domingo, 21 de noviembre de 2021

INASUMIBLE SUBIDA DE COSTES

 

                    El desbocado incremento del IPC está provocando un preocupante malestar social, casi generalizado, al extremo de que los costes cada vez son más inasumibles para las empresas y los distintos sectores económicos, que no pueden sobrevivir con tan desorbitados costes de producción, y para las familias, que cada vez ven más difícil llegar a final de mes por los desorbitados precios de la cesta de la compra, un encarecimiento del precio de los productos básicos que no se corresponde con el incremento de ingresos, por lo que la pérdida de poder adquisitivo cada vez se hace más preocupante. A ello cabe añadir el desorbitado precio de la energía y el caos eléctrico, que, tras cinco meses sin factura, llega a provocar que muchos autónomos y particulares tengan luego que afrontar de golpe el pago de hasta 2.000 euros acumulados que, obviamente, no han podido ir reservando por su precaria situación económica, un asunto, que la CNMV está investigando, del que las eléctricas culpan al Gobierno por los cambios introducidos para salir del paso como sea. El Gobierno, que avala también los peajes de acceso a las ciudades, soliviantando al sector del transporte de mercancías, ya bastante afectado, como los demás, por los costes inasumibles que tiene que afrontar, se muestra incapaz de frenar este creciente malestar social generalizado contra Sánchez, especialmente en el campo, el gran olvidado, pues agricultores y ganaderos no aguantan más y anuncian que volverán a movilizarse en calles y carreteras con sus tractores y máquinas agrícolas para reivindicar precios justos ante la “inasumible” subida de costes, que les arruina definitivamente y que se ven frustrados tras intentar reunirse con el Ministerio y no obtener respuesta alguna, por lo que convocan paros y una gran manifestación de cara a la Navidad, mientras alertan del riesgo de desabastecimiento, pues los tributos verdes, que lideran las subidas con un 20% en un año, se ceban con ellos y ya están hartos de seguir trabajando para perder dinero. Entretanto, la “España vaciada” reta a la política y, animada por la experiencia de “Teruel Existe”, que pactó con el PSOE tras absorber el voto de Ciudadanos y de la izquierda descontenta, prepara un conglomerado de plataformas para concurrir a las próximas elecciones, una plataforma con presencia en 25 provincias que copia el modelo de Teruel Existe y que atomizará más aun el Congreso de los Diputados, aunque, de seguir la estrategia de éste grupúsculo político turolense, podrían convertirse en socios de Sánchez favoreciendo su permanencia en La Moncloa, junto a las confluencias que conforman el conglomerado UPodemos, cogobernante con el sanchismo, y la que intenta montar la Vicepresidenta Díaz. De ser así, al Ejecutivo de Sánchez no le viene nada mal este caótico malestar social pues lo que electoralmente se pierda por un lado se recupera por otro, y, por tanto no pasa nada con que, mientras tanto, permanezca el ruido y la confusión, mientras Bruselas salva “in extremis” el rescate de unas 50 empresas en España (¡menos mal!) al prorrogar seis meses la regulación de las ayudas por la pandemia, y por su parte Sánchez Llibre, Presidente de Foment del Treball y Vicepresidente de CEOE, dice que “Trabajo debe revisar la ideología y rigidez de sus propuestas”, que “Ayuso no hace dumping fiscal, usa instrumentos de las CCAA para impulsar la actividad”, que “la mesa bilateral va en la dirección del entendimiento y la valoramos positivamente” y que “con los fondos pedimos más transparencia, agilidad y concreción”. En definitiva, menos decisiones demagógicas cargadas de estigmas ideológicos y más decisiones cargadas de realismo encaminadas a resolver los problemas reales que sufren los ciudadanos.

          Y es que a este malestar generalizado, que lleva a varios sectores (metal, transportistas, agricultores y ganaderos….) a una inevitable manifestación y protesta social contra Sánchez, se suma más malestar todavía por otras leyes y decisiones adoptadas por el Gobierno con marcado carácter político-demagógico que adoptan por la mínima y sin consensuar ni siquiera a nivel interno gubernamental entre el sector socialista y el comunista del mismo, como, por ejemplo, las polémicas leyes de universidades de Castells, por las que los estudiantes toman las calles; las decisiones de Iceta para extender su “federalismo cultural” que ante el rechazo mayoritario a su plan se ha visto obligado a renunciar ahora a dispersar los museos nacionales y a comprometerse a primar el criterio técnico sobre el político; o la controvertida Ley de Memoria en que PSOE y Podemos chocan incluso a la hora de leerla, pues Bolaños descarta juicios penales por los crímenes franquistas y asume de alguna forma la Ley de Amnistía de 1977 al anunciar que no habrá “ningún cambio”, mientras Podemos se revuelve y considera que dichos crímenes son imprescriptibles. Pero la guinda del esperpento se la lleva la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que sustituye a la anterior Ley, conocida como “Ley Mordaza” y que pone en alerta a quienes han de ser los encargados de mantener precisamente la seguridad de los ciudadanos, es decir, a las fuerzas de orden público a las que pagamos para ello, al extremo de que los sindicatos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los cuerpos autonómicos y locales se han unido para oponerse a la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y han convocado por primera vez en su historia una protesta conjunta en Madrid, ya que “la reforma favorece a los violentos y los antisistema”, pareciendo más bien una ley de inseguridad ciudadana que otra cosa.

          Entretanto el Tribunal Constitucional renueva sus cargos y recibe al cuestionado Arnaldo con una llamada a la ejemplaridad en el acto de toma de posesión de los nuevos magistrados pactados entre PSOE y PP, lo que, según algunos, acelera el pacto para el CGPJ, creyendo el Gobierno que “estamos muy cerca” de que se renueve antes de final de año, lo que permitiría que la izquierda tenga en 2022 la mayoría tanto en el Consejo como en el TC. En definitiva, un renovado Tribunal Constitucional, que elige al conservador González-Treviño como Presidente y al progresista Xiol como Vicepresidente, y que encarga la ponencia del aborto al citado Arnaldo y al progresista Sáez la que afecta a la polémica ley sobre la eutanasia.

          Por otro lado el juez rastrea pagos de Venezuela a Podemos hasta 2017, pues investiga la financiación ilegal del partido a través de una tapadera de PDVSA, la petrolera del régimen chavista, y la Policía tiene desde 2016 el documento que implica a Bescansa con el dinero del chavismo. El juez cree que los trabajos de Neurona para Podemos no se prestaron y dos testigos protegidos sitúan a Monedero en el centro de los pagos a Podemos. Pero es que, además de esta opaca relación de Podemos y sus fundadores con el régimen chavista venezolano, la Policía se incauta de la correspondencia de Raúl Morodo, el embajador de Zapatero en Venezuela, en la que se dirige a Delcy Rodríguez, la actual vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, que protagonizó un espectáculo en Barajas con el ministro Ábalos, cesado después por Sánchez con la remodelación del Ejecutivo, como “querida gacela”, un insólito lenguaje diplomático que pone de relieve el peculiar trato del embajador español con los jerarcas del chavismo y en la que pedía atención especial  para su hijo, acusado hoy junto a él de cobrar sobornos multimillonarios, tras mediar, al parecer, con los chavistas,  entre otras cosas, para adjudicar una central eléctrica a Isolux.

          Mientras tanto prosigue la guerra interna en el PP, principal partido de la oposición al Gobierno de Sánchez. Génova ve en sus críticos “un golpe en marcha contra Casado” y la dirección del  PP se revuelve contra Ayuso, Álvarez de Toledo y el ala más liberal del partido por intentar “controlar” al líder “popular” y advierte “estamos dispuestos a dar la batalla hasta el final”, mientras la Presidenta de Madrid dice a Moreno en el Congreso del PP de Andalucía “vuela libre, toma tus decisiones”. Una guerra interna en el PP que se convierte en un regalo inesperado para Sánchez, mientras crece la preocupación en el partido por esta estrategia para desestabilizar a Casado, aireando los chats de la cúpula de Génova una maniobra que cuenta “con ayuda externa” pues “sale a la luz el pacto Ayuso-Cayetana” que busca debilitar al presidente nacional y, por ende, sus opciones para llegar a La Moncloa. No obstante Ayuso niega un “golpe” a Casado y no renuncia al PP de Madrid, mientras el aviso interno de los barones del PP es que, de seguir así, “vamos al suicidio, esto no se aguanta” en pleno desconcierto en las filas populares que creen que lo que sucede perjudica mucho a Casado y, por ende, favorece a Sánchez.

          Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el portavoz de los obispos reduce la pederastia a “pequeños casos”; que Garbiñe Muguruza, tras ganar el WTA FINALS de tenis, dice: “en los grandes escenarios me vengo arriba fácilmente”; y que los funcionarios podrán teletrabajar tres días a la semana a partir del próximo año, al anunciar la ministra de Hacienda y Función Pública que el decreto estará listo a comienzos d 2022.

          Y del exterior, destacar que Yunior García, líder opositor cubano, dice que “cada cubano tiene su propia manera de luchar” y añade “la mía es la palabra, escribir”; y que Polonia cava tumbas para los muertos sin nombre, pues los inmigrantes fallecidos tras cruzar la frontera con Bielorrusia acaban enterrados sin más en sepulturas anónimas, mientras Lukashenko, el dictador bielorruso, admite que sus tropas han ayudado a entrar en la UE a los migrantes pero niega que sea una maniobra orquestada.

Pero la noticia internacional más preocupante es el incremento de contagios por covid que en una nueva ola pone la alarma en la UE que defiende la eficacia de la vacuna, al extremo de que Alemania, donde “todo el país es un gran brote”, se dispone a exigir la inyección a los sanitarios y a imponer restricciones a quienes no están inmunizados, pidiendo a toda su población quedarse en casa; Austria, harta de los negacionistas, decide duras restricciones confinando a toda la población y a obligar a vacunarse, pues o te vacunas o sanción y confinamiento, pese a las protestas de la oposición y de la calle por atentar contra las libertades; Portugal impone de nuevo las mascarillas en bares y pedirá certificados de vacunación; e Italia, con los casos de covid disparados, estudia seguir estos pasos restrictivos. Por su parte en España, donde la vacuna se la ha puesto un alto  porcentaje de ciudadanos, aunque hay todavía cuatro millones de no vacunados que se resisten a hacerlo, diciendo algunos que “nos tratan como a perturbados”, las CCAA se replantean prescindir de personal sanitario, cuando el país se sumerge en la sexta ola con un aumento de contagios que, en todo caso, gracias a la masiva vacunación voluntaria de los españoles, le permite afrontar este rebrote en condiciones óptimas respecto a la mayoría de sus vecinos, aunque, algunas regiones ya sufren de un preocupante riesgo alto.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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