La
tercera ola de contagios del coronavirus se desboca en plena bronca entre
Gobierno y CCAA sobre las medidas a tomar para intentar atajar la pandemia; las
comunidades reclaman margen para adelantar la hora del toque de queda, algunas
ya lo imponen por su cuenta y con la incertidumbre de si es legal o no, y el
Gobierno se plantea facilitar el cambio si se adopta por consenso. Entretanto
las hospitalizaciones y las muertes se disparan, con 455 fallecidos y 84.287
nuevos contagios (el peor dato tras un fin de semana), en pleno cerco de las
CCAA al estado de alarma de Sánchez, que recurre el adelanto del toque de queda
en Castilla y León, mientras la presión de los barones obliga a Illa a exigir
al menos ese imposible consenso regional para modificarlo, mientras varias
autonomías se van sumando a la iniciativa castellano-leonesa. En definitiva, un
SOS autonómico en el sentido de que “hay que confinar antes de una semana”, al
margen del adelanto del toque de queda, pues presidentes autonómicos, tanto del
PP como del PSOE y de otras formaciones políticas, piden urgentemente al
Gobierno endurecer las medidas, pero Sánchez descarta ir al Congreso para
modificar el estado de alarma que lo permita. Así las cosas, sigue el desmadre,
pues hasta quince CCAA piden a Illa adelantar el toque de queda o poder
confinar, mientras los sanitarios de hospitales están ya al límite “agotados,
desgastados, aburridos y enfadados” con una alarmante tasa de contagios y
hospitalizaciones “in crescendo” que sitúan a España en un nuevo record de
incidencia en la pandemia de 714´21 contagiados por cada 100.000 habitantes. Sin
embargo, insólitamente, Sanidad rechaza el adelanto del toque de queda que
formalmente reclaman finalmente nueve autonomías, mientras la mayoría de
consejeros avisan, “Ministro Illa, cuanto más tarde más muertos habrá”, y urgen
al Gobierno a mejorar sus competencias frente al virus, quejándose de que “no
podemos hacer más con lo que tenemos” y lamentando que Illa, el ministro y
candidato a Presidente de Catalunya, imponga la inacción a las CCAA pese al
pico alarmante del covid y no les dote de una cobertura legal, diáfana y
precisa, que les permita, ya que él no las toma, imponer en sus respectivos
territorios aquellas medidas que consideren oportunas para frenar esta locura
de contagios, muerte y ruina que nos invade peligrosamente. Entretanto prosigue
la campaña de vacunación, mientras Sanidad y las CCAA ultiman un plan (veremos
a ver en qué queda) para inmunizar en los centros de salud por grupos de edad a
partir de los setenta años con el objetivo de que a partir de marzo más de seis
millones de mayores queden vacunados. Una campaña de vacunación que
lamentablemente queda algo empañada por determinados comportamientos de algunos
gobernantes en distintos ámbitos
territoriales (consejeros autonómicos, alcaldes, directores de centros
sanitarios, etc) que descaradamente deciden vacunarse sin guardar el turno que
marca el protocolo de vacunación, como, entre otros, el Consejero de Sanidad de
Murcia que tras colarse en la vacunación se ha visto obligado a dimitir, al
parecer, presionado por el Presidente murciano, ejemplo que, al menos, debieran
seguir aquellos otros personajes que indecentemente han obrado como el
consejero murciano. Por lo demás, en el tema sanitario, cabe citar que el
hospital Isabel Zendal de Madrid, que iba a estar vacío, ya ha tenido que
atender a 801 pacientes, mientras seis CCAA ya superan el 40% de ocupación de
las UCIs y, como pueden y les dejan, van endureciendo las restricciones, aunque
Ayuso, que suele ir por su cuenta, se desmarque de la unidad del PP para el
toque de queda, cuya ampliación horaria enfría el Gobierno, cuando,
curiosamente, se conoce el dato de que nuestros diputados gastaron más en taxis
en 2020 pese a no tener que acudir al Congreso con normalidad a causa de la pandemia.
Y, a causa de la pandemia precisamente, Moncloa anticipa “seis meses muy duros
para la economía”, asumiendo el Gobierno el empeoramiento de sus propias
previsiones y descartando que España “vuelva a ser una potencia turística” a
medio plazo, mientras la “movilidad del virus” desborda su estrategia sanitaria
y en la Comunidad Valenciana se desata la agonía tras el cerrojazo de la
hostelería, siendo el clamor generalizado: “un año sin trabajar, ni sé qué
vamos a hacer”. En fin, un descalabro laboral sin precedentes que obliga a
Garamendi a vencer el recelo de la CEOE a los ERTEs, para cuya gestión el
Ministerio de Trabajo contrató personal no especializado, y así nos va, pues la
mayoría procedía de la Bolsa de Empleo y tenían experiencia mínima.
Ruina
sanitaria, económica, social y laboral que no impide a Podemos, cogobernante
con el PSOE, abrir más brechas internas en el Gobierno, planteando ahora la
expropiación de pisos vacíos, mientras los sindicatos cierran 18 meses de apoyo
incondicional a Sánchez y anuncian movilizaciones. Y mientras Iglesias se jacta
de haber obligado al ministro Escrivá a rectificar el cálculo de las pensiones
que envió a la UE (ya se sabe que el objetivo es que en este gobierno de
coalición están los buenos, que son los podemitas, y los malos, que son los
socialistas), un plan de reformas que difumina el nuevo cálculo de la pensión,
se genera un malestar más que justificado en el PSOE con el vicepresidente
Iglesias por defender a Puigdemont, a quien tiene la desfachatez de comparar
con el exilio republicano tras la Guerra Civil Española, sin entender que los
exiliados huían de un régimen dictatorial y eran perseguidos por defender la
libertad y la democracia, mientras el Ex President de Catalunya, el totalitario
Puigdemont, es un prófugo de la Justicia de un país democrático, España, que es
investigado no por sus ideas sino por haber cometido presuntos graves delitos,
como sus compañeros ya condenados y encarcelados. El cinismo y la demagogia de
Iglesias es de tal magnitud que, por el bien de la democracia y de la gobernabilidad
en España, debiera ser repudiado por el Presidente del Gobierno sin lugar a
dudas…..o ¿es que para esto no cabe memoria histórica? No en vano, la reacción
a las indecentes palabras de Pablo Iglesias de los hijos y nietos de aquellos
exiliados perseguidos no se han hecho esperar e, irritados y ofendidos por el
Vicepresidente del Gobierno al equiparar a sus mayores con el prófugo
Puigdemont, sostienen que “es una barbaridad que banaliza la Historia”, pues
“mi abuelo llegó a América como el que sale de Marruecos en una patera” o, como
aclara Jesús Turmo, hijo de un exiliado republicano, que califica de “infamia”
la comparación de Iglesias: “mi padre estuvo en un campo de concentración por
defender la ley; Puigdemont se fugó por vulnerarla”. Más claro, el agua, por
más que Sánchez sea incapaz, por mero interés personal, de impedir semejantes
declaraciones y comportamientos indeseables de su Vicepresidente, cuya ruindad
no tiene límites.
En
tales condiciones el Gobierno, por fin, declara la zona catastrófica, pedida
inicialmente por Madrid, en ocho CCAA por el temporal, siendo los territorios
afectados en Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Asturias,
Aragón, La Rioja y Navarra, aunque en el caso de Madrid ve “desviada” la
valoración de daños que hace Almeida. Un Gobierno, cuyo presidente, en vez de
poner orden y concierto con su Vicepresidente Iglesias, purga, aprovechando el
silencio cómplice de éste, el Consejo de Transparencia para impedir que se le
siga investigando, pues, en efecto, el responsable del organismo, nombrado por
Moncloa, desmantela la cúpula del CTBG y, curiosamente, su primera decisión es zanjar el caso de los
amigos que acompañan a Sánchez en sus vacaciones…..obviamente gratis y a costa
del erario público.
Y
por si no fuera suficiente todo lo anterior, la cita electoral de Cataluña se
sume en un enredo judicial morrocotudo, pues el TSJC deja en suspenso el
decreto que aplazó los comicios y obliga por tanto, de momento, a seguir con
los preparativos electorales para febrero, cuando estaban previstos, con lo que
la estrategia electoral del secesionismo queda suspendida. El Tribunal acepta
el recurso de un exmosso y devuelve cautelarmente las elecciones al 14 de
febrero, mientras ERC, que apoya a Sánchez, y Junts acusan a los jueces de
llevar a cabo “un 155 encubierto” y no atender a la crisis sanitaria. El enredo
pues, está servido de nuevo, cuando la realidad es que, al margen de la
conveniencia o no de celebrar comicios en pleno auge de la pandemia, la chapuza
del retraso electoral a mayo como quería el Govern, por intereses electorales,
choca con el interés del PSC por celebrarlos lo antes posible, dado que, según sondeos,
el “efecto Illa” funciona, pronosticando una derrota de los soberanistas y un
triunfo de los socialistas al tirar de Ciudadanos y PP con lo que auparía el
constitucionalismo en el Parlament Catalá. ¿En qué quedará finalmente este
escabroso asunto?
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Urdangarín obtiene el tercer
grado penitenciario tras cumplir dos años y siete meses en prisión; que 87
inmigrantes superan la valla de Melilla con un salto accidentado sobre los
obstáculos levantados por Marruecos y España, sufriendo nueve de ellos heridas
y lesiones; que una profesora confiesa que falsificó el acta del máster de
Cifuentes; y que en el centro de Madrid se produce una explosión causando cuatro
muertos y una decena de heridos, cuando en un centro parroquial un feligrés,
electricista, que falleció, manipulaba la caldera de gas intentando arreglarla
y la explosión hizo saltar por los aires el citado edificio de seis plantas en
un barrio populoso, junto a un colegio y una residencia de ancianos, que
milagrosamente no se vieron seriamente afectados…… es lo que le faltaba a un
Madrid todavía casi colapsado por los efectos del temporal Filomena.
Y
del exterior, destacar que Bruselas alerta del fin de las subidas de los
salarios por la pandemia; que el opositor ruso, Navalni, nada más llegar a su
país es juzgado de forma improvisada en plena comisaría, un juicio-farsa sin
lugar a dudas; que Fiscalía recaba de la Comunidad de Madrid regularización de
Juan Carlos I; que el fiscal pide imputar a un alto cargo de Zapatero por el
desvío de 30 millones a UGT; que Ferraz anuncia congresos para renovar y señala
a Susana Díaz la “vía Iceta” en Andalucía; que Conte salva su gobierno en
Italia pero se queda en minoría; y que el Director de Gestión de Desastres en
Israel explica el éxito de la campaña de inmunización del Gobierno judío
manifestando que “el secreto de Israel es que la sanidad pública y privada
vacunan bajo el mando único del ministerio” y que el éxito se debe a vacunar 24
horas al día y no desaprovechar ninguna dosis para llegar a las 250.000
diarias. Pero, sin duda, la noticia está en EEUU, con un Washington blindado
para la jura de Biden, quien en el acto de juramento del cargo y pertinente
relevo de Trump, que indecentemente no asiste al mismo, manifiesta en su
discurso que “la democracia ha ganado” y promete volver unir al país tras el
desgarro de los cuatro años de gestión populista de su predecesor, pidiendo “reconciliación
y empezar de cero” en su jura como el 46º presidente estadounidense, ya que “hay
mucho que sanar en EEUU”, para lo que apela a la verdad y llama a “acabar con
esta guerra incivil”, mientras su flamante Vicepresidenta, Kamala Harris, asume
el cargo con un gesto hacia las “mujeres que vinieron antes” (ella es la primera
vicepresidenta en toda la Historia de EEUU); entretanto Trump, que, antes de
irse, indultaba a 143 personas, entre ellas a su asesor Bannon, se marchaba a
Florida e insinuaba su regreso a la política “de un modo u otro” con un “volveré”,
prometiendo a sus seguidores “regresar” pese al “impeachment”, mientras dejaba
a Pence, su vicepresidente, la tarea del relevo presidencial cuando debiera ser
él quien lo protagonizara, detalle que valoró Biden agradeciendo a Pence su
comportamiento democrático mientras se estrenaba como Presidente de EEUU con
diecisiete órdenes, con la pandemia y la inmigración, entre otras, como
prioridades. Fdo.
Jorge Cremades Sena
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