Amparado
en el nuevo espíritu europeo de mayor permisividad presupuestaria y menor
exigencia de requisitos y reformas para acceder a las ayudas, Pedro Sánchez
opta por un descomunal récord en el techo de gasto en todas y cada una de sus
variables apostando, si se lo permiten, por más deuda, más déficit y más gasto
público, sin plantear la más mínima reforma (recortes le llamaban en la anterior
crisis cuándo Europa optaba por mayor austeridad y control para acceder a las
ayudas, entonces llamadas rescates) tendente a reducir el derroche público que
nos permita gastar lo justo y mejor en vez de gastar más y que quienes vengan
después paguen los platos rotos. En efecto, aunque Calviño prevé ahora una
caída del PIB del 11´2% este año, el Gobierno apuesta la presunta recuperación
económica de España a un fuerte alza del gasto con los fondos europeos,
mientras el FMI eleva previsiones para la economía mundial pero advierte de los
riesgos. En román paladino, para que todo el mundo lo entienda, se asemeja a
esa familia arruinada, endeudada y derrochadora que de pronto ve reducidos sus
ingresos anuales con inciertas posibilidades de recuperarlos en breve plazo
pero que, en vez de ajustar su nuevo nivel de vida a la nueva situación
económica y reducir gastos, decide gastar más aún sin renunciar a ningún gasto
superfluo gracias a que los amigos les ayudan y a que otros vecinos les prestan
dinero. En efecto, Sánchez, para calmar a sus socios, cierra filas con Iglesias
para lanzar este dudoso plan de recuperación elevando en sus cuentas hasta casi
200.000 millones de techo de gasto aunque calcule una caída sin precedentes del
PIB, por más que el Banco de España le pida dedicar la ayuda europea a corregir
una recuperación “frágil y desigual”; un insólito disparo del gasto en un 53%,
estimando que la economía crecerá entre un 7 y un 10% en 2011, por más que
otros organismos, como la AIReF, enfríen semejante optimismo avisando de que
“hay riesgo de otros escenarios”, mientras Podemos se lanza a celebrar “el fin
de la austeridad” como antesala de unos Presupuestos que “aborrecerá la
derecha” (esperemos que no los tenga que aborrecer el pueblo en su conjunto); y
un desorbitado déficit de 240.000 millones de euros que llevará a España al
agujero negro del 11´3% este año y al 7´7% en 2021, mientras el propio Gobierno
empeora sus cálculos del hundimiento del PIB de 2020 en 25.000 millones. Y
como, a pesar de todo, a nadie se le escapa que toda esta fiesta derrochadora
al final habrá de pagarse, vuela en el ambiente la preocupación por un presunto
hachazo fiscal descomunal (ya se rumorea, entre otras, subidas de IVA o cobro
del impuesto a la Sanidad y la Educación privada, cuando ningún país de la UE
lo cobra a su Sanidad y casi ninguno a su Educación) pues por mera lógica el
incremento del gasto sin incrementar el ingreso conduce a la ruina
directamente…..y, si ya se está en la ruina, directamente al cao y la miseria.
Pues bien, mientras se desata la alarma de los Bancos de Inversión porque
España es la “notable rezagada” (JP Morgan, Goldman Sachs y Morgan Stanley
constatan el “deterioro” de la economía española), Pedro Sánchez con un
entusiasmo inusitado anuncia un plan de recuperación de la economía española,
que nadie se cree (seguramente ni él mismo), para todo lo que queda de
legislatura, elaborado por él mismo sin previas conversaciones con la
oposición, ni con las CCAA ni con los Ayuntamientos. Un plan, su plan, que
anuncia a bombo y platillo sin opción a preguntas de los periodistas, con el
que promete la creación en tres años de 800.000 puestos de trabajo (algunos
bromean diciendo que no se sabe si lo que ha querido decir es 800 o 1.000
puestos de trabajo), que, en todo caso, supondría la recuperación del empleo
perdido en la crisis gracias a los 72.000 millones del fondo de reconstrucción
de la UE, si es que ésta acepta sus propuestas y no le exige nada a cambio de
dicho fondo, y que, en todo caso, con dicho dinero europeo, la promesa
supondría, en el mejor de los casos, la mitad del empleo que se creaba en
España al llegar el gobierno de coalición social-comunista a Moncloa, aunque
seguramente, salvo que todo sea propaganda, en esta ocasión los presuntos
trabajos creados serán de alta calidad, definitivos y no temporales y bien
remunerados, pues todo lo contrario era lo que, según ellos, sucedía cuando
estaban en la oposición y se creaba semejante empleo. ¿Hay razones para estar
eufóricos? Yo creo que no, que hay razones para estar muy preocupados por
nuestro futuro, cuando en la propuesta de Sánchez no aparece referencia alguna
a reducir los tremendos gastos públicos que se generan en el macrogobierno
central (el más numeroso en ministros) y en las Cortes Generales (¿no se puede
reducir al menos el número de parlamentarios como ha hecho Italia?), en los
diecisiete gobiernos autonómicos (algunos presidentes cobran verdaderas
barbaridades) y sus respectivas Cortes (¿no pueden funcionar con menor número
de diputados?) y en buena parte de los grandes Ayuntamientos (algunos alcaldes
cobran más que el presidente del Gobierno)….. Y, por cierto, ¿no se pueden
reducir las innecesarias empresas públicas, plagadas de enchufados? ¿no se
puede prescindir de la mayor parte de asesores de todos y cada uno de los que
dirigen todas estas instituciones?. En fin, sin más comentarios. Gastar más y no
mejor es la consigna….y hacerlo con dinero prestado o con ayudas. Entretanto,
el 35% de los hogares con derecho al ingreso mínimo no lo cobrarán este año.
No
obstante esta especie de presentación apoteósica del plan de recuperación
económica de Sánchez con dinero europeo, queda nublada mediáticamente por el
“caso Dina” pues el juez García Castellón, pide al Supremo que investigue al
Vicepresidente Iglesias por presuntos daños, delitos de revelación de secretos,
mentir al juez y denuncia falsa. Pide García Castellón al Supremo en su auto
que investigue a Iglesias por su “uso torticero” de la Justicia y su intento de
hacer creer que era víctima de las cloacas del Estado para obtener ventaja
electoral, dejando claro que los hechos son una “consciente y planificada
actuación falsaria desplegada por Iglesias con su personación, fingiendo ante
la opinión pública y ante su electorado haber sido víctima de un hecho que sabía
inexistente pocas semanas antes de unas elecciones generales” ya que vio “una
oportunidad para lograr rédito electoral, aparentando ser víctima de una
actuación de Villarejo”. En definitiva, Iglesias, que no tiene ya la condición
de investigado por su aforamiento, lo que obliga a García Castellón a elevar el
asunto al Supremo, presuntamente se presentó como víctima de las cloacas del
Estado cuando la cloaca era él mismo, sabiendo de primera mano que los mensajes
procedían del propio partido (él tenía la tarjeta de Dina) pero fingía ser “una
víctima” con fines electorales acusando al PP, entonces gobernante en España.
Un turbio asunto que, cuando por fin Iglesias tuvo que reconocer que la tarjeta
de Dina la tenía él y no las cloacas del Estado, argumentó que no se la entregó
a Dina porque es una mujer muy joven y no la quería someter a mayor presión (la
vena machista del Vicepresidente vuelve a relucir en sus explicaciones).
Obviamente el juez García Castellón, un héroe para Podemos mientras investigaba
los casos Kitchen, Púnica o Lezo, que afectan al PP, pasa a ser ahora un
villano al servicio de los poderes fácticos del Estado desde el momento en que
osa investigar el “caso Dina” sin dar la razón a las tesis de Iglesias, quien,
a pesar de todo y contraviniendo su cacareado código ético, se aferra al poder,
mientras Sánchez le expresa su apoyo y Casado exige su cese inmediato por
mentir a un tribunal, en tanto que Podemos dice “no dar crédito” a lo que está
pasando y ataca al juez, otrora aplaudido, dejando claro que no apoyará el
pertinente suplicatorio en el Congreso para que pueda ser juzgado mientras
presiona a los socialistas para que dé un “no” al mismo, cuando es sabido que a
los obligados suplicatorios para que los parlamentarios puedan ser juzgados por
el Supremo siempre se les suele dar el visto bueno. ¡Sólo faltaría ya que el
PSOE se negara en el Congreso a que Pablo Iglesias sea investigado por los
presuntos delitos que le imputa el juez instructor y que no puede proseguir con
el caso por la condición de aforado del Vicepresidente! Sería ya el colmo de
los colmos de los despropósitos. Curiosamente Irene Montero, ministra y
compañera de Iglesias, madre de sus hijos, anuncia inesperada y sorpresivamente
la reversión de la ley del aborto para eliminar el permiso paterno de las
menores y que puedan abortar sin el previo consentimiento paterno….un asunto de
vital trascendencia en España, cuya coincidencia con los escándalos de su
marido o compañero, Pablo Iglesias, alimenta la especulación de que pueda ser
una estrategia para desviar la atención, pues a Podemos se le pueden achacar
muchas cosas pero nadie les puede negar que son maestros de la demagogia y la
propaganda política.
Entretanto
sigue haciendo estragos la segunda ola de la pandemia de coronavirus que lleva
a confinar a 5´2 millones de españoles (León y Palencia aplican el cierre
perimetral, Zaragoza y Huesca reducen los aforos, mientras París o Nueva York
toman medidas más drásticas que las vigentes en España), en tanto que los
científicos alertan de pruebas “abrumadoras” del contagio por vía aérea (¡lo
que faltaba!). Y también prosigue el desencuentro entre el Gobierno de Sánchez
y la Comunidad de Madrid, a quien la Justicia acaba de dar la razón en el asunto
del obligado confinamiento de la capital. Madrid pide a Illa levantar las
restricciones pese al repunte de infecciones (España suma en un solo día 261
muertes, la mayor cifra de la segunda ola) e Illa da por buenas las cifras de
Madrid, que pide el fin del confinamiento (ahora afirma el ministro que “jamás”
puso en duda los datos del Ejecutivo de Ayuso, cuando el día anterior dudaba
públicamente de la veracidad de los mismos, mientras el consejero sostiene que
“nuestras medidas funcionan”). Por otro lado la crisis de Ayuso con
Ciudadanos y con Sánchez aboca a
elecciones en la Comunidad, donde creen que su socio naranja es “desleal” y que
ya “no pueden fiarse”, por lo que desde la Puerta del Sol trabajan con que
Génova acabará apoyando ir a las urnas. Mientras tanto se siguen publicando datos
concretos sobre los avisos que Seguridad Nacional hizo en su día al Gobierno acerca
del desbordamiento de la pandemia como que, según actas confidenciales, ya el
7-M fue alertado de la “amenaza” del virus manifestando que “no se descarta que
la cifra de fallecidos ascienda en las próximas horas”, que “el incremento de
casos en las últimas horas ha sido mayor de lo habitual” y que “los casos se
concentran fundamentalmente en la Comunidad Autónoma de Madrid”; el PP pide la
comparecencia de Carmen Calvo y de Iván Redondo por desoír dichas alarmas y la
senadora popular Ana Camins, mostrando en el Senado la portada del periódico
que informa de las citadas advertencias, dice al Gobierno “su problema no es
Ayuso, sino explicar por qué ocultó las alarmas”, cuando Simón pidió no
difundir “miedo ni bulos” el día en que Seguridad alertaba de un “riesgo alto”:
en efecto, el 29-2-2020 Seguridad Nacional alertaba de que “se ha elevado a muy
alto el riesgo de propagación” y Simón afirmaba que “la cancelación de eventos
no puede basarse en el miedo ni en los bulos; no hay razones objetivas para
suspender las Fallas”. ¿No hubiera sido lo más razonable que todas estas
cuestiones se investigaran con pelos y señales en una comisión parlamentaria que
la mayoría de la investidura niega a la oposición? No extraña pues que se tome
con recelo que Sanidad designe un comité del PSOE que fijará las reglas para
evaluar la pandemia.
Por
otro lado sorprende que Sánchez vaya ahora con el Rey a Barcelona para rebajar
la tensión cuando hace apenas unos días el Jefe de Estado fue vetado. En
efecto, Moncloa busca ahora mostrar normalidad en un evento económico y se
lleva a Felipe VI tras el alud de críticas recibidas por el veto anterior y lo
hace, tras vetarle en el acto judicial, improvisando una visita del Monarca a
Cataluña para asistir a un encuentro organizado por una institución controlada
por el PSC que la Generalitat boicoteará. Moncloa “cuela” así en la agenda del
Rey un acto en Barcelona que se habló la semana pasada pero que no fue
publicado el viernes en la nota a la prensa de Zarzuela. No extraña que con
semejantes comportamientos se extienda la idea de que el Gobierno abusa de la
autorización previa para controlar al Jefe del Estado, mientras los juristas
advierten de que Sánchez vulnera la Constitución al someter la actividad
pública de la Corona a un refrendo permanente desde La Moncloa. En todo caso
Felipe VI y Sánchez, que acaban de coincidir en la reunión del Patronato del
Instituto Cervantes, coincidirán en Barcelona donde el populismo y el secesionismo,
socios y sustentadores del Gobierno de coalición, mostrarán su hostilidad hacia
el Jefe del Estado dando “plantón”, consumando así Podemos en Cataluña por
primera vez dicho desplante y a su vez un nuevo desafío también al Presidente
del Gobierno al que prometió lealtad institucional….en efecto, ni la alcaldesa
de Barcelona, ni ningún miembro podemita acompañará al Jefe de Estado, vacío
que obviamente secundará el Govern de JxCat y ERC e incluso el President del
Parlament. ¿Y nadie pone remedio a semejante desbarajuste institucional? ¿nadie
rompe pactos de gobernanza con semejantes personajes? Está bien claro que vamos
de mal en peor. Entretanto un juez falla contra la Universidad de Barcelona por
“vulnerar las libertades y la neutralidad ideológica”, una condena a los rectores
del secesionismo pues varios de ellos se adhirieron al documento en contra de
la sentencia del 1-O, mientras los constitucionalistas (es decir, los demócratas)
avisan de que la sentencia ayudará a frenar el dogmatismo y dejan claro que “no
nos vamos a callar” en tanto que los profesores que lograron esta condena a la
Universidad de Barcelona tienen bien claro que “la Universidad catalana está al
servicio del poder político”. Además la Generalitat queda obligada a hacer
público cuántos mossos purgó Torra. Es obvio: si la democracia y el Estado de
Derecho no pone límites a los liberticidas, éstos cada vez se sentirán más
fuertes para imponer sus totalitarias decisiones…..y los límites son las leyes
emanadas de la Constitución. En el País Vasco por su parte los radicales de
izquierda protestan por la detención de tres ex miembros de ETA que vigilaban
un zulo con armas relacionadas con atentados.
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que los barones del PP piden votar “no”
en la moción de Vox y los de Abascal se ofrecen a Ayuso en Madrid para dar estabilidad
a la Comunidad si rompe con Ciudadanos diciendo “seremos un socio fiable”; que
las CCAA podrán superar el 2´2% de endeudamiento; que Industria promete apoyar
al sector del automóvil, su electrificación y digitalización, situándolo “en
primera línea de las ayudas europeas”; que la Seguridad Social plantea que los
autónomos coticen según sus ingresos; que Interior espió a Bárcenas en prisión
durante la “operación Kitchen” y un ex mando policial declara que el “dos” del
Ministerio daba las órdenes en dicha operación; que miles de coches VTC están
aparcados y en venta; que García-Page manifiesta “necesitamos una armonización
fiscal, existe una competencia indebida”; y que las aulas de la pandemia no
están listas para el invierno cuando deben prevenir contagios por vía aérea lo
que obliga a extremar la ventilación de las mismas.
Y
del exterior, destacar que el partido neonazi griego Aurora Dorada es tachado
por la Justicia como organización criminal; y que Trump sale del hospital y
quita importancia a la enfermedad, se quita la mascarilla e insta a que “no tengáis
miedo al Covid-19, no dejéis que domine vuestra vida”, concluyendo “¡me siento
mejor que hace veinte años!”.
Fdo.
Jorge Cremades Sena
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