El
primer objetivo de un demócrata, al margen de la ideología política democrática
que tenga, es, y debe ser, tener bien claro que la democracia no es negociable,
que no se negocia, que, simplemente, se ejerce con todas las consecuencias y
que, muy especialmente, ha de ejercerse desde las instituciones democráticas
establecidas que tienen el deber de garantizarla, pues para eso cuentan con los
mecanismos legales y coercitivos necesarios, que, a tal efecto, el pueblo
soberano ha puesto en sus manos. Por ello el principal deber de cualquier
gobernante en democracia es y ha de ser el escrupuloso respeto y acatamiento al
ordenamiento jurídico e institucional establecido y, obviamente, con arreglo a
las competencias que cada uno tenga encomendadas, la aplicación estricta de la
legalidad vigente en su ámbito de poder, que es consustancial con el Estado de
Derecho. En caso contrario ya no está en juego, siendo muy importante, la
formación de un gobierno de un determinado color político u otro, sino que lo
que nos jugamos es la propia democracia y ante semejante peligro ni caben
componendas coyunturales, ni legítimos intereses, ni equidistancias calculadas
para conseguirlos; cuando un gobernante o su partido político, del ámbito
territorial que sea, no ejerce la democracia y actúa contra ella desde el poder
que la propia democracia le ha otorgado es pura traición y, por tanto, sólo
cabe su aislamiento político y su inmediata puesta a disposición de los
tribunales de justicia. En democracia caben todas las propuestas políticas, por
descabelladas que sean y por el desprecio moral que merezcan, siempre que se
formulen como objetivo lícito para hacerlas mayoritarias y que el pueblo
soberano las haga suyas para, democráticamente, incluso poder cambiar la propia
Constitución con los mecanismos establecidos, ¡faltaría más!, pero no cabe que
quienes gobiernan las distintas instituciones del Estado, actuando al margen de
sus competencias y contra el ordenamiento jurídico vigente, pretendan imponer su
proyecto de forma totalitaria por atajos antidemocráticos. Así pues, es
preocupante, aunque lícito y legítimo, propuestas radicales extremas de
cualquier signo o color político, por muy indeseables que sean y por mucho
rechazo que merezcan, pero es intolerable, ilícito e ilegítimo que pretendan
imponerse contra el ordenamiento jurídico-institucional establecido, y es
totalmente inadmisible, sin miramiento alguno, si se actúa en tal dirección
desde la propia gobernanza de las instituciones del ámbito territorial que sea
y al margen de las competencias que cada uno tenga encomendadas (nadie tiene la
encomienda de dar un golpe de Estado o gobernar al margen de la ley),
mereciendo entonces, además del reproche jurídico y legal, el repudio político
desde todo el ámbito democrático sin paliativos que valgan. Por todo ello es
peligroso e irresponsable que las legítimas aspiraciones de Pedro Sánchez de
presidir ese pretendido gobierno, que llama “progresista” (a la vista está que
no es lo que han decidido mayoritariamente los españoles y sí un gobierno
claramente moderado y constitucionalista), se sustenten en alianzas y apoyos de
partidos políticos que, apostando por un inexistente derecho de
“autodeterminación” y por la unilateral secesión territorial, ya han celebrado
un ilegal “referéndum” para imponerlo; que tienen a sus cúpulas condenadas,
encarceladas e inhabilitadas por graves delitos contra el Estado y les
consideran “presos políticos” cuando son políticos presos por los delitos
cometidos, es decir, delincuentes; y que, en vez de renunciar públicamente, no
ya a su proyecto, que no tienen por qué hacerlo, se jactan y reafirman en su totalitario
modo de proceder para imponerlo, diciendo que lo volverán a hacer, mientras
miran para otro lado e incluso alientan la violencia callejera de sus
seguidores más radicales.
En
efecto, es inadmisible que ERC aliente la protesta en Cataluña horas antes de
negociar la investidura de Sánchez, al extremo de que los cortes de carreteras
y las algaradas son moneda de cambio en vísperas y durante el inicio de
conversaciones al efecto entre Lastra y Rufián, cuando nada debiera dialogarse
y menos negociarse salvo que haya un previo anuncio público de los
secesionistas renunciando a cualquier actuación que no se ajuste
escrupulosamente al ordenamiento jurídico establecido. Pero el PSOE de Sánchez,
que excluye de su ronda de contactos a Vox y EHBildu, aunque éste se le hace
casi imprescindible con la pérdida de un escaño del PNV a favor del PP en el
recuento, y que, hasta ahora pasa claramente de cualquier aproximación al PP y
Ciudadanos para encontrar una solución netamente “constitucionalista”, apuesta
decididamente por el “gobierno de coalición” que le exige UPodemos, partido que
no duda en considerar “presos políticos” a los líderes secesionistas condenados
y apuesta por un “referéndum” en Cataluña para que los catalanes, hurtando la
soberanía de todo el pueblo español, decidan su propio destino. Así las cosas,
mientras Pablo Iglesias se siente reforzado tras haber doblegado la voluntad
inicial de Sánchez para que acepte su pretendido “gobierno de coalición”
(aunque la suma de escaños sea insuficiente y requiera 21 diputados más para
garantizarlo), Pere Aragonés de ERC y Vicepresidente de la Generalitat, se
permite pedir a los secesionistas radicales que “no aflojen” y a la vez le
exige a Sánchez una mesa de negociación bilateral, tú a tú y de igual a igual
(como si Gobierno de España y Generalitat tuvieran idéntico rango de Estados
independientes), sin ningún tipo de condiciones previas, en tanto que el hombre
fuerte de Iglesias en Cataluña, Asens, prepara una visita a la cárcel de
Lledoners para negociar allí la investidura de Sánchez con el condenado
Junqueras, y Rufián, lugarteniente de éste, insiste en convocar una mesa de
partidos tras reunirse con la portavoz del PSOE. Y es que ERC reclama a Sánchez
una fórmula para fijar el diálogo, ya fracasado en su momento, y quiere que
antes de la investidura se firme un documento con las garantías de que dicho
mecanismo se llevará a cabo, mientras Sánchez avisa a los republicanos
catalanes de que sólo con PSOE y UPodemos habrá dicho diálogo. Por su parte el
ex presidente socialista Felipe González alerta: “no pasaré por un acuerdo que
rompa las reglas de convivencia”, mientras el ex presidente popular José María
Aznar asegura que el fracasado gobierno “Frankenstein, comparado con lo que
viene, era armonía”. No es para menos pues en democracia el diálogo y la
negociación para temas de Estado, como es el caso, se ha de dar y establecerse
en las instituciones democráticas con luz y taquígrafos y no en mesas de
partidos con agendas y exigencias intolerables democráticamente, incluidos los
observadores que ya pretendieron imponer los hoy delincuentes secesionistas, a
quienes, en vez de aislarlos, se les sigue teniendo en cuenta y pidiendo ayuda
para la gobernabilidad del Estado que pretenden destruir.
Y
mientras ERC y Bildu ponen precio a su voto decisivo, el popular Feijóo lidera
al PP pidiendo un pacto de Estado con Sánchez, a pesar de que Casado zanjara el
asunto al verse liberado tras el precipitado pacto de Sánchez con UPodemos,
pero un sector del partido aboga por mantener la presión sobre el PSOE para un
acuerdo con condiciones que evite la perniciosa coalición con Iglesias y el
soberanismo, siempre que Sánchez rompa con los “comunistas” de Iglesias,
concediéndole una “abstención patriótica” para facilitar su investidura, aunque
sostienen que “para empezar, que coja el teléfono”. Sin embargo Sánchez
descarta esta posibilidad y en el dilema, al no tener mayoría suficiente, de
depender de PP-Ciudadanos o de UPodemos-ERC-etc,etc, opta por la segunda opción
y desprecia la primera, tentando a los secesionistas con el manido “diálogo” ya
fracasado. Es la apuesta de Sánchez, descartada antes de las elecciones por él
mismo, mientras los bancos pierden 6.000 millones en sólo dos días, y un
escenario de guerra se dibujaba en la AP-7 a la altura de Salt, donde los
secesionistas trataban de hacerse fuertes con barricadas y fuego, ante un gran
dispositivo policial integrado por docenas de furgonetas de los antidisturbios
de los Mossos y la Policía Nacional, quienes, finalmente, lograban desalojar a
los violentos manifestantes. Además se conoce que institutos catalanes
preguntan a sus alumnos si son independentistas o no; y se descubre que un
colaborador de Puigdemont ideó un dispositivo de tipo militar para blindar la
inexistente “república”, según la agenda incautada a Tarradellas que incluía
planes estratégicos de seguridad. Y en medio de esta coyuntura impresentable el
Premio Cervantes se otorga a Joan Margarit, reconociendo su poesía en catalán y
en castellano, quien manifiesta “no voy a renunciar a las dos lenguas, digan lo
que digan los políticos” y “a mis ochenta años no me interesa hablar de la
independencia”…..¡menos mal que alguien pone algo de sensatez!.
Entretanto,
por si ya no tuviéramos suficiente conflicto, la ministra Celáa desencadena
otra polémica amenazando a la escuela concertada al afirmar que el derecho de
los padres a elegir centro educativo no “emana” de la Constitución, negando así
el derecho constitucional de las familias a elegir colegio e ignorando las
sentencias que protegen este tipo de enseñanza (entre ellas, al menos, tres
resoluciones del TC), y provocando que progenitores y patronal ya preparen
medidas “ante el ataque a la libertad de las familias”, al extremo de que la
ministra se ha visto forzada a matizar este globo sonda diciendo que “las
familias no tienen nada que temer”, aunque los padres católicos creen que “PSOE
y Podemos tienen una hoja de ruta para dinamitar esta enseñanza”. ¿Será una de
las propuestas estrella del nuevo gobierno de coalición? Por su parte la OCDE
detecta un posible fraude en el informe PISA en España, destapando “anomalías”
en las pruebas de lectura españolas….un escándalo educativo impresentable.
Mientras tanto, el Rey Felipe en Cuba apoyaba la defensa de los empresarios
frente al acoso de EEUU y defendía la democracia ante la cúpula de la dictadura
cubana en su histórico viaje a La Habana, al extremo de que el régimen
solicitara y forzara, tras escuchar su alegato a favor de los derechos humanos
(“es en democracia como mejor se defienden los derechos humanos” declaró), un
improvisado encuentro con Raúl Castro, el ex mandatario cubano, mientras
Borrell reconocía que el viaje del Monarca “no habrá hecho ninguna gracia” a
EEUU.
Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que un
millón de votos de Ciudadanos se fueron a la abstención; que el temporal de
lluvia, nieve y vientos se ceba con el norte de España; que en el juicio por el
“crimen de los tirantes” el acusado Lanza evita la condena por asesinato pese a
que agredió por odio; que Anticorrupción pide imputar a Francisco González por
el espionaje de Villarejo para el BBVA, al filtrar bajo amenazas datos confidenciales
de clientes a policías; que TVE renuncia a la Supercopa de Fútbol para evitar
“blanquear” el régimen saudí y no pujará por los derechos; que el Gobierno
retirará las concertinas este mes; que Jorge Lorenzo se retira del motociclismo
con 32 años y cinco títulos mundiales; que Garzón, en principio, se queda fuera
de los ministrables podemitas; que Ignacio Aguado, vicepresidente de la
Comunidad de Madrid, manifiesta que “Inés Arrimadas es la persona más preparada
para dirigir Ciudadanos” mientras ella reúne los apoyos para liderar el partido
naranja, que evita, gracias al ahorro de 12 millones, despidos y cambios de
sede, aunque pierde 3´5 millones de ayudas tras su descalabro electoral; y que
el Gobierno, siguiendo la estela de sus antecesores, agota la hucha de las
pensiones para pagar la extra de Navidad a los pensionistas, con lo que el
fondo de las pensiones quedará casi vacío con 1.400 millones frente a los
67.000 que tenía en 2011…. y además el Gobierno aprueba, vía decreto, una
inyección adicional de 600 millones para afrontar el cierre de año.
Y del exterior, destacar que la marea, el clima y la
desidia inundan Venecia, poniendo en grave peligro su patrimonio cultural en su
peor inundación desde 1966, al extremo de que su alcalde, Luigi Brugnaro, avisa
de que “la situación en Venecia es límite, debemos ayudarla unidos”; que el
fuego y la furia contra símbolos del poder se apodera de Chile, con rascacielos
e iglesias como objetivos de las salvajes protestas, por lo que se someterá a
plebiscito la Constitución de Pinochet tras tres días de extrema violencia; y
que un demoledor informe contra Trump inaugura el inicio del “impeachment”,
acusando al Presidente de crear una diplomacia paralela para ser reelegido, al
extremo de preguntar a sus embajadores si surtía efecto su presión a Kiev para
investigar a Biden, mientras Trump acosa ahora a la ex embajadora
estadounidense en Ucrania, Marie Yovanovitch, poco antes de declarar ante el
Congreso sentirse intimidada por la Casa Blanca.
Jorge Cremades Sena
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