Como
si cualquier persona sensata o cualquier demócrata, no ya de España, incluida
Cataluña, sino del resto del mundo, no supiera que la ilegal consulta catalana
de mañana no es un referéndum, los analistas políticos y tertulianos, los
medios de comunicación (salvo los secuestrados por el independentismo) y mucha
gente en cualquier foro de discusión formal o informal se esfuerzan en intentar
demostrarlo como si a los gobernantes totalitarios independentistas y a sus
seguidores incondicionales con orejeras les importara un bledo que sea un
referéndum o no. Basta escucharles para entender que no es un referéndum, sino
una peligrosa chapuza esperpéntica sin validez alguna, cuando la ley y el
decreto en que se ampara la convocatoria han sido suspendidos por el Tribunal
Constitucional y sus convocantes carecen de competencias para ello; cuando la
campaña electoral no ha sido neutral y la Sindicatura y la administración
electoral no existen; cuando no hay papeletas ni otra documentación oficial, ni
mesas electorales, ni censo oficial, ni protección de datos, ni tarjetas
censales, ni locales de votación autorizados; cuando no cumple los requisitos
de la Comisión de Venecia y atenta contra el ordenamiento internacional y
europeo….. Pero todo ello, como a cualquier golpista del signo que sea, les
importa bien poco a los promotores del esperpento, amparados en un mayor o menor
número de seguidores iluminados (no existe golpe ni militar ni civil que no
cuente con un colchón social de apoyo que lo justifique), cuyo objetivo
incondicional es imponer su proyecto totalitario (en este caso la ilegal
independencia de Cataluña) a los
ciudadanos por encima de leyes, razonamientos sensatos o consideraciones
sociales de convivencia y paz social. Por tanto, aunque no sea un referéndum,
habrá referéndum, que servirá de base (como el resto de falsedades y mentiras
en que se sustenta el radical nacionalismo independentista) para la posterior
declaración de independencia unilateral, que es el objetivo definitivo e
irrenunciable de su proyecto y como tal lo venderán ante el estupor de los
demócratas del mundo, ya que su pretensión, como la de cualquier totalitarismo,
no es convencer a nadie, sino vencer a sus enemigos demócratas y armar a sus
incondicionales recalcitrantes…. y después ya veremos, pues siempre habrá un
roto para un descosido, especialmente si el Estado de Derecho afectado, en esta
caso España, es excesivamente permisivo ante las tropelías y amenazas de sus
fanfarronadas chulerías y aplica la teoría de los hechos consumados dejando
impunes a sus promotores y dando por válidas sus pequeñas pero constantes
victorias totalitarias frente a la democracia. No basta pues con que Moncloa,
avise a Puigdemont de que “responderá penalmente”, la democracia exige
inevitablemente pasar, como hacen los totalitarios, de las palabras a los
hechos y al Gobierno de turno, en este caso al de Rajoy, le compete la mayor
responsabilidad y que cada una de las fuerzas políticas parlamentarias se ponga
del lado que considere oportuno, al final, la ciudadanía tendrá en cuenta el
papel que cada uno asuma en este manifiesto golpe de Estado institucional en
ciernes.
No
es referéndum, pero, como si lo fuera, habrá referéndum y, al efecto, la
Generalitat le recuerda al Gobierno que no obedecerá y Puigdemont no garantiza
a Interior que los Mossos vayan a cerrar los colegios, Romeva asegura además
que no sólo habrá referéndum sino también declaración de independencia en 48
horas, mientras la Guardia Civil confisca millones de papeletas y sobres
clandestinos para la ilegal consulta. En efecto, Pérez de los Cobos y Trapero,
máximos responsables de la Guardia Civil y de los Mossos, muestran claramente
sus discrepancias sobre cómo garantizar la seguridad el día de la consulta y la
policía autónoma abre la puerta a no actuar en los centros de votación,
afirmando que decidirán “cómo y cuándo actuar” para no poner en riesgo la
seguridad ciudadana, mientras la Generalitat y dirigentes educativos llaman a
formar “colas gigantes” ante los colegios, para impedir su precinto, y el
comercio se prepara para cerrar los establecimientos y reforzar su seguridad,
pues unos trescientos antisistema europeos ya se ponen a las órdenes de la CUP
(sus coleguitas españoles), alertando Interior de la llegada a Barcelona de
radicales desde Francia, Grecia, Holanda, Italia y Alemania para provocar
altercados en la jornada del referéndum, que no lo es. Entretanto, mientras
Trapero, tras anunciar en la Junta de Seguridad de Cataluña (a la que también
asistieron el Secretario de Estado, el Delegado del Gobierno y el mando
policial único) su reticencia a actuar en los centros de votación si ello
provoca tumultos, Puigdemont no tiene reparos en usar niños como “escudos
humanos”, en tanto que asociaciones de padres de alumnos organizan adrede
actividades extraescolares en los centros durante todo el fin de semana, en
régimen de internado, para tomarlos por asalto (incluso saltando las vallas de
aquellos que ya estén cerrados) e impedir que sean precintados tal como ordenan
los jueces. Y Trapero, que se enfrentaría a la desobediencia si no acata la
orden judicial de cerrar escuelas, encuentra una salida personal a su difícil
situación, ordenando a los Mossos no usar la fuerza mientras se ocupan los
centros, poniendo como límite las seis de la mañana del domingo para requisar
urnas y clausurar los centros de votación (muchos ya ocupados por
independentistas que jugando al juego de la insurrección montan talleres y
música para entretener a padres y niños), para evitar situaciones de
inseguridad ciudadana, mientras la Generalitat lanza a la población contra el Estado,
pidiendo a los ciudadanos defender el referéndum ilegal con grupos de padres
iniciando un encierro con sus hijos en los centros escolares. En definitiva,
según Trapero, nada de usar la violencia por parte de los Mossos ante las, más
que probables, provocaciones violentas de los defensores de la ilegalidad para
impedir la ejecución de las órdenes judiciales de cerrar centros, retirar urnas
e impedir la ilegal votación; ya ven, bastará con personarse en los ilegales
centros de votación y convencer a los allí concentrados de que han de retirarse
las urnas y las papeletas, así como precintar y clausurar el centro ilegal de
votación, pues, dado el civismo de quienes allí pretenden imponer la ilegalidad
y desobediencia a las órdenes judiciales, lo entenderán sin duda e incluso
ayudarán a los Mossos a la retirada de urnas, papeletas y sobres, saliendo del
centro voluntariamente para que éste sea precintado. En fin, sin más
comentarios.
Y
en vísperas de la celebración de este referéndum, que no lo es pero como si lo
fuera, Rajoy monta un gabinete de crisis en Moncloa y mantendrá abierta una
línea permanente con Sánchez y Rivera; Junqueras enseña las urnas en las que
asegura que se podrá votar, tratándose de unas cajas de plástico opacas “made
in China”, unos “tuppers” chinos con capacidad de 45 litros y con tapa negra
que ya se han utilizado como urnas en las elecciones de Uganda, sin duda un
gran avance respecto al 9-N en que las cajas fueron de cartón; Moncloa insiste
en que no habrá consulta y considera a Puigdemont y a Junqueras
“deslegitimados” para negociar; y la juez da un severo golpe al “plan B” del
1-O cerrando casi treinta aplicaciones para el voto telemático, al estilo
Podemos, que la Generalitat había preparado mediante un entramado informático
para que se votara online. Por su parte Europa, con Macron y Merkel al frente,
apoyan a Rajoy ante este referéndum que no lo es; el Banco de España alerta de
que la tensión soberanista ya es un riesgo para la economía; Manuel Valls, ex
primer ministro francés, dice que “puede ser muy peligroso para Europa cambiar
las fronteras”; y la agencia de calificación S&P frena la mejora de la nota
de España por la crisis en Cataluña, estimando que la tensión política actual
puede “afectar de forma negativa” al crecimiento, aunque considera que
“Cataluña seguirá siendo parte de España por lo que mantenemos nuestro
pronóstico positivo a largo plazo”, es decir, que dan por hecho que, pasada la
tormenta, las aguas volverán a su cauce…¿imaginan que sucedería si consideraran
probable una independencia real de Cataluña?.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que los salarios de la hostelería
subirán en Baleares el 17% en cuatro años; que el Congreso aprueba 213 medidas
contra la violencia machista; que España recibe 67 presos desde Perú, la mayor
repatriación de la Historia; que el Gobierno reparte 8.000 millones para las
CCAA, la cuarta parte para Cataluña; y que los Pujol operaban en Andorra bajo
el alias de “Sagrada Familia” ya que bajo este nombre en clave el primogénito
ordenaba transferencias desde las cuentas del clan para repartir el botín entre
sus hermanos y su madre. Y en el exterior, citar que Merkel y Macron andan
divididos ante la reforma de la Unión Europea; que el Congreso de EEUU
investigará la actuación de “hackers” rusos, por lo que directivos de Twitter,
Facebook y Google son citados a comparecer; y que EEUU reduce su presencia
diplomática en Cuba, repatriando diplomáticos de la isla a causa de misteriosos ataques acústicos.
Jorge Cremades Sena
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