Con España patas arriba, en
plena crisis y con buena parte de los sectores económicos en huelga o
protestando en las calles, Sánchez, junto al portugués Costa, consigue que la
UE trate a la Península Ibérica como “una isla energética”, con lo que, de alguna
manera, tanto el gobierno de España como el de Portugal podrían actuar sobre el
precio de la luz y del gas. De entrada es una buena noticia que la UE permita a
Sánchez intervenir la energía, disparada en nuestro país, limitando el precio
del gas y desacoplándolo del de la electricidad, al conseguir que los socios
europeos reconozcan la excepcionalidad de la Península Ibérica, aunque la
intervención del mercado, contrario a las políticas europeas, será obviamente
temporal y necesitará la previa supervisión de Bruselas. Con esta “excepción
ibérica” o “trato especial” en la energía para poder bajar el gas, Sánchez no
alcanza todos sus objetivos iniciales planteados en la cumbe, aunque llegó a
plantarse y dio un golpe de mano al ver amenazado su objetivo de, al menos,
limitar el precio del gas, con el argumento de que “España se juega mucho; así
no puedo seguir”, mientras, conseguida la citada excepcionalidad ibérica, ya
prevé activar en un mes el sistema para bajar la factura de la luz, que cada
vez menos pueden afrontar los españoles. Así las cosas seguimos siendo
igualmente una excepción a la hora de tomar medidas de tipo fiscal como han
hecho casi el resto de países de la UE pues Sánchez prefiere optar por
subvenciones que por rebajas fiscales, dada su voracidad recaudadora. Por otro
lado Sánchez busca ahora un pacto estatal de medidas frente a la guerra, como
si antes de que se iniciara la invasión de Ucrania por parte de Putin España no
fuera ya el patito feo de Europa en ruina económica, incremento desorbitado del
IPC, pérdida de poder adquisitivo…..y tantas otras variables económicas
negativas; en definitiva, un pacto estatal que debiera haber reclamado mucho
antes para salir del agujero en el que estamos metidos, para el que ahora PSOE
y Podemos, enfrentados entre ellos en no pocos asuntos, contactan con sus aliados,
a los que ni siquiera consultan para tomar decisiones peregrinas sobradamente
conocidas, y lo intentan también con el PP para ver si es posible conseguir un
acuerdo “in extremis”, planteando medidas laborales, sociales y económicas sin
bajada de impuestos tras haber incumplido la promesa hecha a Feijóo de que
habría una bajada impositiva, en tanto que el líder del PP, visto lo visto,
manifiesta “Sánchez tiene mis votos para un ajuste de gasto político y
burocrático”……justo lo que Sánchez no quiere.
Por otro lado prosigue el conflicto
con los transportistas a pesar de que el Gobierno haya abierto la mano para
intentar acabar con los paros y se haya puesto a negociar con los
representantes de los camioneros al margen de los convocantes a quienes la
ministra tildó como una minoría de fascistas, por lo que éstos se preguntan “si
somos tan pocos, ¿por qué está parado el país?”. En definitiva, el Gobierno
ultima y consigue un pacto con las patronales pero la huelga del transporte se
mantiene, mientras Alemania, por ejemplo, baja impuestos al combustible y da un
cheque de 300 euros por persona. Aquí el Ejecutivo acuerda subvencionar el
gasóleo pero la plataforma que convoca el paro rechaza el acuerdo, después de
obligar por fin a que la ministra se siente con ellos y, de alguna forma, les
pidiera disculpas por los calificativos que hizo de ellos al inicio de la
huelga, considerando que una bajada de 20 céntimos por litro no les resuelve el
problema y les obliga a seguir trabajando a pérdidas. La ministra de
Transportes Raquel Sánchez por su parte, manifiesta “pido que los
transportistas lean el acuerdo y retomen la actividad”, mientras el conflicto
continúa, como el de los agricultores, ganaderos, pescadores etc etc.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Báñez volvería a la política activa sólo como Secretaria General
del PP, mientras Juan Bravo suena para el equipo económico y Ayuso impulsa a
Serrano; que las regiones gobernadas por el PSOE son en las que se paga más
impuestos; que miles de personas, una marea verde por la vida, levantan la voz
contra el aborto y la eutanasia por las calles de Madrid; que el conflicto de
Ucrania lastra a España y, según el consenso de los analistas, se perderá un
punto de crecimiento, dos más de inflación y 100.000 empleos; que la dimisión
de una diputada canaria anticipa una grave crisis en Podemos y pone en jaque la
mayoría de coalición al pasarse al grupo mixto, mientras el retraso del
proyecto de Yolanda Díaz desata los nervios en el partido; que un pacto
transversal en Cataluña intenta encauzar el conflicto por la lengua escolar,
cuando el soberanismo maniobra para incumplir la sentencia del castellano y la
Generalitat sigue sin ajustarse al dictamen de la Justicia, que desde hoy puede
ser ejecutado; que muere Luis Roldán, la cara de la tortura y la decadencia de
los gobiernos de Felipe González; que los saharauis residentes en España ven
una “traición” en el apoyo del Gobierno de Sánchez al plan de Rabat y se
rebelan diciendo “preferimos ser apátridas que marroquíes”; que el Banco de
España desaconseja subir las pensiones con el IPC; que más de 1.300 sanitarios
alertan del riesgo que supone “gripalizar” la covid19, cuando la pandemia se da
por superada después de dos años; que Anticorrupción halla beneficios de hasta
el 400% por ventas durante la pandemia, mientras la Fiscalía europea pide
investigar al hermano de Ayuso por sus negocios, conociéndose que Delgado se
saltó a la cúpula fiscal en este caso y dictó un decreto otorgando las
competencias de las pesquisas a Anticorrupción; y que Londres niega a Juan
Carlos I la inmunidad en el pleito de Corinna Larsen, que le demandó por
supuesto acoso a su ex pareja, y un juez tramita la demanda.
En cuanto a la guerra de Ucrania Biden
ofrece gas a Europa para que renuncie al de Rusia y apuesta por endurecer las sanciones
contra Moscú, diciendo en Bruselas que “la unidad de Europa es lo más
importante para frenar a Putin”, mientras la OTAN activa defensas contra armas químicas,
biológicas y nucleares, y Ucrania se atribuye haber destruido un buque de
guerra ruso. Además la OTAN apremia a Pekín para que utilice su influencia
sobre Moscú y frene la invasión de forma inmediata. Y mientras EEUU y la UE
cierran un acuerdo de suministro de gas para aislar a Rusia, Ucrania pasa a la ofensiva
con la destrucción de ese buque en Azov, en tanto que las tropas invasoras se ceban
en las ciudades del norte y se concentran en Bielorrusia, mientras Kiev
denuncia el traslado forzoso de miles de ucranianos del Donbás a territorio
ruso. Y es que Rusia rebaja sus objetivos en Ucrania al decir que se centrará
en la región del Donbás, mientras Putin, desde Polonia dice a sus tropas “estáis
en una lucha entre democracias y oligarcas”. Los avances del ejército ruso se
congelan ante la fuerte resistencia ucraniana y el conflicto pasa a ser una “guerra
de desgaste”, al desbaratar la resistencia ucraniana en las ciudades el plan de
Putin, mientras Kiev cree que lo que quiere el dirigente ruso es dividir
Ucrania en dos, al estilo de lo acaecido en Corea con Corea del Norte y Corea
del Sur, o en Vietnam.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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