Llegado
el día de la impresentable e insólita investidura telemática de Puigdemont,
llegada la hora de la farsa democrática, Torrent, el Presidente del Parlament y
perteneciente al bando de ERC, aunque mantiene la indecente candidatura del
prófugo ex president de la Generalitat, Puigdemont, decide aplazar
indefinidamente la esperpéntica investidura, generando con ello división,
bloqueo y tensión en el siniestro mundo totalitario independentista. Algo es
algo. En efecto, Torrent, que, para aplacar a los suyos, carga contra el
Tribunal Constitucional, se pliega a las indicaciones del mismo y, a diferencia
de lo que hizo su antecesora Forcadell, no se atreve a mantener la felonía
antidemocrática que le exige muy especialmente JxC y su mentor Puigdemont, en
sintonía total con las antisistema y revolucionarias CUP, evidenciando con
semejante decisión la soterrada división del totalitarismo soberanista,
especialmente en las filas de ERC y del PDeCat, genuinos representantes de la
izquierda y la derecha catalana, unidos cínicamente por el fracasado “procés”
que iniciara en su día Artur Mas, traicionando al tradicional nacionalismo
burgués catalán al pasarse al radical independentismo revolucionario. Algo es
algo, pues; aunque no todo lo que debiera ser. Unos quieren volver a la
normalidad democrática, para defender su proyecto nacionalista, y otros quieren
mantenerlo en las trincheras totalitarias transformado en independentismo
golpìsta; pero ninguno quiere hablarles con claridad y honestidad a los
catalanes y, por temor a perder apoyos electorales para mantenerse en el
chollo, todos prefieren venderles la entelequia de un maravilloso e idílico
proyecto de unidad, despojado de cualquier matiz ideológico en términos
políticos tradicionales, que les conducirá de forma angelical a esa Arcadia
feliz inexistente en términos de racionalidad. Pero claro, el desmantelamiento
del golpe de Estado tras la ilegal proclamación de independencia o, lo que es
lo mismo, el momentáneo triunfo del Estado de Derecho sobre el golpismo
totalitario, ha provocado que ahora, investigados todos ellos por la Justicia,
mientras unos han de defender desde la cárcel, o en libertad bajo fianza, tan
angelical “movimiento nacional” golpista de corte franquista, otros, huidos
como ratas, lo defiendan tomando cervezas desde Bruselas y viviendo de lujo en
la distancia, compartiendo fiestas con sus colegas flamencos de extrema
derecha; y, por si no fuera suficiente, encima les exigen a los que siguen aquí
que, como ellos, sigan delinquiendo e invistan telemática, ilegal, irracional e
indecentemente al jefe de la banda, Puigdemont, quien cobardemente se niega a
comparecer, como sus compañeros no fugados, ante los tribunales de Justicia
para dar cuenta de sus presuntos graves delitos. No en vano dicen desde ERC que
ahora “toca hacer política, no el ridículo”, mientras desde JxC, el movimiento
nacional de ribetes franquistas, les acusan de “traidores” porque Torrent acata
la Constitución, aunque sea a regañadientes y por lo que se le puede venir
encima, y aplaza el Pleno del Parlament para la investidura.
Algo
es algo, aunque al Estado de Derecho le queda casi todo por hacer si quiere
erradicar definitivamente este cáncer antidemocrático que le amenaza, sabiendo
que la única medicina adecuada para conseguirlo se llama aplicar con total
contundencia el Imperio de la Ley y que cada célula cancerígena apechugue con
las consecuencias. A las pruebas me remito. Torrent, mantuvo hasta el final el
nuevo choque institucional, mientras Puigdemont le arrastraba a la
desobediencia por parte del Parlament, exigiéndole que, como Presidente de la
Cámara, garantizase su ilegal investidura mientras los ex consejeros fugados
renunciaban a sus actas de diputados para asegurarse una impresentable mayoría
independentista parlamentaria pero antidemocrática (no por mayoría que sean o
que fueran dejan de ser ilegales y totalitarios si no acatan la Ley) y mientras
JxC le presionaba para una investidura, aunque sólo fuera simbólica, que les
permitiera hacer gala de la solidez de su maquiavélico proyecto secesionista
unilateral; pero ha bastado que Torrent, sin haber tenido las agallas de
afrontar un regreso a la democracia en toda regla, aplace el evento para
desatar todas las alarmas en el irracional independentismo, para que cientos de
manifestantes, partidarios de que Puigdemont sea investido, sí o sí, irrumpan
en el parque que rodea el edificio del Parlament con la intención de asaltarlo,
previa burla del cordón policial de los Mossos, quienes, si en la primera
barrera fueron condescendientes con los asaltantes, tuvieron que emplearse a
fondo y con cierta violencia cuando los violentos manifestantes habían accedido
sin apenas oposición al parque de la Ciutadella y ya estaban a las puertas del
Parlament con caretas de Puigdemont y decididos a acampar, aunque, al final, la
ANC ordenó la retirada del lugar. Es la consecuencia lógica de sacar a los
demonios de sus guaridas, lo que resulta fácil, pero tremendamente difícil
volver a encerrarlos. El cisma soberanista es una realidad por el mero hecho de
que algunos de sus valedores, en este caso Torrent, durante un ataque insólito
de cordura y de temor personal a las consecuencias, se haya atrevido a acatar
parte de las decisiones del Tribunal Constitucional, mientras Puigdemont, que
sólo se dejó ver en video en el día clave de su supuesta investidura, dice que
sólo él puede ser el candidato y forzará elecciones si no lo es, en tanto que,
en pleno intento de asedio del Parlament, sus partidarios gritaban “fascistas”
y “chusma” a Arrimadas y al resto de diputados de Ciudadanos y del PP que,
escoltados, abandonaban el edificio parlamentario. Entretanto, esta
esperpéntica situación de Cataluña frena ya el crecimiento económico de España
cuyo PIB aumenta en el último trimestre por debajo de lo previsto y, salvo que
se ataje urgentemente, aboca a la región catalana a la ruina política,
económica y social.
Ha
tenido que coincidir este lamentable episodio del golpismo secesionista, uno
más entre otros muchos, con el ejemplar comportamiento democrático de Felipe
VI, quien, durante la celebración de su cincuenta aniversario, ha impuesto a la
Princesa Leonor, heredera constitucionalmente de la Corona, el Toisón de Oro,
que perteneció a Don Juan, y no ha escatimado durante el evento en darle a su
hija una verdadera lección de democracia en su primer acto oficial como
Princesa de Asturias, diciéndole, entre otras cosas, “Leonor, te guiarás
permanentemente por la Constitución” y recordándole “las exigencias para ser
Princesa Heredera”, exigiéndole que sus acciones “deberán guiarse por la
dignidad y la ejemplaridad”. ¡Qué pena que muchos gobernantes y políticos
españoles no lleven como enseña de conducta semejantes mensajes de nuestro Jefe
de Estado!
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Feijóo cree inútil debatir ahora
sobre la sucesión de Rajoy; que el fiscal apela a la “doctrina Parot” para
levantar al PP del banquillo en el caso de los ordenadores de Bárcenas; que los
sindicatos y la Opel llegan a un acuerdo para seguir fabricando el Corsa en la
zaragozana factoría de Figueruelas; que Fiscalía denuncia que las comisiones
del 3% “dañaron gravemente” la economía nacional; que Podemos propone un
“impuestazo” a la clase media en sus Presupuestos “alternativos”; que el
Gobierno estudia ahora la jornada de 35 horas semanales para los funcionarios;
que los coches más viejos no podrán circular por Madrid con alta contaminación;
y que Neymar exige al Barça 30 millones y el club responde reclamándole 70….
¡la pela es la pela!, y eso que cuando lo ficharon, barato y casi regalado
según los dirigentes barcelonistas (luego se supo que mintieron), presumían que
Neymar era culé desde que nació.
Y
del exterior cabe destacar que la UE advierte a Trump del peligro de una guerra
comercial, pues Europa reaccionará si EEUU aplica políticas proteccionistas;
que se desata un escándalo porque las marcas de coches alemanas usaron humanos
en pruebas sobre sus emisiones y los efectos del diésel; que tres grandes
empresas norteamericanas crean su propio seguro médico; y que a India le faltan
más de 60 millones de mujeres, un catastrófico y preocupante desequilibrio
demográfico provocado, entre otras cosas, por la preferencia social por el
varón en el segundo país más poblado del Planeta, alertando los expertos que el
origen de semejante alteración puede estar en los abortos selectivos.
Jorge Cremades Sena
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