lunes, 11 de abril de 2022

AL SERVICIO DE SU MAJESTAD MOHAMED VI

 

                    Fiel a su estilo cambiante, temerario y egocéntrico, Pedro Sánchez, él solito y sin consultar siquiera con su propio Gobierno (el órgano colegiado que, en todo caso, tiene las competencias y no sólo él como su presidente) ha decidido por su cuenta y riesgo ponerse al servicio de su majestad Mohamed VI, quien, adrede, le ha exigido que sea primero él personalmente y no su ministro Albares quien le visite en Rabat para dejar constancia fehacientemente del entreguismo del Sahara por parte del Gobierno español a los intereses de la Monarquía alauita, rompiendo así décadas de neutralidad de España en asunto tan peliagudo para situarse en favor de una de las partes, la marroquí. Y Sánchez, con la mitad de su Gobierno en contra y la desautorización de la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados, pues sólo el Grupo Socialista (y supongo que a regañadientes) le apoya en este caprichoso volantazo, se presenta en Rabat para prestar pleitesía a Mohamed VI quien, conseguido su objetivo, le recibe en audiencia por todo lo alto para escenificar el triunfo de la soberanía de Marruecos sobre la antigua colonia española y, como contrapartida, reabre las fronteras, pero, eso sí, sin dejar constancia explícita por el contrario de que Marruecos renuncia a sus reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla…. En fin, una bicoca sin duda para el monarca alauí, que Sánchez califica de “hito diplomático” al ser “el inicio” de una nueva etapa en las relaciones hispano-marroquíes, mientras su socio de gobierno, Podemos, acusa al PSOE de “falta de lealtad” y diplomáticos niegan dicho “hito” de Sánchez ya que “el resultado es lamentable” pues “sólo hemos logrado volver al momento previo al error de Ghali”, pero entregando el Sahara, y “todo destila amateurismo”. Por su parte Argelia advierte sobre Marruecos y asegura que “tarde o temprano” el reino alauí “volverá a la carga” con sus reivindicaciones de soberanía, pues si la visita de Sánchez a Rabat y su reunión con Mohamed VI parece haber zanjado temporalmente las tensiones con Marruecos, que Sánchez provocó, por el contrario ha provocado ahora un frente abierto con Argelia, nuestro principal proveedor de gas, que pretende subir el precio del mismo sólo a España y no al resto de países. Obviamente el Frente Polisario rompe relaciones con el Gobierno de España tras el apoyo de Sánchez “a la ilegal propuesta del ocupante marroquí que pretende legitimar la anexión de territorios del Sahara Occidental por la fuerza e ignorando los derechos inalienables del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia” y recuerda que el Estado Español tiene responsabilidades tanto ante el pueblo saharaui como ante Naciones Unidas al ser potencia administradora del territorio “cuyas responsabilidades no prescriben” y la medida pretende “desmarcarse de utilizar la cuestión saharaui en el marco de míseros tratos con el ocupante” y hasta que se adhiera a las resoluciones de legitimidad internacional “que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a respetar las fronteras de su país tal como son reconocidas internacionalmente”. Y no les falta razón, la puesta al servicio del Monarca alauí por parte de Sánchez para enderezar su entuerto con el asunto Ghali más que un “hito diplomático” parece una chapuza coyuntural para salir del paso sin tener en cuenta las consecuencias posteriores….y además contra buena parte de su Gobierno y contra el Congreso de los Diputados, la Cámara que representa al pueblo español. Pero no pasa nada, es Sánchez en su pura esencia.

          Un Sánchez que, por otro lado, liquida el prometido pacto fiscal con Feijóo en minutos, argumentando que “no se puede” para avalar el rechazo a la petición de bajar impuestos del nuevo líder del PP y admitiendo que “ni hay acuerdo ni lo va a haber”, mientras reconoce su “equivocación” por no alertar del giro sobre el Sahara, pero instando a reanudar la negociación sobre el CGPJ. De esta forma Sánchez y Feijóo, en su primera reunión abren esta presunta fase de deshielo pero sin acuerdo alguno, pues si Feijóo está dispuesto a desbloquear el Poder Judicial, Sánchez no consigue concreción alguna sobre sus once propuestas y, eso sí, se niega a una bajada de impuestos pactada, dedicando sólo diez minutos a hablar de economía y a petición del líder del PP, mientras pone su prioridad en el CGPJ. Por tanto el presidente y el líder de la oposición pasan de la distensión inicial a la confrontación cuerpo a cuerpo, pues Moncloa coloca al nuevo liderazgo del PP en el centro de su diana tras el encuentro ya que para seguir Sánchez con su política de aquí te pillo y aquí te mato no necesita al líder del PP para nada, mientras a éste se le impide pactar una política económica con el Ejecutivo. Entretanto, según las encuestas, el 71´8% de los españoles cree que hace falta un gran pacto de Estado, el 70% ve la situación económica mala o muy mala y el 69´4% considera que habría que bajar impuestos. Pero Sánchez, instalado en su atalaya, sigue a lo suyo, mientras Feijóo, que desiste de llevar al Supremo la batalla por los fondos europeos, insiste en que “hay que bajar impuestos para dar oxígeno a las familias” y acusa a Sánchez de “vivir al día”, destacando que “los congresos regionales son para fortalecer al partido, no para controlarlo”.

          Un partido, el PP, que, según los sondeos, con el “efecto Feijóo” apuntala la remontada, pues, según GAD3, Feijóo se convierte en el líder más valorado, sorpasando a Sánchez, y el PP conseguiría mayoría absoluta pactando con Vox, mientras que el PSOE bajaría de cien escaños y la coalición del gobierno perdería una treintena de ellos; los resultados serían: PP 29´4% de votos y entre 124-128 escaños, PSOE 25´3% y 96-100, Vox 15´4% y 51-53, y UPodemos 10´7% y 26-28. Datos que, más o menos, también confirma el sondeo de GESOP que otorga a los populares entre 118-121 escaños (33 más que con Casado), 107-110 a los socialistas, 54-56 a Vox y 26-28 a UPodemos. No en vano Ayuso señala el camino a Feijóo para normalizar los pactos del PP con Vox (si el PSOE pacta con la extrema izquierda y los radicales para conseguir gobernar…¿por qué el PP ha de renunciar a ello?, sería el argumento), mientras que la oferta de pactos de este nuevo PP a Sánchez divide a los socialistas.

          Y mientras la alta inflación bloquea el pacto de rentas (la CEOE rechaza las exigencias sindicales en la negociación de un pacto de rentas a tres años, pues UGT y CCOO quieren asegurar que se compense al final de ese plazo el 75% de lo que se desvíe la inflación), el ministro Escrivá manifiesta que “la revalorización de las pensiones según la inflación está garantizada”, que “el equilibrio de las cuentas se hará con la reforma fiscal y la mejora de la eficiencia del gasto”, que “el sistema impositivo hay que mejorarlo para hacerlo más equitativo y eficaz” y que “el compromiso en Defensa afecta al déficit y hay que evaluar cómo se ejecuta”. La realidad es que el coste de la macroestructura del Gobierno minoritario de coalición de Sánchez se dispara un 30% desde su llegada al poder, pues ni la pandemia ni la crisis energética han frenado el gasto desmesurado en asesores y personal de confianza (contentemos a cuantos más amigos y afines mejor), que ha crecido un 60% respecto a la época de Rajoy. Entretanto, los propagandistas de Putin en España seducen a extremismos de izquierda y derecha ya que las tesis prorrusas captan a militantes del PCE y Podemos además de atraer a la causa a miembros de la CUP y Bildu y a personas de la extrema derecha, para justificar la indecente invasión de Ucrania.

          Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Omella, el presidente de los obispos españoles, dice “hemos sido un poco lentos” sobre los abusos de la Iglesia; que un juez embarga los bienes de lujo de los comisionistas de las mascarillas y que los contratos de Medina y su socio fueron los más altos de Madrid por emergencia covid en 2020; que la justicia condena al PP por tercera vez por la red Gürtel; que la Generalitat Valenciana subvencionó el empleo del hijo de Ximo Puig con la trama de su hermano, pues con el “clan de los Puig” se lucraron un hijo, dos hermanos y una cuñada del Presidente valenciano; que el asesino de Oviedo había sido detenido dos veces por la Guardia Civil; que Moncloa teme que las andaluzas bloqueen la renovación del CGPJ; que Puigdemont crea su Govern “fake” y redobla el desafío, mientras Gobierno y ERC ultiman un plan para blindar el catalán en las escuelas; que el Gobierno abre la puerta a prorrogar la ayuda a la gasolina y Bruselas pide a España que aclare cómo financiará los límites al gas, pues la Comisión Europea analiza el impacto de la “excepción ibérica”; y que Sanidad instará a un uso “responsable” de la mascarilla en bares y pubs, cuando se presume un botín de 2.000 millones en la ley de la selva de la pandemia por la falta de controles entre marzo y mayo de 2020 que facilitó el pillaje de comisionistas en todas las administraciones, al extremo de que Fiscalía investiga decenas de contratos en lo que ya se conoce como “caso mascarillas”.

          Y del exterior, destacar que el actor Will Smith es vetado durante diez años a los Oscars, pues la Academia le prohíbe acudir a la gala y agradece a Chris Rock su “compostura” tras la bofetada que le dio Smith; y que Macron resiste en las presidenciales francesas y se enfrentará a Le Pen en segunda vuelta tras obtener el 27´4% de apoyos frente al 24´1% de la lideresa de la extrema derecha, mientras Melenchon, el líder de la izquierda populista, queda tercero y pide a sus seguidores que no voten a la Agrupación Nacional, y mientras se hunden republicanos y socialistas, que con el 2% de votos obtienen el peor resultado de su historia, por lo que piden a sus votantes que en la segunda vuelta apoyen a Macron.

Entretanto prosigue la guerra en Ucrania. Rusia recibe más castigo de la UE y sufre un revés en la ONU, que la expulsa del Consejo de Derechos Humanos, mientras la OTAN decide dar más armas para la defensa de Ucrania y Putin se emplea a fondo para tomar Mariúpol, ciudad que los separatistas prorrusos dicen tener bajo su control. Europa por su parte se prepara para la guerra energética total y el Parlamento Europeo reclama el embargo “completo e inmediato” de las compras a Moscú, viendo Bruselas inevitable el cese de las importaciones de gas y petróleo pese a las pérdidas incalculables que ello puede acarrear. Mientras tanto Rusia causa otra matanza de civiles (al menos 52 muertos, entre ellos cinco niños, y un centenar de heridos) en un ataque con misil a la estación de tren de Kramatorsk, donde unas 4.000 personas, según el alcalde, esperaban los trenes para huir de Donbás a zonas más seguras, pues Putin concentra ahora toda su energía en dicha región y trata de corregir los errores de Kiev, donde ha salido trasquilado. De momento el dictador ruso da el mando en Ucrania al general Alexander Dvornikov, que devastó Siria y que llega con la misión de aplastar la resistencia ucraniana, por lo que las autoridades de Donetsk y Lugansk instan a los civiles a huir inmediatamente, cuando las ciudades cercanas a Kiev ya han sido arrasadas, quedando Bucha, Borodianka o Kramatorsk como huellas indudables del horror y los crímenes de guerra cometidos. Así las cosas, Von der Leyen y Borrell visitan a Zelenski en Kiev y le prometen acelerar la incorporación de Ucrania a la UE y el aumento de ayuda militar, mientras Roberta Metsola, Presidenta del Parlamento Europeo, manifiesta que “los ciudadanos de la UE perciben que estamos financiando la guerra de Putin” y asegura que, además de “enviar más armas ya a Ucrania”, “el objetivo es dejar de comprar gas ruso y Alemania será clave”.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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