Hay que tener poca
vergüenza y altas dosis de cinismo para calificar de “partidos de la guerra”, como
hace la podemita Belarra, a los partidos políticos, incluido el PSOE, que optan
por enviar armas a Ucrania para que los ucranianos puedan defenderse de la
agresión intolerable de Putin, generando con ello el enésimo desencuentro interno
en el gobierno de Sánchez del que forma parte como Ministra de Derechos
Sociales la líder de Podemos a la que habría que escuchar si el agresor fuera
el demócrata Biden en vez del totalitario Putin. En efecto, el envío de armas a
Ucrania amplía la brecha ideológica entre socialistas y comunistas, pues los totalitarios
podemitas, por boca de Belarra critican a los demócratas socialistas, sus
socios de gobierno, calificando al PSOE como uno de los “partidos de la
guerra”, mientras Irene Montero, otra que tal baila, reafirma la negativa de
enviar armas a Ucrania aunque con ello peligre el gobierno, por lo que Sánchez,
dudoso al principio de enviar dichas armas pero finalmente decidido a
enviarlas, contesta que “España está en el lado correcto de la historia” y,
apostando por el envío de armamento a Ucrania y por la condena de la invasión
rusa, añade que “nosotros sabemos distinguir a un agresor y a un agredido, a
una democracia de un régimen autoritario y cuál es el lado correcto de la
historia” y que “no ha faltado diplomacia, ha sobrado agresión”, mientras la
ilustre Belarra lo niega y apuesta por la “diplomacia de precisión”, concepto
ininteligible que debiera explicar en qué consiste, salvo que se refiera a
mirar para otro lado para tener la fiesta en paz ante el atroz comportamiento
de Putin. En definitiva, según la peregrina teoría de Podemos, socio del
gobierno de Sánchez, todos los gobiernos de los países que integran la UE, la
OTAN o el propio gobierno e instituciones de la propia Unión, estarían formados
por partidos belicistas o “partidos de guerra”, quedando al margen de ello casi
en exclusiva Unidas Podemos y otros partidos comunistas de esos países, que,
salvo en España, pintan bien poco en la gobernabilidad de los países de Europa
y de Occidente que es hacia donde apuntan las balas de Putin. Asimismo, Borrell
sostiene que “China debe ser la medidora con Rusia” pues “no hay alternativa”,
que “no enviar armas a Kiev habría sido una inmensa hipocresía, es un riesgo,
pero no hacerlo hubiera sido un error histórico”, que “nunca se pensó en
intervenir militarmente, tampoco la OTAN, porque eso sería la Tercera Guerra
Mundial” y que “los europeos vivimos en un jardín y el mundo es una jungla,
para que la jungla no se coma al jardín hay que espabilar”. Lamentablemente
Podemos, tal como se deduce de las declaraciones de sus líderes, prefiere no
hacer nada para evitar que la jungla del autoritarismo se coma el jardín de la
democracia. Cabría preguntarles si ante las agresiones anexionistas de Putin,
como las de Hitler hace ya casi un siglo, hay que mirar hacia otro lado o
ponerse de su parte para que se imponga la ley de la fuerza y el
totalitarismo…..y, por supuesto, cabe preguntarse a qué espera Sánchez para deshacerse
con todas las consecuencias de semejantes compañeros de viaje en su Gobierno y
evitar de una vez por todas el espectáculo que España viene protagonizando no
ya sólo a nivel interno sino a nivel internacional. Si España y el PSOE, como
dice Sánchez, están en el lado correcto de la historia, ¿qué pinta una
cogobernanza con quienes están en el lado incorrecto?; si, como dice Borrell,
no enviar armas a Ucrania, tal como en principio pretendía Sánchez presionado
por los podemitas, habría sido un error, ¿qué sentido tiene aliarse con los
errados?; y si, como dice el sentido común, España, como miembro de la UE, goza
de las libertades y derechos propios de las democracias occidentales y Ucrania
busca formar parte de ellas, ¿cómo es posible sostener en el gobierno de España
a quienes pretenden evitarlo por la fuerza y se saltan a la torera el derecho
internacional? En fin, sin más comentarios.
Entretanto Putin, ante la heroica
resistencia de los ucranianos, se ensaña con la población civil haciendo
fracasar el segundo intento de alto el fuego para evacuar a la población
atrapada en las grandes ciudades, como Mariupol, mientras el ejército ruso
redobla su ofensiva contra Kiev y bombardea con intensidad el suburbio de
Irpin, donde familias enteras son alcanzadas por los morteros rusos en la única
vía de escape que tienen en su huida hacia la capital, en tanto que la
artillería rusa bombardea ferrocarriles y carreteras para frenar la huida de la
población. Putin masacra a los civiles en plena huida e impide la evacuación de
la población, atrapada en el infierno, cuando ya hay más de millón y medio de
desplazados y la tensión crece también en las zonas fronterizas con Polonia con
más militares y limitación de los convoyes de ayuda, mientras EEUU, que estudia
ceder cazas a Kiev, denuncia estos hechos como crímenes de guerra. En
definitiva, el ejército de Putin avanza en el sur y el este de Ucrania y lanza
ataques devastadores en las urbes y la UE abre la puerta sin condiciones a
todos los refugiados pese a las reticencias de países del este (una medida
histórica que les permitirá vivir y trabajar sin pedir asilo), pero,
lamentablemente, fracasan los “corredores humanitarios” pactados por Ucrania y
Rusia al no respetar los breves “alto el fuego” para la evacuación y permitir
el éxodo del horror. Además la flota rusa zarpa desde Crimea a Odesa para
destruirla, y Putin, tras tomar el control de Zaporiyia, la mayor central
atómica de Europa, desata el miedo nuclear, aunque el incendio por el ataque al
complejo con bombardeos no ha provocado escapes por suerte pero sí muertos,
mientras la OTAN denuncia el uso de bombas de racimo y otras armas prohibidas,
en plena condena mundial a Rusia por estos hechos. Por su parte Moscú estrecha
la censura de las redes sociales y los medios internacionales mientras rompe el
alto el fuego e impide evacuar Mariupol y Volnovaja, que viven una situación
desesperada sin agua, ni luz ni calefacción, en tanto que Putin equipara las
sanciones impuestas por la UE y Occidente con “una declaración de guerra” y
amenaza “con consecuencias catastróficas” para “el mundo entero” si se activa
una zona de exclusión aérea….. Ya ven, a poco que nos descuidemos, va a
resultar ahora que los agresores son Ucrania, la UE y Occidente, mientras la
víctima es la Rusia de Putin.
Y volviendo a España, resulta que,
según 40DB, Vox es el único partido que crece y pisa los talones al PP,
mientras los partidos del Gobierno sufren desgaste, especialmente UPodemos. Y,
según NCReport, la crisis del PP permite que Sánchez vuelva a estar en cabeza,
mientras Podemos baja de 27-29 a 25-27 escaños y Vox sube a los 69-71 frente a
los 61-63 de la anterior encuesta; los resultados serían: PSOE 25´8% de votos y
entre 102-104 escaños, PP 24´6% y 100-102, Vox 19% y 69-71, UPodemos 10´3% y
25-27, ERC 3´4% y 13, JxCat 2´2% y 8, PNV 1´6% y 7, Más País 2´6% y 5, EHBildu
1´2% y 5, Ciudadnos 3´2% y 1, y Otros 3´6% y 11. Así las cosas, Feijóo se aleja
del bloqueo de Casado y, dispuesto a Pactos de Estado, se abre a pactar el
Poder Judicial, manifestando “mi proyecto es desterrar la frivolidad a través
de un partido sólido”; por su parte Yolanda Díaz jibariza a Unidas Podemos en
su proyecto y quiere emular a las mareas gallegas, mientras la crisis ucraniana
muestra las grietas que existen en la coalición populista de izquierdas.
Mientas tanto Vox da un ultimátum a Mañueco: “o entramos en el Gobierno o que
busquen a otros”
Por lo que respecta a otros asuntos,
destacar que Hacienda aparca por la guerra de Ucrania la subida de impuestos
que piden los expertos y Moncloa ignora a Podemos con este “no habrá subida de
impuestos”; que muere un menor tras ser esposado en un centro de internamiento;
que la brecha social se agranda y los hogares más pobres pierden un 27% de sus
ingresos; que Hacienda excluyó el régimen foral del informe sobre reforma
tributaria; que la Conselleria de Oltra tardó 41 días en cambiar de centro a la
menor abusada por su ex marido, con lo que el informe secreto del caso rebate
la defensa de la Vicepresidenta valenciana y revela fallos en la gestión; que
la Casa del Rey tendrá un canal para las denuncias de corrupción y la Zarzuela
queda incluida en la ley que protege a los informantes; que la desterrada
energía nuclear pasa a ser estratégica para la UE ante el reto de lograr la
autonomía energética; que la trama Púnica resucita una década después donde
comenzó, pues un juzgado de Valdemoro investiga un intento de soborno de
300.000 euros que salpica al alcalde de Ciudadanos y una colaboradora de
Anticorrupción es imputada por ocultar documentos a los fiscales; y que el
Gobierno asalta a firmas estratégicas, pues sus planes encubiertos consisten en
aumentar su participación en Indra mientras ya está presente en 29 empresas a
través de los fondos de rescate para la pandemia y Sánchez desata su maquinaria
para colocar a afines en los consejos de compañías públicas, semipúblicas e
incluso privadas.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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