Carente
de claros liderazgos y de planes concretos, el secesionismo, dividido e inmerso
en el absurdo laberinto antidemocrático en que se ha metido, tiene ahora
difícil salida para afrontar el futuro a pesar de su victoria electoral (en
escaños, que no en votos), con la añadida incertidumbre además del papel
(incluso aritmético) que jugarán de inmediato algunos diputados electos que
andan fugados o encarcelados, así como del que en el futuro les espera a todos
aquellos que, actualmente en libertad provisional, andan inmersos en una
investigación judicial por gravísimos presuntos delitos (la Justicia ha abierto
ya casi cuarenta causas contra el totalitario “procés”, que afectan a antiguos
altos cargos del Govern, alcaldes, mossos y profesores, a quienes, entre otros,
se les imputa delitos de sedición, rebelión, malversación, desobediencia y
odio). Por todo ello, mientras Guardia Civil y Policía ponen punto final a la
“operación Copérnico” con la marcha de los tres barcos atracados en Barcelona y
cierran el despliegue de efectivos provocado por el esperpéntico 1-O, ERC y JxC
se enzarzan en una lógica disputa por la inminente e incierta investidura,
urgiendo los de Esquerra a Puigdemont que explique cómo piensa ser reelegido
(él considera que sigue siendo el legítimo president de una inexistente
república catalana) y le advierte de que su posible regreso a España “no es
sencillo”, en tanto que Junqueras opta por un mensaje de moderación para
intentar que el juez lo deje en libertad, pero, parece ser que, de momento, la
Sala del Supremo plantea mantenerle en prisión, pues los magistrados no prevén
admitir mañana mismo el recurso para que salga en libertad aunque el
exvicepresident puede pedir comparecer ante Llarena en los próximos días para
intentar estar en la constitución del nuevo Parlament. Por su parte, ante tan
rocambolesca situación política, el PP presiona a Ciudadanos para que pacte con
Podemos en Cataluña, Guindos cifra en 1.000 millones el coste del desafío
soberanista y hasta Urkullu, en su Mensaje de Fin de Año, alaba el diálogo y
relega la reivindicación nacionalista, por más que ANC y Omnium, con sus
líderes encarcelados, sigan erre que erre y quieran convertir la fiesta
infantil de la Cabalgata de Reyes en una reivindicación por sus presos
mostrando en TV3, siempre dispuesta a colaborar, un desfile en amarillo, el
color elegido para reivindicar la liberación de lo que los totalitarios
secesionistas llaman “presos políticos” cuando sólo son presuntos delincuentes
liberticidas, que, tras conseguir auparse en el poder gracias a las reglas de
juego democráticas las han prostituido vilmente para imponer desde el poder a
los ciudadanos, en este caso a los catalanes, su perversa voluntad totalitaria.
No es sencillo pues, como dice ERC, sólo el regreso de Puigdemont, sino la
vuelta a la normalidad democrática en Cataluña; los totalitarismos, una vez instalados,
siempre son difíciles de erradicar.
Entretanto,
según NCReport en su primera encuesta de este 2018 que acaba de nacer, el 58´6%
de los españoles cree que el desafío soberanista seguirá durante el año,
mientras el efecto Arrimadas impulsa a Ciudadanos como tercera fuerza política
en España, pues, en caso de elecciones generales conseguiría 25 escaños más en
el Congreso de los Diputados, afianzando su sorpasso a Podemos y acercándose al
PSOE, aunque Rajoy volvería a ganar las elecciones pero perdiendo tres puntos
desde el 26-J y sumaría mayoría absoluta con Rivera, mientras el PSOE no
lograría consolidarse como clara alternativa de izquierdas y, probablemente por
su indefinición nacional, no rentabiliza la caída de Iglesias que es quien sale
más perjudicado; los resultados serían: PP el 30% de votos y entre 124-127
escaños, PSOE 23´8% y 88-93, Ciudadanos 18´8% y 55-57, Podemos 16´1% y 49-55,
mientras que el resto de partidos obtendría el 6´5% de los votos y entre 23-25
escaños. Pero, en fin, sólo se trata de encuestas….y todavía queda mucho, en
principio, para pensar en los próximos comicios.
Pero
lo que sigue acaparando el interés mediático en estos primeros días de 2018 es
el “caso Diana Quer”, aparecida en un pozo maniatada y estrangulada, mientras
se está a la espera de lo que aporte la autopsia. Ante la confesión del
presunto asesino, apodado “El Chicle”, el juez ha decretado su prisión
incomunicada a la espera de lo que aporten los forenses para poder esclarecer
definitivamente los abominables hechos. “El Chicle”, que estaba a punto de
entrar en prisión por tráfico de drogas cuando secuestró y mató a Diana, puede
ser condenado a prisión permanente revisable si se confirma, aunque él lo
niega, que agredió sexualmente o violó a la joven, pues en principio ha dado
varias versiones de los hechos, hasta reconocer que intentó violarla y la
estranguló al resistirse ella a la agresión, y basar su coartada ahora en que
fue una muerte “accidental” por atropello y que ocultó el cuerpo por temor a no
ser creído debido a sus antecedentes delictivos, mientras los investigadores
subrayan su obsesión por el sexo y su violencia, no descartando que haya
actuado en otras ocasiones. Además, mientras se suceden manifestaciones de
repulsa contra el asesino confeso, su padre le considera incapaz de cometer
semejantes atrocidades mientras su madre lo califica de “monstruo”, en tanto se
conoce que la Guardia Civil ya sospechaba de él desde noviembre de 2016 y que
pensaban apresarlo el 15 de enero, pero que la detención se precipitó por el
intento de secuestro de otra mujer y tras una filtración sobre el caso a la
prensa. Y en medio de la lógica polémica en caliente sobre las andanzas en
libertad de semejantes individuos peligrosos con antecedentes penales, la
Guardia Civil denuncia trabas legales para resolver crímenes, alertando el Jefe
de la UCO de que la restricción europea sobre móviles dejará casos sin aclarar
y censurando la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que limita los
plazos para investigar, mientras elude cualquier autocrítica y pide
“autorregulación” a los medios de comunicación. ¿Caben en democracia medidas
más restrictivas con los derechos de presuntos delincuentes peligrosos con
antecedentes e indicios de criminalidad para evitar que ellos atropellen
sistemáticamente los más elementales derechos de los demás ciudadanos? Ese es
el dilema.
En
cuanto se refiere a otros asuntos cabe citar que las CCAA percibirán más dinero
que nunca este año ya que el sistema de financiación aportará 105.051 millones
por el tirón económico, unos 4.000 millones más que el pasado año; que el
Popular pidió ayuda al Banco de España dos meses antes de su debacle; que una
“drag queen” amenizará el espectáculo de la cabalgata de Reyes Magos de
Vallecas al autorizarlo la alcaldesa Carmena para el desfile oficial; que se
adelantan las rebajas con record de contrataciones ya que las grandes marcan
anticipan la campaña tras el fracaso del comercio en otoño; que Podemos cierra
la renovación de su cúpula territorial con menos mujeres; y que Lapuerta, el ex
tesorero del PP, llamaba a consejeros de Madrid para adjudicar obras, indicándoles
las empresas que “se habían portado muy bien con el partido”.
Y
en el exterior, mientras el régimen chino reafirma su marxismo como arma de
control social y mientras Seúl propone a Corea del Norte entablar negociaciones
de alto nivel, el régimen iraní trata de contener una creciente ola de
protestas contra el coste de la vida y la falta de libertades en tanto que el
líder supremo, Alí Jamenei, acusa de dichos disturbios, que ya han causado
decenas de muertos y un millar de detenciones, a los enemigos de Irán, tachando
como “enemigos de Irán” a los manifestantes, en un régimen teocrático que acusa
a “enemigos externos”, como EEUU e Israel, de provocar el caos mientras los
ayatolás reprimen con dureza esta “primavera iraní” y Jamenei amenaza con pena
de muerte a los iraníes que se manifiesten.
Jorge Cremades Sena
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