayudas locales, acusando a Carmena de conceder “una barra libre a los colectivos afines”; y que Ruiz-Gallardón niega vinculación alguna con la trama Lezo y afirma “ni he cobrado comisiones del Canal ni he pactado con González” (por cierto, como otros tantos presuntos delincuentes, en prisión preventiva sin fianza). Y en el exterior cabe citar que se ha hallado una estancia oculta miles de años después en la pirámide de Keops; que el líder de la guerrilla de Colombia será candidato presidencial; y que Trump quiere cambiar el modelo de visados tras el último atentado y no descarta enviar a Guantánamo a Sayfullo Saipov, de origen uzbeco y autor de la matanza de ocho personas por atropello.
            Y por lo que respecta al fútbol el Atlético de Madrid empata, 1-1, en casa con el modesto Qarabag y necesita un milagro para seguir en Chanmpions, el Barça se atasca, 0-0, en Grecia ante el Olympiacos, el Real Madrid sufre un descalabro en Wembley, 3-1, ante el Tottenham evidenciando su crisis, y el Sevilla gana en casa, 2-1, al Spartak Moscú.
Jorge Cremades Sena

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