Los
líderes de los partidos están llegando a tan insoportables cotas de
incompetencia e incapacidad política que inevitablemente abocan a España a ir
de mal en peor, sin perspectivas de que tan grave asunto tenga visos de cambiar
de rumbo. Sus recíprocos empeños en ir ganando batallitas personales, provocan
que sus pírricas victorias nos lleven a todos los ciudadanos a la derrota
final, tal como se acaba de ver en el único debate televisado de los principales
cinco candidatos a presidentes del Gobierno en el que, a pocos días de ir a las
urnas, ni siquiera han sido capaces de despejar la incógnita de cómo piensan
acabar con el bloqueo político, provocado por ellos mismos, que nos ha llevado
a esta sobredosis electoral que sólo conduce a mayor decepción e incertidumbre
por parte de la ciudadanía. En efecto, en un debate de “todos contra todos”,
sin ningún claro vencedor, bajo la presión de romper el bloqueo, con los
sondeos muy abiertos y con Cataluña patas arriba, los candidatos han sido
incapaces de aclarar qué piensan hacer para darle la vuelta a esta insoportable
situación, ni con quiénes van a pactar en caso de que nadie consiga una
improbable mayoría absoluta, siendo sólo capaces de entender que si la
consiguen podrán gobernar sin problema alguno y, por ello, se limitan a
solicitarla en las urnas como única solución, frustrando las expectativas de la
mayoría de los ciudadanos y sólo contentando a las parroquias militantes o
clientelas con orejeras, quienes, pase lo que pase, siempre apostarán a piñón
fijo a la misma opción por inútil que sea. En fin, es lo que hay. Un debate de
bajo nivel en el que, como recogen los medios, Sánchez, endurece sus propuestas
frente al secesionismo catalán, pero es incapaz de aclarar si estará dispuesto o
no a gobernar con los votos de los independentistas y radicales; en el que
Casado evita un choque frontal con Abascal, mientras Rivera se enzarza con el
líder popular; en el que Iglesias hace guiños a Sánchez para un gobierno de
coalición sin conseguir acercamiento alguno; en el que ningún candidato logra
sobresalir de forma clara; en el que Sánchez propone ahora recuperar el delito
de referéndum ilegal, suprimido por su colega Zapatero, y reformar TV3; en el
que Sánchez manifiesta “pido aquí que se respete que gobierne la lista más
votada”, propuesta en su día por Rajoy cuando el PP tenía expectativas de ser
mayoritario y rechazada por el PSOE cuando las encuestas no le daban como
ganador; en el que Abascal arremete contra la inmigración ilegal y el Estado
autonómico, manifestando que “o hay autonomías o hay pensiones”, logrando
colocar sus mensajes entre los rifirrafes de Casado y Rivera; en el que Casado
pregunta a Sánchez “usted va a pactar con Torra, Junqueras y Otegi ¿sí o no?”,
sin obtener respuesta alguna; en el que Abascal manifiesta “lo primero que
haríamos es tomar el control de Cataluña”; en el que Rivera arremete contra los
grandes partidos aunque manifiesta “yo me comprometo a desbloquear el país para
hablar de reformas”; y en el que Iglesias, repitiendo moderación, emplaza media
docena de veces a Sánchez a formar un gobierno de coalición sin criticar a los
independentistas y añade “se equivoca, señor Sánchez, si busca usted la derecha
como aliada” tras reprochar el Presidente a Casado y Rivera que no le hubieran
permitido gobernar otorgándole una abstención gratuita, mientras Casado le
recordaba que él prefirió dejar el Congreso antes de abstenerse para que
gobernara Rajoy. Un debate en definitiva sin salidas que, salvo que los
españoles lo remediemos en las urnas, augura otra inútil legislatura sin
acuerdo alguno para sacar a España de la insoportable inestabilidad política e
institucional en que ellos nos han metido.
Y
es que todas las encuestas de las distintas empresas demoscópicas, tras el 10-N
presumen un empate técnico entre el bloque de izquierda (PSOE-UPodemos-Más
País) y el de derecha (PP-Ciudadanos-Vox), sin que ninguno llegue por sí mismo
a sumar mayoría absoluta y con ambos bloques, irreconciliables entre ellos y
con graves discrepancias internas entre los partidos que los conforman, al
extremo de que, salvo que se recurra al apoyo de los radicales secesionistas y
los nacionalistas, sólo sumaría una hipotética mayoría estable un más que
imprevisible acuerdo PSOE-PP (esto no es Alemania, por ejemplo), lo que, unido
a la manifiesta incapacidad de casi todos los líderes para conformar acuerdos
presagia un desolador panorama de inestabilidad política y desgobierno para la
nueva legislatura que se avecina. En efecto, según GAD3, los resultados serían:
PSOE 27´4% de votos y entre 120-123 escaños, PP 21´6% y 92-95, Vox 14´9% y 49,
UPodemos 11´2% y 28-31, Ciudadanos 8% y 15, y Más País 2´8% y 3; según
SigmaDos: PSOE 27´9% y 118-126, PP 20´3% y 89-97, UPodemos 13´5% y 35-40, Vox
13´2% y 39-44, Ciudadanos 8´9% y 16-19, y Más País 4% y 3-4; y, según NCReport:
PSOE 27´3% y 114-122, PP 22´7% y 99-107, Vox 12´2% y 37-39, UPodemos 12´1% y
32, Ciudadanos 8´8% y 15, y Más País 3´5% y 4. En caso de confirmarse la media
de dichas predicciones el PSOE de Sánchez no lograría ni superar los resultados
actuales de abril y sólo sumaría con otro “pacto Frankenstein” con
independentistas y populistas, mientras el PP de Casado, cada vez más cercano
al PSOE, se vería impedido a conformar mayoría de derecha por la debacle de
Ciudadanos y a pesar del ascenso de Vox, con lo que sólo un pacto PSOE-PP con
más de 200 diputados garantizaría la estabilidad gubernamental de nuestro país,
ya que Sánchez, si finalmente ganara las elecciones como dicen todos los
sondeos, pierde incluso la capacidad que tenía ahora de haber gobernado con
Ciudadanos a causa del bajón de los naranjas. Sólo la esperanza de que pueda
dar un vuelco en las urnas, en uno u otro sentido, ese 35% de indecisos que
vaticinan las encuestas puede remediar este callejón sin salida en que, por
méritos propios, nos han metido nuestros insignes líderes de los partidos. Sin
embargo, según NCReport, sólo un 1´8% cambió su voto en el debate en el que,
según la empresa demoscópica, Sánchez fue el perdedor y Casado el ganador,
aunque seguido muy de cerca por Iglesias, y el PP es el que más trasvase de
votantes habría recibido desde Ciudadanos y Vox. Pablo Iglesias, que mantiene
su órdago de coalición o nada, cree que si no hay pacto será el final de
Sánchez, y añade “me gustaría retirarme después de gobernar” y que “Vox es el
PP con dos carajillos”.
Entretanto
la violencia, una vez más, se apodera casi de forma impune de las calles de
Barcelona, atropellando derechos fundamentales de los ciudadanos; en esta
ocasión para protestar contra la presencia en la ciudad del Jefe de Estado con
motivo de la entrega de Premios Princesa de Girona, en los que Leonor se
estrenaba con un breve discurso en perfecto catalán manifestando “Cataluña
siempre estará en mi corazón”, mientras toda la zona estaba fuertemente
blindada frente a los energúmenos, quienes con escupitajos, empujones e
insultos a los invitados que intentaban entrar al acto, consiguiendo
impedírselo a algunos, quemaban fotos del Jefe del Estado puestas bocabajo,
banderas españolas y cualquier símbolo de españolidad que estuviera a su
alcance, sin que los mossos hicieran prácticamente nada para impedirlo, al
margen del fuerte dispositivo de seguridad policial de varios “círculos” para
aislar a la Familia Real de los radicales CDR, acostumbrados a ejercer la
violencia callejera a diestro y siniestro sin que les pase absolutamente nada….y
todo ello en presencia de ERC y JxCat, los partidos gobernantes en Cataluña.
Las protestas convocadas por CDR y Arran, redoblando su acoso al regreso del
Rey a Barcelona, contrastaban con el exquisito discurso del Monarca desde el
punto de vista de defensa de la democracia, manifestando, entre otras cosas,
que “en Cataluña no pueden tener cabida ni la violencia ni la intolerancia”
pues “no caben la violencia ni el desprecio a los derechos y a las libertades
de los demás” mientras renovaba su compromiso con la Cataluña “integradora,
constructiva y solidaria” frente al boicot de los radicales a su presencia en
Barcelona y reivindicaba “el gran proyecto democrático que nos unió a todos”;
es decir, el proyecto recogido en la Constitución, cuyo referéndum de
ratificación incluso fue más apoyado en Cataluña que en otras zonas de España. ¡Ya
ven qué ironías hemos de ver!.
Y
es que el secesionismo totalitario catalán ha llegado a tal depravación
democrática que coloca a España en el único Estado democrático en el que su
Jefe de Estado, en este caso Felipe VI, no pueda viajar con absoluta libertad a
algunos de los territorios de su país, teniendo que ser blindado de forma muy
excepcional frente a aquellos que están empeñados en cargarse la democracia e
instaurar el totalitarismo al margen de la ley. A tal extremo llega esta
aberración democrática que el Ministerio de Interior tendrá que blindar también
Cataluña con un fuerte despliegue policial el 10-N y en la jornada de reflexión
para que los ciudadanos puedan acudir con absoluta libertad a las urnas,
mientras la Generalitat (máxima representación del Estado en Cataluña y su
máxima autoridad en la zona) alienta las protestas del separatismo y se
compromete a “garantizar el derecho a la manifestación” y el “derecho a la
protesta” cuando se planea la ocupación de colegios electorales y otras barbaridades
por el estilo para dificultar o impedir ejercer el fundamental derecho de los
ciudadanos de ir a votar en plena libertad. Es paradójico e insultante que
quienes hacen bandera política (para su propia supervivencia) de la
reivindicación de derechos inexistentes, como el de “autodeterminación” (no
reconocido internacionalmente para casos como Cataluña), o de abstractos
principios que sin ser concretados no dicen nada, como el “derecho a decidir” o
el “derecho a votar”, quieran impedir el esencial derecho a votar en cualquier
Estado democrático según el ordenamiento jurídico del mismo y conforme a los
procedimientos establecidos democráticamente como sucede en las inminentes
elecciones generales del 10-N. Es tal la gravedad del asunto que incluso Sánchez,
como Presidente del Gobierno y por tanto obligado a garantizar el proceso
electoral con absoluta limpieza y libertad, teme perder las elecciones en la
jornada de reflexión, mientras la preocupación en Ferraz ante una nueva oleada
de violencia en Cataluña en vísperas de las elecciones o el mismo domingo es
más que evidente.
Y,
por si todo lo anterior fuera poco, el paro en octubre ya crece como en los
peores momentos de la pasada crisis (el desempleo sube en 98.000 personas, el
peor registro desde 2.012 y complica la campaña del PSOE, el partido que
gobierna) y gracias a que los 150.000 contratos temporales en Educación salvan
el dato de afiliación, mientras que cada jubilado “debe” ya 10.800 euros a la
Seguridad Social. Por su parte Sánchez ni sabe ni contesta a estos negativos
datos, ignorándolos por completo, mientras su partido, el PSOE, considera que
“no es alarmante” que el paro suba casi el doble que el año pasado……¡que se
estaría diciendo si fuesen otros los que gobernaran! En fin, ya ven, todo de
mal en peor….pero no se preocupen, que las cosas pueden empeorar todavía más.
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que, entre dudas de competencia,
Ibera se lanza a la compra de Air Europa con lo que IAG, su matriz, crea un gigante en el Atlántico y será líder
en Iberoamérica; que los hermanos Márquez ya son campeones del mundo, pues
Álex, de 23 años, lo consigue en Moto 2, días después de que Marc, de 26, lo
hiciera en Moto GP; y que el Gobierno podrá intervenir Internet por “el orden
público” y Economía actuará sin audiencia previa cuando existan “amenazas
inmediatas”.
Y
del exterior, destacar que Arabia Saudí saca a Bolsa su gigantesca compañía
petrolera, con lo que Aramco superará a las tecnológicas como la mayor empresa cotizada;
que los fieles a Bashar Asad celebran su vuelta al norte de Siria; que España
se alía con el este y sur de la UE contra los recortes en el Presupuesto; que
una inmensa nube de aire tóxico desata la emergencia en Delhi; que disidentes
de las FARC llevan a cabo una matanza de indígenas para controlar el
narcotráfico; que el presidente electo argentino sella en Méjico la nueva
alianza de la izquierda; y que el asesinato a manos de un grupo armado de seis
niños y tres mujeres con doble nacionalidad conmociona a Méjico, abriendo otro
frente con EEUU pues las víctimas eran mormones, se trata del activista
mejicano LeBarón, tres mujeres y sus seis hijos….por su parte Trump ofrece
ayuda militar.
Jorge Cremades Sena
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