Con más pena que gloria
han transcurrido los actos de homenaje y celebración institucional
conmemorativos del 45º aniversario de la Constitución en el Congreso de los
Diputados (el Sancta Sanctorum de la Democracia), pues es penoso y no glorioso
que en dichos actos estén ausentes, como ya viene siendo habitual en años
precedentes, fuerzas políticas que se autodenominan “democráticas”, cuando, en
las instituciones que gobiernan han prometido acatar y cumplir y hacer cumplir
la Carta Magna como requisito institucional básico para legitimar sus cargos,
derivados precisamente del amparo legal y procedimental que el marco
constitucional les garantiza, pues sabido es que en cualquier democracia fuera
del marco legal constitucional sólo queda el caos y el totalitarismo. Es el
caso de los ausentes nacionalistas e independentistas (ERC, Junts, Bildu, BNG e
incluso PNV), todos ellos socios de Sánchez y su Gobierno….y es el caso de Vox,
socio del PP de Feijóo en no pocas instituciones de ámbitos territoriales
autonómicos o locales, aunque en este caso intentan justificar su ausencia
porque consideran un “teatrillo” y una “hipocresía extrema” celebrar la
Constitución junto a Sánchez, a quien acusan de “pisotearla” a diario,
orillando que, aunque así fuera, precisamente para evitarlo, hay que defenderla
siempre y en cualquier circunstancia para hacerla más fuerte e inviolable, pues
la huida no es el camino, dado que la Carta Magna es producto de la decisión
soberana del pueblo español, que atañe incluso a quienes hoy no la hacen suya a
pesar de haber sido votada y refrendada por inmensa mayoría en los respectivos
territorios de España en 1978. Más pena que gloria aún si en tales
circunstancias los líderes de los dos partidos mayoritarios (en este caso PSOE
y PP) asistentes al homenaje como Jefes de Gobierno y oposición
respectivamente, ni siquiera se saludan cuando sus respectivos partidos suman
en el Congreso 258 escaños, una súper-mayoría no ya simple, ni absoluta, sino
incluso muy cualificada que legitima y permite a ambos para ponerse de acuerdo
y con la suma de sus votos afrontar sobradamente cualquier reto reformista en
beneficio de consolidar nuestro Estado de Derecho, hoy amenazado, pues entre
ambos representan nada menos que a casi dieciséis millones de españoles,
teniendo por ello la obligación inexcusable de ser los garantes máximos de los
derechos y libertades de todos los españoles y, obviamente, de cumplir y hacer
cumplir la Constitución tanto en el fondo como en las formas, especialmente en
lo concerniente a lo que se conoce como “asuntos de Estado”. Por lo demás,
salvando estas perversas distancias, los actos institucionales del 6 de
diciembre transcurrieron con normalidad, aunque obviamente en plena polémica
por la controvertida y sospechosa amnistía, la renovación del CGPJ y la ruptura
de Podemos con Sumar, ya que Yolanda Díaz y Belarra finiquitan su matrimonio
político de conveniencia (como la del resto de partidos y grupúsculos que
integran Sumar) dejando herido al espacio político a la izquierda del PSOE y
complicando más aún la legislatura, mientras el PP recela de un Sánchez
amordazado por sus socios y Bolaños reprocha a Feijóo su “oposición
destructiva”, cuando se conoce que Sánchez pidió a Díaz que integrara a Podemos
en el Gobierno “para que no anden enredando” pero ella, erre que erre, sigue a
lo suyo, tras haber obtenido el 23-J menos representación parlamentaria con su
Sumar que la que tenía antes Unidas Podemos. En definitiva, un día de la Constitución
a la medida del PSOE de Sánchez y con más pena que gloria, dado que la
Presidenta del Congreso, Armengol, impuesta por los socios secesionistas del
Presidente de Gobierno, vuelve a hacer suyo el discurso institucional cuando su
cargo la obliga a ser totalmente imparcial y ella, arrimando el ascua a su
sardina, dice que el modelo territorial de la Carta Magna “deja abierto el
camino” para que los ciudadanos decidan (eso sí, sin especificar que todos los
ciudadanos y no sólo los de Cataluña como pretende el prófugo Puigdemont con su
referéndum “a la escocesa”), lo que permite al PP cargar contra semejante
discurso ya que Armengol “está convirtiendo el Congreso en una sucursal del
PSOE”. Ya ven, sin duda, mucha más pena que gloria.
Así las cosas Junts da por hecho que
los jueces tendrán que ofrecer explicaciones por el “lawfare” pactado con el
PSOE de Sánchez, con lo que Turull, el número dos del prófugo recuerda que los
pactos con Sánchez recogen que la cúpula judicial comparezca en el Parlamento y
asuma “su responsabilidad”, mientras Puigdemont, cada vez más fuerte, exige ese
“referéndum a la escocesa” o reformar la ley orgánica para alcanzar la
autodeterminación en Cataluña y Sánchez, por su parte, busca reunirse con
Feijóo antes de final de año para intentar blanquear sus pactos con los
independentistas, mientras el Supremo no ve motivos para la suspensión cautelar
de la proposición de ley de amnistía. Feijóo, por su parte, contraataca a
Sánchez y exige renovar y reformar a la vez el CGPJ y aceptaría reunirse con él
al efecto, pero el PP rechaza el “despropósito” de la propuesta del Presidente
de crear una mesa de trabajo (otra más al estilo de la abierta inútilmente con
ERC, que lleva años mareando la perdiz y totalmente inoperante) para tratar de
pactar el CGPJ, la financiación y la reforma constitucional, que pretende el
PSOE. Pero es tal la desconfianza que se ha instalado entre nuestros políticos,
consecuencia de que la palabra dada haya perdido su valor, que, al igual que
ERC o Junts que exigen mediadores para que se garanticen los acuerdos a que se
llegue con Sánchez, el PP opta directamente por dejar bien claro a Moncloa que
no le llame para renovar el CGPJ si no se cambia la ley (esta patética ley que
permite que si no se ponen de acuerdo PP y PSOE no hay renovación posible, lo
que uno y otro utiliza para culpabilizarse mutuamente de esta parálisis del
Poder Judicial). Y entretanto el presidente suplente del Poder Judicial,
Vicente Guilarte, subraya que hay que buscar una fórmula que garantice no sólo
la renovación del órgano sino que evite nuevos bloqueos futuros y “que lo que
venga sea igual que lo de ahora” pues es obvio que el sistema actual “no ha
funcionado”. La triste realidad es que este Gobierno choca con la Justicia por
los nombramientos que suele hacer sin méritos suficientes y sólo con criterios
políticos subjetivos, como la purga que hace el letrado de Armengol, Fernando
Galindo (enviado desde el Gobierno al Congreso), al jurista que fue crítico con
la amnistía al depurar la Comisión Constitucional para despejar el camino al
proyecto de Sánchez, apartando del cargo al funcionario que se oponía.
Ante esta inadecuada situación el PP
quiere obviamente que el PSOE se retrate con la ley de amnistía y forzará que
en el Senado la votación sea por “llamamiento”, mientras el Gobierno se decide
a llevar su ofensiva del CGPJ hasta la Cámara Alta y Espadas solicitará que
declare la necesidad de renovar el órgano que, por cierto, reclama 374 plazas
judiciales más para no colapsar, mientas Justicia ha programado para este años
sólo setenta (menos del 16% de las que se necesitan). Ya ven, entre todos la
mataron y ella sola se murió, en tanto que Feijóo monta una oposición sin
concesiones al estilo de la de Aznar en 1993 contra Felipe González, y, al
respecto, la renovada cúpula popular tiene la consigna de “no vamos a pasar ni
media” con el objetivo de “hacer irrespirable” esta estrambótica legislatura de
Sánchez y forzará la máquina sin duda en los comicios gallegos, vascos y
europeos para ensanchar apoyos al centro derecha frente a las dificultades del
esperpéntico Ejecutivo que ha hilvanado Sánchez a duras penas. En tales
circunstancias, Moncloa da por perdido el pacto del CGPJ antes de las europeas
y aunque Sánchez citará a Feijóo para buscar un acuerdo el Gobierno asume que
la amnistía lo hace inviable y entiende que las elecciones de junio serán un
“plebiscito” sobre la iniciativa exigida por los socios secesionistas. De
momento sólo cabe quedarnos con los sondeos y, según SigmaDos, el electorado
del PSOE se rompe ante la amnistía ya que el 45% dice “no”, superando los que
se oponen a los que la apoyan; dos de cada tres españoles están en contra; la
condonación de la deuda a Cataluña genera incluso un rechazo superior y alcanza al 49´6% del
votante socialista; y el 61% de los encuestados y la mitad de los fieles del
PSOE creen que Sánchez, si llega el caso, cedería incluso hasta un referéndum.
No en vano, desde el Partido Popular Europeo, su Secretaria de Organización,
Carmen Fúnez, manifiesta: “tenemos plena confianza en que la UE parara la
amnistía”, “vamos a defender el interés general y eso significa tender puentes
y no construir muros”, “no hay ala moderada y dura, se puede hacer oposición
con firmeza, pero también con mesura”, “no usaría alguna expresión de Vox sobre
la violencia machista, pero tampoco del PSOE”.
Y mientras Podemos sigue su lucha
contra Sumar y no le entregará sus cinco escaños como le piden, sino que busca
su rearme con una acto en Madrid para mostrar músculo frente a Díaz, quien
asume que harán una oposición “directa” a su plan económico, Sánchez sigue a lo
suyo y pone a presidir la Agencia EFE a su ex secretario de Estado de
Comunicación. Por otro lado España gana algo de peso en la UE tras ser elegida
Calviño para presidir el BEI, siendo la primera mujer que presida dicho banco,
lo que obliga a que Sánchez haga su primera renovación del Ejecutivo recién
estrenado, aunque el Presidente intente alargar el relevo en el Ministerio de
Economía y la Vicepresidencia, asunto que, sin duda, altera el equilibrio
interno del Gobierno, pues cualquiera de las opciones barajadas por Sánchez
abrirá vías de tensión con Yolanda Díaz….de momento Sánchez diseña el remplazo
“quirúrgico” de Calviño por un “perfil técnico” y al parecer tiene seleccionado desde hace tiempo
al sustituto, mientras el PSOE cree que el peso político “no es tan
importante”, aunque, de entrada, para aupar a Calviño, haya tenido que
“sacrificar” que Madrid sea la sede de la Agencia Europea contra el Blanqueo de
Capitales.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que España fuerza la salida de dos espías estadounidenses por
infiltrarse en el CNI y Robles descarta que dicho espionaje afecte a las
relaciones con EEUU; que el IBEX y el PNV obligan a Sánchez a repensar su
impuesto a las energéticas y le obligan a un “rediseño” del gravamen tras las
quejas de Repsol e Iberdrola y las críticas del nacionalismo vasco, matizando
ahora Hacienda que “hay que evaluarlo”; que Yolanda Díaz quiere que los parados
puedan recibir el subsidio sin ningún tipo de comprobación y planteando
simplemente una declaración responsable, permitiéndoles viajar al extranjero
sin perder la ayuda durante un mes en vez de los quince días actuales; que
Albares viaja a Marruecos para retomar la agenda bilateral y se reunirá con su
homólogo marroquí; y que más de 1´9 millones de parados no cobran el paro y los
de larga duración superan ya el 40%.
Y del exterior, destacar que la UE aprueba la primera ley de inteligencia
artificial del mundo; que Perú se moviliza por el polémico indulto al corrupto
Fujimori; que Maduro se anexiona un área en disputa con Guyana y dispara la
tensión militar ya que EEUU realizará maniobras militares con Guyana en pleno
conflicto con Venezuela; que Scholz lleva a los socialdemócratas alemanes a sus
horas más bajas con los peores índices de popularidad en sus 160 años de
historia y la amenaza de una moción de censura contra la “coalición semáforo”
mientras el SPD debate el liderazgo del canciller; que Zelenski soporta sus
horas más bajas afrontando el menor apoyo de sus aliados y algunas críticas
internas, mientras los republicanos tumban en el Congreso de EEUU la ayuda
económica a Ucrania y condicionan su apoyo a un mayor control de la
inmigración; que Putin buscará su quinto mandato en unas elecciones sin
rivales; y que EEUU impide que la ONU apruebe una resolución a favor de un alto
el fuego en Gaza, pedido por Guterres y pese a los llamamientos desesperados de
organizaciones sobre el terreno, mientras Israel recrudece sus ataques y lucha
“casa por casa” en la Franja y carga contra la ONU por tratar de imponer dicha
tregua y mientras el Gobierno de Netanyahu acusa a su Secretario General de
apoyar los asesinatos de Hamás y avisa a Líbano de que puede acabar con Gaza.
Fdo. Jorge Cremades Sena
Jorge, perfecto resumen de lo acontecido estás semas atrás.
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