El
varapalo del TSJ de Madrid al ministro Illa y su decreto, que obligaba a
levantar los confinamientos decretados por Ayuso en la región, presagiaba una
reacción del Gobierno de Sánchez, mientras Ayuso, tras obtener la razón jurídica
al respecto, ofertaba un diálogo para salir de una vez por todas de este
callejón político sin salida en que los desacuerdos incomprensibles
Gobierno-Comunidad de Madrid les habían metido. En efecto, la Justicia anulaba
el confinamiento de la capital decretado por Illa en vísperas del puente de
octubre porque limitaba derechos fundamentales, Sánchez convocaba un Consejo de
Ministros extraordinario para dar una solución a tamaño disparate, Ayuso y
Almeida llamaban a la población a evitar desplazamientos y el Ejecutivo de la
Comunidad proponía negociar nuevas medidas antes de que el Gobierno tomase una
decisión al respecto. Todo un bochornoso espectáculo, impropio de políticos de
altura, que llevaba a los ciudadanos madrileños (y de toda España) a cotas de
incertidumbre insoportables. Y la decisión no se hace esperar: el Gobierno de
Sánchez decreta el estado de alarma en toda la ciudad de Madrid (antes sólo
tenían restricciones las zonas más afectadas por el coronavirus) y en otros
ocho municipios madrileños. Una súbita comparecencia de Illa desvelaba que “la
presidenta ha decidido no hacer nada; la paciencia tiene un límite” y, sin más,
sin escuchar el plan de la Comunidad para afrontar la nueva situación, más de
cinco millones de madrileños quedaban atrapados por un estado de alarma
impuesto que, en definitiva, les condenaba a idénticas restricciones que las
impuestas días antes por Ayuso para las zonas más afectadas por la pandemia,
pero ahora afectando a todos los citados municipios y a la capital en vez de
sólo a sus áreas sanitarias más castigadas. Así, un día después del varapalo de
la Justicia al decreto de Illa, el Gobierno resolvía unilateralmente y en un
santiamén lo que para muchos supone un rodillo inaceptable y un castigo a Ayuso
por haber osado derrotarle en los tribunales y Madrid volvía a cerrarse tras
una semana de verdadero caos político inconcebible en medio de una guerra de
cifras sobre víctimas de la pandemia (para la Comunidad de Madrid las medidas
autonómicas restrictivas sólo en las zonas más afectadas estaban dando ya
resultados positivos; para el Gobierno de Sánchez la situación seguía siendo
caótica, aunque Illa un día lo denunciaba y al siguiente manifestaba lo
contrario). En todo caso, el estado de alarma en Madrid es un hecho y Marlaska
despliega 7.000 agentes para controlar el cumplimiento de las restricciones e
imponer las pertinentes multas a quienes las incumplan. Sánchez ha ignorado la
llamada de Ayuso para una solución pactada y zanja el asunto decretando la
alarma cuando tras la desescalada había dicho que simplemente lo respaldaría
cuando las CCAA lo solicitaran. La desidia legislativa del Gobierno que había
sumido al país en este caos jurídico tras acabar el anterior estado de alarma
en toda España y dejar que las CCAA asumieran toda la responsabilidad de la
gestión de la pandemia, aunque con el eufemismo de la “cogobernanza” (ya ven
que de eso nada de nada), desemboca ahora en esta imposición del Ejecutivo pero
sólo para la Comunidad de Madrid, donde se quejan incluso de que hay otras
autonomías con parecidos datos de incidencia sin que la misma norma se les
aplique. Ya ven, el peor de los caminos para atajar una pandemia que sigue “in
crescendo” no sólo en España sino en toda Europa (el ritmo de contagios se
acelera en Francia, Alemania, Reino Unido o Italia) y que con el baremo europeo
quedaría toda España en rojo (sólo Asturias se salvaría del semáforo rojo
europeo para las fronteras). Por su parte, los expertos califican las medidas
implantadas de tibias y tardías (proponen limitar aún más los aforos, cerrar el
interior de los bares y trasladar todo lo que se pueda a los exteriores),
cuando más de 17.000 científicos y médicos de todo el mundo alertan de los
efectos “devastadores” de los confinamientos y en un manifiesto abogan por
proteger a los colectivos más vulnerables. Un estado de alarma en Madrid que
Sánchez sólo podrá mantener durante quince días pues quiere evitar tener que
llevar la medida al Congreso, donde no cuenta con los avales suficientes para prorrogarla.
Madrid se cierra pese a ser, según cálculos comparativos, la novena en
letalidad, la octava en contagios y la segunda en incidencia de casos de
mortalidad, lo que revela que hay otras CCAA que no andan para tirar cohetes
sobre el asunto. Ayuso, su presidenta, cuando estaba en plena negociación con
su equipo y con su vicepresidente Aguado, de Ciudadanos, que se inclinaba más
por las tesis de Illa, argumentó tajante “a mí no me chantajea nadie”….. y es
que este incomprensible pulso ente Gobierno y Comunidad de Madrid tiene de todo
pues indecentemente prevalece el interés electoral por encima de la salud.
Sánchez e Illa creen que quince días bastarán para mejorar los datos de Madrid,
que, según Ayuso, ya estaban mejorando con las medidas restrictivas impuestas
por ella, mientras algunos ministros piensan que ha sido un error dejarse
arrastrar a la batalla. El tiempo y los resultados lo dirá. Ayuso lo tiene
claro y dice “la Justicia, Madrid y el Rey son los que impiden que Sánchez
cambie el país por la puerta de atrás” y añade “nos estamos arruinando, no hay
más que ver Madrid, sus comercios, sus bares, sus empresas”.
Entretanto
Navarra y Cataluña anuncian quince días de restricciones, mientras en otras
zonas de España sus gobiernos autónomos siguen haciendo lo propio en algunos de
sus pueblos y ciudades sin que el Gobierno tenga que imponerles una alarma
indeseada. Es más, Navarra, que esquiva el cierre pese a superar la incidencia
de Madrid, pero que tiene un gobierno socialista, se limita a reducir aforos de
la hostelería al 30% tras el record de contagios, y su presidenta, Chivite,
presume incluso de que “nadie ha tenido que venir a imponernos medidas”,
mientras el popular García Egea, afirma: “Moncloa no se atrevería a declarar el
estado de alarma en Navarra, cuidar a Bildu está por encima de la salud” y
añade “Iglesias puede hacer que el Gobierno de Sánchez se vaya por el desagüe”
concluyendo “no vamos a participar en el circo de la moción de Vox, no tienen
votos; nadie censura más al Gobierno que el PP”. Seguramente eso, la escasez de
votos suficientes de unos y otros y la incapacidad de todos ellos para
consensuar mayorías solventes es lo que nos sume en esta caótica situación de
gobernabilidad en la que estamos inmersos. Y por si a alguien le interesan por
dónde van las encuestas, según NCReport, menos de cuatro de cada diez
madrileños apoyan la imposición del Gobierno, mientras Génova suma votos tras
el pulso de Ayuso con Sánchez, pues, en caso de elecciones autonómicas lograría
más escaños a costa de Ciudadanos, mientras el PSOE no se movería y le cedería
la primera posición al PP…..los resultados, según la encuesta, serían
concretamente: PP el 33´1% de votos y 45 escaños, PSOE 26´9% y 37, Ciudadanos
12´3% y 16, Más Madrid 12´1% y 16, Vox 8´7% y 11, y UPodemos 5´4% y 7.
Por
su parte, y en otro orden de cosas,
Iglesias planta cara a la Justicia y el juez García Castellón (elevado a los
altares cuando investigaba al PP pero condenado a los infiernos cuando investiga al líder de Podemos) denuncia
amenazas. En efecto, el Vicepresidente del Gobierno, considerando que la mejor
defensa es un buen ataque, desafía al Supremo y arremete contra la Justicia diciendo
que sería “inconcebible” que le imputaran, mientras el entorno de Podemos acosa
en las redes al juez de la Audiencia por no haber dado carpetazo al “caso Dina”
y haberlo elevado al Supremo dado el aforamiento del que goza Iglesias. Ya ven,
sólo es concebible investigar a unos pero no a otros….la Justicia es buena si
se aplica a los demás, pero si se me aplica a mí o a los míos, no. Y Sánchez
apoyando a su Vicepresidente mientras Podemos tiene la consigna de aguantar
pues “el PSOE no puede romper” ya que el gobierno de coalición saltaría por los
aires. Un Iglesias que, por cierto, se verá con el Rey al acudir por primera
vez a los actos de hoy, doce de octubre, después de haber arremetido contra el
Jefe del Estado, quien, por cierto, ha sido ninguneado por el secesionismo y
por los populistas de Colau (léase UPodemos) en la última visita a Barcelona,
junto a Sánchez, donde Felipe ha llamado a la unidad una vez más. Un
intolerable recibimiento hostil al Rey en la Ciudad Condal por parte del
secesionismo y el populismo que es incapaz de entender que como organizaciones
políticas pueden defender aquello que consideren oportuno pero que como
representantes institucionales de la Generalitat o los Ayuntamientos, como el
de Barcelona, han de estar sometidos a la lealtad debida al resto de
instituciones del Estado, entre ellas y con mayor razón a la primera de ellas
cual es la Jefatura del Estado. No obstante en esta ocasión el secesionismo
fracasó en su intento de boicot en la calle al Monarca pues apenas unos cientos
de radicales se concentraron para hacer sus peculiares salvajadas de quema de
banderas españolas y fotos del Jefe del Estado, siendo lo grave realmente la
soledad en que le dejaron las autoridades autonómicas y locales, que presumen
de que Cataluña, como si fuera extraterrestre, no tiene Rey. No en vano cien
personalidades de la sociedad civil española defienden la Monarquía y explican
la pervivencia de nuestro modelo constitucional, homologable como el de otros
muchos estados democráticos europeos y elegido libremente por los ciudadanos……y
no en vano los expertos denuncian el socavamiento de la Corona desde Moncloa:
los constitucionalistas ante este 12 de octubre piden reformas y avisan de que
“enemigos históricos de la Monarquía la atacan desde el Gobierno” y de que “los políticos están dinamitando el
sistema”. Llevan razón, no se puede dinamitar el modelo de Estado desde las
propias instituciones de dicho Estado, es un contrasentido, y muy peligroso, se
mire como se mire.
En
cuanto a asuntos económicos se refiere parece ser que el Gobierno renuncia a
subir el IVA a la enseñanza pues España se quedaría sola en la UE con dicho
impuesto a la enseñanza y la sanidad privadas, mientras se desata la alerta en
la banca por el brusco frenazo en el crédito y el record de ahorro y la
hostelería agoniza pues las quiebras se disparan un 80%. Y mientras el bloqueo en
la UE amenaza con atrasar la llegada de fondos de ayuda hasta finales de 2021
(Consejo y Parlamento chocan por la vigencia del Estado de Derecho) Cristina
Herrero, Presidenta de la AIREF, dice que “el Gobierno no puede suspender las
reglas de déficit sin un plan de ajuste a medio plazo”, alertando así la
Autoridad Fiscal del daño a las cuentas ya que “la deuda española no bajará a
nivel razonable antes de 2050 y sólo si hay crecimiento y equilibrio
presupuestario”, en fin, como ven, todo lo contrario de lo que el gobierno
social-comunista pretende.
Por lo que respecta
a otros asuntos cabe citar que con la reforma que prepara el Ejecutivo los
miembros en funciones del CGPJ tendrán limitado su poder pues se les impedirá
nombrar cargos tras vencer el mandato y baja la mayoría para elegir a doce
vocales; que el Comité de Bioética recomienda no legalizar la eutanasia,
concluyendo sus doce miembros de forma unánime que no estamos ante un derecho,
pues “legalizar la eutanasia supone iniciar un camino de desprotección de la
vida”; que la vivienda cambia de ciclo e inicia la recuperación fuera de las
grandes urbes; que “Ternera” regresa y dirigirá desde París el plan de la
izquierda abertzale; y que Nadal alcanza la cumbre tras derrotar en Roland
Garros a Djokovic y lograr su decimotercer título en París igualando el record
de veinte títulos de Grand Slams de Federer, a quien además supera en duelos
individuales y en Masters 1000….sin duda alguna un genio este español balear,
como deportista y como persona.
Y del exterior
destacar que la poetisa estadounidense Louise Glück es galardonada con el Nobel
de Literatura; que obuses de Azerbaiyan destruyen la simbólica catedral de
Shusha, no siendo la primera vez que el simbólico edificio religioso es atacado
a causa de la rivalidad étnica y religiosa en Nagorno Karabaj; que David
Malpass, Presidente del Banco Mundial, dice que “tenemos que ver esto como una
depresión económica” refiriéndose a la crisis que nos azota; y que Trump se
niega a un debate virtual con Biden dejando en el aire su duelo con el
demócrata, mientras anuncia que retoma la campaña diez días después de dar
positivo en covid19 en tanto que los demócratas ponen en duda su capacidad para
gobernar.
Fdo.
Jorge Cremades Sena
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