lunes, 7 de marzo de 2022

LOS PARTIDOS DE LA GUERRA

 

                       Hay que tener poca vergüenza y altas dosis de cinismo para calificar de “partidos de la guerra”, como hace la podemita Belarra, a los partidos políticos, incluido el PSOE, que optan por enviar armas a Ucrania para que los ucranianos puedan defenderse de la agresión intolerable de Putin, generando con ello el enésimo desencuentro interno en el gobierno de Sánchez del que forma parte como Ministra de Derechos Sociales la líder de Podemos a la que habría que escuchar si el agresor fuera el demócrata Biden en vez del totalitario Putin. En efecto, el envío de armas a Ucrania amplía la brecha ideológica entre socialistas y comunistas, pues los totalitarios podemitas, por boca de Belarra critican a los demócratas socialistas, sus socios de gobierno, calificando al PSOE como uno de los “partidos de la guerra”, mientras Irene Montero, otra que tal baila, reafirma la negativa de enviar armas a Ucrania aunque con ello peligre el gobierno, por lo que Sánchez, dudoso al principio de enviar dichas armas pero finalmente decidido a enviarlas, contesta que “España está en el lado correcto de la historia” y, apostando por el envío de armamento a Ucrania y por la condena de la invasión rusa, añade que “nosotros sabemos distinguir a un agresor y a un agredido, a una democracia de un régimen autoritario y cuál es el lado correcto de la historia” y que “no ha faltado diplomacia, ha sobrado agresión”, mientras la ilustre Belarra lo niega y apuesta por la “diplomacia de precisión”, concepto ininteligible que debiera explicar en qué consiste, salvo que se refiera a mirar para otro lado para tener la fiesta en paz ante el atroz comportamiento de Putin. En definitiva, según la peregrina teoría de Podemos, socio del gobierno de Sánchez, todos los gobiernos de los países que integran la UE, la OTAN o el propio gobierno e instituciones de la propia Unión, estarían formados por partidos belicistas o “partidos de guerra”, quedando al margen de ello casi en exclusiva Unidas Podemos y otros partidos comunistas de esos países, que, salvo en España, pintan bien poco en la gobernabilidad de los países de Europa y de Occidente que es hacia donde apuntan las balas de Putin. Asimismo, Borrell sostiene que “China debe ser la medidora con Rusia” pues “no hay alternativa”, que “no enviar armas a Kiev habría sido una inmensa hipocresía, es un riesgo, pero no hacerlo hubiera sido un error histórico”, que “nunca se pensó en intervenir militarmente, tampoco la OTAN, porque eso sería la Tercera Guerra Mundial” y que “los europeos vivimos en un jardín y el mundo es una jungla, para que la jungla no se coma al jardín hay que espabilar”. Lamentablemente Podemos, tal como se deduce de las declaraciones de sus líderes, prefiere no hacer nada para evitar que la jungla del autoritarismo se coma el jardín de la democracia. Cabría preguntarles si ante las agresiones anexionistas de Putin, como las de Hitler hace ya casi un siglo, hay que mirar hacia otro lado o ponerse de su parte para que se imponga la ley de la fuerza y el totalitarismo…..y, por supuesto, cabe preguntarse a qué espera Sánchez para deshacerse con todas las consecuencias de semejantes compañeros de viaje en su Gobierno y evitar de una vez por todas el espectáculo que España viene protagonizando no ya sólo a nivel interno sino a nivel internacional. Si España y el PSOE, como dice Sánchez, están en el lado correcto de la historia, ¿qué pinta una cogobernanza con quienes están en el lado incorrecto?; si, como dice Borrell, no enviar armas a Ucrania, tal como en principio pretendía Sánchez presionado por los podemitas, habría sido un error, ¿qué sentido tiene aliarse con los errados?; y si, como dice el sentido común, España, como miembro de la UE, goza de las libertades y derechos propios de las democracias occidentales y Ucrania busca formar parte de ellas, ¿cómo es posible sostener en el gobierno de España a quienes pretenden evitarlo por la fuerza y se saltan a la torera el derecho internacional? En fin, sin más comentarios.

           Entretanto Putin, ante la heroica resistencia de los ucranianos, se ensaña con la población civil haciendo fracasar el segundo intento de alto el fuego para evacuar a la población atrapada en las grandes ciudades, como Mariupol, mientras el ejército ruso redobla su ofensiva contra Kiev y bombardea con intensidad el suburbio de Irpin, donde familias enteras son alcanzadas por los morteros rusos en la única vía de escape que tienen en su huida hacia la capital, en tanto que la artillería rusa bombardea ferrocarriles y carreteras para frenar la huida de la población. Putin masacra a los civiles en plena huida e impide la evacuación de la población, atrapada en el infierno, cuando ya hay más de millón y medio de desplazados y la tensión crece también en las zonas fronterizas con Polonia con más militares y limitación de los convoyes de ayuda, mientras EEUU, que estudia ceder cazas a Kiev, denuncia estos hechos como crímenes de guerra. En definitiva, el ejército de Putin avanza en el sur y el este de Ucrania y lanza ataques devastadores en las urbes y la UE abre la puerta sin condiciones a todos los refugiados pese a las reticencias de países del este (una medida histórica que les permitirá vivir y trabajar sin pedir asilo), pero, lamentablemente, fracasan los “corredores humanitarios” pactados por Ucrania y Rusia al no respetar los breves “alto el fuego” para la evacuación y permitir el éxodo del horror. Además la flota rusa zarpa desde Crimea a Odesa para destruirla, y Putin, tras tomar el control de Zaporiyia, la mayor central atómica de Europa, desata el miedo nuclear, aunque el incendio por el ataque al complejo con bombardeos no ha provocado escapes por suerte pero sí muertos, mientras la OTAN denuncia el uso de bombas de racimo y otras armas prohibidas, en plena condena mundial a Rusia por estos hechos. Por su parte Moscú estrecha la censura de las redes sociales y los medios internacionales mientras rompe el alto el fuego e impide evacuar Mariupol y Volnovaja, que viven una situación desesperada sin agua, ni luz ni calefacción, en tanto que Putin equipara las sanciones impuestas por la UE y Occidente con “una declaración de guerra” y amenaza “con consecuencias catastróficas” para “el mundo entero” si se activa una zona de exclusión aérea….. Ya ven, a poco que nos descuidemos, va a resultar ahora que los agresores son Ucrania, la UE y Occidente, mientras la víctima es la Rusia de Putin.

          Y volviendo a España, resulta que, según 40DB, Vox es el único partido que crece y pisa los talones al PP, mientras los partidos del Gobierno sufren desgaste, especialmente UPodemos. Y, según NCReport, la crisis del PP permite que Sánchez vuelva a estar en cabeza, mientras Podemos baja de 27-29 a 25-27 escaños y Vox sube a los 69-71 frente a los 61-63 de la anterior encuesta; los resultados serían: PSOE 25´8% de votos y entre 102-104 escaños, PP 24´6% y 100-102, Vox 19% y 69-71, UPodemos 10´3% y 25-27, ERC 3´4% y 13, JxCat 2´2% y 8, PNV 1´6% y 7, Más País 2´6% y 5, EHBildu 1´2% y 5, Ciudadnos 3´2% y 1, y Otros 3´6% y 11. Así las cosas, Feijóo se aleja del bloqueo de Casado y, dispuesto a Pactos de Estado, se abre a pactar el Poder Judicial, manifestando “mi proyecto es desterrar la frivolidad a través de un partido sólido”; por su parte Yolanda Díaz jibariza a Unidas Podemos en su proyecto y quiere emular a las mareas gallegas, mientras la crisis ucraniana muestra las grietas que existen en la coalición populista de izquierdas. Mientas tanto Vox da un ultimátum a Mañueco: “o entramos en el Gobierno o que busquen a otros”

           Por lo que respecta a otros asuntos, destacar que Hacienda aparca por la guerra de Ucrania la subida de impuestos que piden los expertos y Moncloa ignora a Podemos con este “no habrá subida de impuestos”; que muere un menor tras ser esposado en un centro de internamiento; que la brecha social se agranda y los hogares más pobres pierden un 27% de sus ingresos; que Hacienda excluyó el régimen foral del informe sobre reforma tributaria; que la Conselleria de Oltra tardó 41 días en cambiar de centro a la menor abusada por su ex marido, con lo que el informe secreto del caso rebate la defensa de la Vicepresidenta valenciana y revela fallos en la gestión; que la Casa del Rey tendrá un canal para las denuncias de corrupción y la Zarzuela queda incluida en la ley que protege a los informantes; que la desterrada energía nuclear pasa a ser estratégica para la UE ante el reto de lograr la autonomía energética; que la trama Púnica resucita una década después donde comenzó, pues un juzgado de Valdemoro investiga un intento de soborno de 300.000 euros que salpica al alcalde de Ciudadanos y una colaboradora de Anticorrupción es imputada por ocultar documentos a los fiscales; y que el Gobierno asalta a firmas estratégicas, pues sus planes encubiertos consisten en aumentar su participación en Indra mientras ya está presente en 29 empresas a través de los fondos de rescate para la pandemia y Sánchez desata su maquinaria para colocar a afines en los consejos de compañías públicas, semipúblicas e incluso privadas.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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