Mientras
las denuncias a residencias de ancianos por su actuación en la crisis sanitaria
avanzan en los juzgados, se pone en marcha, precisamente en una residencia de
Guadalajara, la campaña de la vacuna de la esperanza que pueda atajar o al
menos paliar los estragos que está causando no ya sólo en España sino en el
resto del mundo. Es el inicio esperanzador de la mayor inmunidad colectiva de
la historia de nuestro país, con la llegada de las primeras vacunas, custodiadas
por la Guardia Civil hasta entregarlas al Ejército, y el posterior inicio de la
vacunación con el objetivo de que en primavera ya estén vacunadas cerca de 2´3
millones de personas y el de que el 70% de la población quede inmunizada antes
del verano. El Gobierno de Sánchez, a la cola en gestión de la pandemia y a la
cabeza en propaganda, usa la vacuna para hacer autobombo, pese a que en los
rankings internacionales España ocupa los últimos puestos en desempleo
sanitario y económico contra la covid, y, al efecto, se apropia del medicamento
colocando el sello gubernamental en las cajas y protagonizando un cierto “show”
al poner en marcha un aluvión de propaganda política para rentabilizar la
campaña, mientras desde la oposición le piden que sea equitativo y eficaz a la
hora de facilitar el medicamento a las diferentes CCAA, quienes en definitiva
son las encargadas de poner en práctica todo el proceso de vacunación. En todo
caso, y al margen de la parafernalia de unos u otros para sacar rentabilidad
política de la vacuna, la realidad es que, a la espera de que lleguen otras,
como la de Moderna, además de la de Pfizer, el primer día de vacunación se
salda con más de 9.000 vacunados en los diversos territorios de España y la predisposición
de administrar durante las próximas doce semanas 350.000 dosis semanales,
encarando así el principio del fin de esta pesadilla infernal que nos azota a
todos. Dice el Ministro Illa, contento pero preocupado, que “quedan meses por
delante, no bajemos la guardia” ya que el virus sigue a sus anchas, mientras
desde las residencias los pioneros en la vacunación, ancianos residentes y
sanitarios, sostienen que “si el virus vuelve que no sea por mí” exhibiendo su
valentía por ser los primeros en vacunarse y alentando a que todo el mundo,
como ellos, se administre la vacuna que será gratuita y voluntaria. Entretanto,
Madrid confirma cuatro positivos de la cepa británica, que se va extendiendo por
otras zonas, y Ayuso carga contra el Presidente del Gobierno por el “coladero”
de Barajas de una cepa más contagiosa que, según la Presidenta regional, entró por
dicho aeropuerto, aunque las autoridades sanitarias investigan otros casos
sospechosos justo el día histórico en que empieza el proceso de vacunación, no
sólo en España sino también en la mayoría del resto de países miembros de la UE,
por lo que Úrsula von der Leyen destaca el “emocionante momento de unidad” al
arrancar semejante operativo sanitario sin precedentes, coincidiendo con la
buena noticia de que por fin la UE y Reino Unido sellan el acuerdo comercial
del Brexit, evitando así un divorcio salvaje con este compromiso de última
hora, que permite el libre comercio sin aranceles a cambio de ciertas garantías,
aunque queda pendiente que el acuerdo sea ratificado por todos los estados miembros
de la Unión, lo que, de entrada, se da por hecho. Así las cosas y en plena
lucha sin cuartel contra la pandemia sanitaria en toda Europa (y en el resto
del mundo) la UE y el Reino Unido ultiman su divorcio el uno de enero, por el
que la UE podrá adoptar represalias en 20 días si Londres incumple lo pactado,
fijando un mecanismo ágil frente a la competencia desleal, aunque las “divergencias”
pueden hacer “que cambien las circunstancia del pacto”, siendo el sector
pesquero el peor parado pues la UE tendrá que ceder el 25% de los derechos de
pesca en aguas británicas. Y mientras los países de la UE inician a marchas
forzadas el proceso de ratificación del acuerdo, Europa establece una nueva
frontera que separará la UE de Reino Unido, poniendo fin a cinco décadas de
tortuosa relación entre ellos, con no pocos desencuentros. Un Brexit que, entre
otras cosas, alienta el soberanismo escocés y las dudas en la City, pues a
partir del primer día del próximo año volverán los visados y los trámites
aduaneros, mientras Nicola Sturgeon, la ministra principal escocesa, recalca
que ahora que el Brexit llega a su punto final es hora de que “Escocia se
convierta en una nación europea independiente”…..en fin, tiempo al tiempo.
Y
por fin se acabaron las especulaciones sobre el discurso navideño del Rey que,
una vez más, se ajustó estrictamente a los principios democráticos y al respeto
a la Constitución, lo que, como es público y notorio, pone de los nervios a los
socios de Sánchez, quienes, como era de esperar, se dedican a criticarlo
incluso de forma grosera y soez. En efecto, el Rey centró su discurso en la pandemia
y aunque no mencionó concretamente a su padre, hizo alusión a su situación, con
frases impecables: “los principios éticos obligan a todos sin excepción” o “la
ética está por encima de la familia”, destacando el compromiso ético de la
Corona, mientras lanza un mensaje de “unidad y esperanza” ante la pandemia
convencido de que “España saldrá adelante” y hace una defensa firme de la
Constitución española por ser “el fundamento de nuestra convivencia democrática”
y “nos garantiza nuestro modelo de entender la vida, nuestra visión de la
sociedad, de su dignidad, derechos y libertades”. ¿Algo que alegar sobre el
discurso? Desde la higiene democrática, creo que no. Sin embargo Podemos y
nacionalistas, socios de Sánchez, que hubieran estado en disconformidad dijera
lo que dijera, critican la mínima referencia al Emérito, y, desactivados por el
discurso de ruptura de Felipe con su padre (a buen entendedor con pocas
palabras basta), se lanzan malévolamente contra el Jefe del Estado y le acusan
de amparar el “golpismo” sin base alguna cuando son ellos quienes, obcecados
por cargarse el “régimen del 78”, se mueven por recovecos poco democráticos.
Por su parte el centroderecha apoya sin fisuras al Rey frente a los socios de
Sánchez, mientras el PSOE trasmite un frío respaldo a Felipe VI (¿miedo a que
podemitas y secesionistas dejen tirado a Sánchez?) y le piden que siga
renovando la Monarquía; es sospechoso que el PSOE calle ante el duro ataque de
sus socios al Rey, evitando censurar que Podemos y los nacionalistas le acusen
de amparar el “golpismo”, y se limiten a apoyar el discurso en lo “sustancial”.
Por otro lado, según NCReport, la mayoría aprueba el discurso del Rey y la
alusión a su padre, pues sólo tres de cada diez rechazan que no le nombrara
expresamente. Y la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmando “estamos
cómodos dentro de este Gobierno de coalición”, un gobierno mal avenido, como
ven, y que ignora al Parlamento batiendo records en la aprobación de decretos,
uno cada diez días, y no sólo por la pandemia pues desde 2018 ha usado esta vía
excepcional en 78 ocasiones, haciendo de la excepción la norma en detrimento de
la higiene democrática.
Un
gobierno de coalición cuando la legislatura de verdad empieza ahora tras la
aprobación de los Presupuestos llegando a 2021, tras el convulso 2020, con
frentes abiertos por todas partes, especialmente económicos, y preocupado por
el desgaste político que señala el propio CIS de Tezanos. Entretanto el popular
Moreno Bonilla, Presidente de la Junta de Andalucía, se pregunta que “¿para qué
quiere Sánchez el estado de alarma hasta mayo si no lo ejerce?” y afirma: “el
discurso de Casado fue de éxito porque asentó el PP en un centrismo plural e
inclusivo, me siento identificado con él”, “con Vox nos centramos en el tronco
común que compartimos, por eso hemos podido aprobar tres presupuestos”. Y
mientras Casado impone prejubilaciones en los cargos del PP, desplegando Génova
a sus peones para hacerse con el poder territorial, Ciudadanos cierra pactos
con Lamban y Page tras el “no” a Sánchez en los Presupuestos.
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el turismo cierra su peor año en
medio siglo; que la compra de deuda española del BCE suma ya el 30% del PIB;
que Marruecos y el coronavirus disparan casi un 30% la entrada de inmigrantes
ilegales este año, llegando a España hasta el 15 de diciembre 39.474, más de la
mitad a Canarias; que el virus doblegó la curva del IPC, marcando la pandemia
todo el año el devenir de la inflación; que el campo español lanza un SOS a la
espera de las ayudas de la UE; que los separatistas catalanes llegan a la
campaña del 14-F con su mayor división con JxCat criticando la apuesta
negociadora de ERC; que el Supremo pone límites a la temporalidad de las
subcontratas; que el Papa pide “vacunas para todos” en un Vaticano vacío,
apelando a la solidaridad en la pandemia frente al “individualismo radical”;
que las facturas de Neurona a Podemos son imposibles pues, se miren por dónde
se miren, los documentos aportados al juez no cuadran y dinamitan el caso, el
Supremo se pronunciará sobre la imputación de Iglesias en enero mientras
Fiscalía ya vio indicio de delito del Vicepresidente en el “caso Dina”; y que
el colapso de la Justicia amenaza más de cien causas de los ERE de Andalucía diez
años después, por los que varios gobiernos andaluces otorgaron a discreción
cientos de millones de euros, un fraude cifrado en 679 millones, que se saldó
con la condena, entre otros, de dos expresidentes socialistas de la Junta, pero
aún quedan más de cien causas pendientes.
Fdo.
Jorge Cremades Sena
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