Un Estado Democrático de
Derecho no puede estar sometido a las amenazas impunes casi permanentes de su
propio entramado institucional para socavarlo, sino todo lo contrario, ya que
sería un suicidio democrático, que es lo que sucede en España lamentablemente.
Y, obviamente, así no podemos seguir ni un día más, pues el Estado de Derecho
tiene que basarse, como su propio nombre indica, en el imperio de la Ley, que
todos los ciudadanos han de acatar y todas sus instituciones no sólo han de
acatar sino además cumplir y hacer cumplir las leyes derivadas del mismo,
sometiéndose a los Tribunales de Justicia cuando haya indicios de que éstas se
estén vulnerando. Por y para ello todo Estado de Derecho, incluido el español,
cuenta con unos servicios de inteligencia que, con arreglo a la legalidad
establecida, están no sólo autorizados sino además destinados a investigar a
los enemigos del mismo, tanto del interior como del exterior, para evitar que
las amenazas se materialicen en hechos consumados y causen estragos
irreparables en el sistema democrático establecido, siempre amenazado por los
amantes del totalitarismo. España, que desgraciadamente cuenta con un historial
indeseable de totalitarismo, secesionismo totalitario y violencia terrorista,
cuenta, entre otras, con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como el
Organismo público responsable de facilitar al Presidente del Gobierno y al
Gobierno de la Nación las informaciones, análisis, estudios o propuestas que
permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la
independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la
estabilidad del Estado de Derecho y sus instituciones. Obviamente el CNI,
creado en 2002, se rige, como el resto de organismos e instituciones, por el
principio de sometimiento al ordenamiento jurídico, aunque por la naturaleza
propia de su cometido, sus actuaciones, incluidas las que puedan afectar a
derechos fundamentales de las personas, se enmarquen, aunque siempre sujetas a
autorización judicial, dentro de un lógico secretismo ya que sería absurdo un
espionaje transparente con luz y taquígrafos que alertaría a los espiados, aunque
siempre ha de investigarse de forma legal. Al efecto, su control por parte del
Legislativo se enmarca en la Comisión de Secretos Oficiales, órgano que
controla los gastos reservados y también las labores de espionaje, entre ellos
a los independentistas que protagonizaron los condenables y condenados hechos
del “procés” con el propósito de socavar la integridad de España. Pues bien, la
noticia de que el CNI ha utilizado el programa israelí de espionaje Pegasus
para espiar, con autorización judicial, a varias decenas de secesionistas
controlando sus móviles, ha desencadenado una de las mayores crisis del
Gobierno minoritario de Sánchez, ya que sus propios socios, Podemos, y quienes
apoyaron su investidura, ERC y compañía, cuestionan, a priori y sin mayores
pruebas, la legalidad de estas actuaciones, arremetiendo una vez más contra el
maldito Estado Español y exigiendo a Sánchez, a quien sostienen y apoyan, que
depure responsabilidades con las pertinentes dimisiones si quiere contar a
partir de ahora con su respaldo, dando por hecho que, contra lo que dice el
Gobierno, se ha actuado de forma ilegal.
Y obviamente así no podemos seguir ni
un día más, pues es insoportable que desde las propias instituciones, incluido
parte del propio Gobierno, se acuse de ilegalidad al mismo antes de averiguar
los hechos por los cauces establecidos al efecto y sin dar crédito a la
veracidad de las declaraciones de la parte del Ejecutivo más
constitucionalista, especialmente de Margarita Robles, de que todo lo actuado
se ha hecho de acuerdo escrupuloso a la legalidad. Y esta falta de unanimidad
dentro del propio Gobierno de coalición y entre sus sostenedores
parlamentarios, provoca, no sin razón, que el propio CNI señale a Sánchez,
máximo responsable de lo que haga su Ejecutivo, por “dinamitar” su “prestigio
internacional” pues fuentes del Centro creen que el Gobierno les deja
“expuestos” al dar pábulo a la acusación de espiar ilegalmente a los
secesionistas, quienes, en vez de dar credibilidad a la ministra Robles,
chantajean al Presidente exigiendo su dimisión con la amenaza de retirarle el
apoyo parlamentario, comenzando con el rechazo del decreto anticrisis que,
precisamente, se acaba de aprobar hoy mismo en el Congreso de los Diputados. No
obstante, fuentes del CNI reconocen que “el sistema de vigilancia se usó sin
control” pues “un juez no puede autorizar sesenta pinchazos de forma
indiscriminada”, mientras Defensa alerta de una cacería a Margarita Robles, de
la que “quieren su cabeza” y cuyo entorno señala a Podemos, parte del
Ejecutivo, por usar el “caso Pegasus” para echarla del Gobierno, creyendo que
incluso hay socialistas que “se ponen de lado”. Y es que la ministra de Defensa
protagonizó ayer mismo un duro debate con los secesionistas en el Congreso que
indignó más a ERC, al extremo de que Aragonés pidiera expresamente su dimisión,
tras refrendar la ministra la legalidad de las actuaciones del CNI, acusar a
los aliados del Gobierno de “ir de víctimas” y decir, lo cual es cierto, “no les he visto nunca defender
los principios básicos del Estado de Derecho ni los derechos y libertades de
absolutamente todos los ciudadanos”. ¿De verdad creen que en estas condiciones
podemos seguir así un día más?
Pues bien, Sánchez, ante semejante
panorama, opta por ceder al chantaje de sus socios y ordena a Batet, la
Presidenta del Congreso, que modifique por vía urgente el sistema de mayorías
para acceder a los secretos oficiales y así calmar a sus socios secesionistas
ofreciéndoles sortear la capacidad de veto del PP para facilitar que, entre
otros, ERC y Bildu puedan entrar en la Comisión de Secretos Oficiales; en
definitiva, poniendo al zorro a cuidar de las gallinas. En efecto, con la
rebaja de la mayoría cualificada de 210 escaños a mayoría absoluta de 176, se
posibilita que ERC, Bildu, la CUP y otros grupúsculos radicales, claramente
posicionados contra nuestro Estado de Derecho y nuestro marco constitucional,
formen parte de la Comisión de Secretos Oficiales, sin importar que con ello se
menoscabe el legítimo derecho del Estado a protegerse de los ataques a la
Constitución, como sostienen los ministros constitucionalistas como Margarita
Robles. Entretanto Sánchez, atrapado en el laberinto en el que él solito se ha
metido y falto de apoyos cede e intenta con estos malabarismos aceptar
enmiendas, tramitando como proyecto de ley al decreto de medidas anticrisis,
mientras Aragonés supedita el apoyo de ERC a la caída de la titular de Defensa,
e intenta atraerse al PP quien manifiesta que, si a todo lo que propone Génova
la posición es decir “no”, votarán hoy en contra al considerar que el cambio de
posición de Sánchez es “un brindis al Sol”, con lo que al PSOE sólo le queda
esperar una abstención de ERC a pesar de que Rufián dijera ayer mismo que no
está en sus planes facilitar la aprobación del paquete de medidas anticrisis,
recomendándole a Sánchez que pida el teléfono al señor Casero, el diputado
popular que con su error a la hora de votar hizo posible no hace mucho que la
reforma laboral saliese adelante de milagro en el Congreso de los Diputados.
Pero al fin no ha sido necesaria la recomendación de Rufián pues, aunque ERC ha
mantenido su posición votando en contra del decreto, EHBildu y PNV, tras poner
verde al Gobierno de Sánchez, han salido a su rescate consiguiendo que salga
adelante el decreto con 176 votos a favor, sin que ningún diputado se haya
equivocado en esta ocasión. Y mientras tanto el prófugo Puigdemont presiona
para que Bruselas investigue a España por todo esto y aprovecha su
participación en la Comisión del Parlamento Europeo que estudia el escándalo de
Pegasus en Polonia para promover otra sobre el espionaje al secesionismo
catalán.
Y, por otro lado, no podemos seguir
así poniendo en duda y descalificando, desde las propias instituciones, a la
Jefatura del Estado, criticándole de falta de transparencia por no estar
obligado a publicar su patrimonio y cuando su titular, Felipe VI, lo hace
público y manifiesta que su patrimonio es de 2´5 millones de euros, dudando de
la veracidad de sus afirmaciones sin prueba alguna que acredite que está
mintiendo, aunque el actual Jefe de Estado, ante lo acaecido por los escándalos
de su padre, manifieste que avanza en la transparencia por “ejemplaridad” y que
su “decisión personal” obedece al deseo de seguir contribuyendo a la
“regeneración de la vida pública” y que fue comunicada a los partidos
constitucionalistas. Transparencia en la que se avanza con un real decreto,
pactado entre Zarzuela y Moncloa, fijando la estructura de la Casa Real, según
la cual el Tribunal de Cuentas fiscalizará al Rey sin informar al Congreso,
vigilando ingresos y gastos como cualquier otro organismo más que gestiona
fondos públicos. Al parecer PSOE y PP negociaron junto a Zarzuela este decreto
de transparencia, que no se discutirá en las Cortes, y que supone un paso
adelante, sin duda alguna, en un mayor control y transparencia de la Casa Real,
aunque quienes buscan cambiar como sea el modelo de Jefatura de Estado diseñado
en nuestra Constitución arremetan contra la Monarquía Constitucional haga lo
que haga.
Entretanto la UE avala el plan español
para rebajar la luz a la mitad al amparo de la famosa “excepción ibérica” a
limitar el precio del gas, a la que, otros Estados, como Italia, pretenden
sumase ahora, mientras el sector eléctrico se rebela contra este plan y alerta
de que la excepción alterará los precios. En todo caso, tanto España como
Portugal, logran el permiso de Bruselas para intervenir el precio del gas que
impactará en la factura eléctrica durante los próximos doce meses, permitiendo
la UE que se intervenga dicho precio del gas para bajar la luz un 20%, tras
aceptar la ministra Ribera limitarlo a 50 euros frente a la propuesta de
limitarlo a 30 como pretendían los gobiernos de Portugal y España. Algo, es
algo…… Y, hablando de gas, las piruetas de Sánchez con nuestros vecinos
africanos del sur, provocan que Argelia amenace con cortar el suministro de gas
a España al reabrir el gasoducto que llega a Marruecos, avisando de un posible
“incumplimiento de contrato” tras conocer la reapertura del gasoducto por un
mail de la ministra Ribera y amenazando a España con cortar el suministro si se
desvía el combustible a Marruecos, justo cuando el precio del gas se dispara y
la UE se prepara para nuevos cortes del suministro de Rusia, haciendo frente
común ante la guerra del gas de Putin.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que se desata el caos en la ESO ya que las CCAA se dividen entre las
que pondrán nota y las que no; que el ingreso mínimo vital sólo llega al 12%
bajo el umbral de pobreza y únicamente reciben la ayuda el 46% de los
beneficiarios; que Andalucía votará el 19 de junio, cinco meses antes del final
del mandato de Moreno quien tiene el objetivo de sumar más que PSOE y Podemos
juntos; que en España hay tres millones de españoles sin vacunar y quince
millones de dosis contra el covid sin usar; que la próxima Navidad ya no habrá
juguetes asociados al azul y rosa de niños y niñas; que el Ejecutivo ha
autorizado ya el 60% de los fondos europeos y la CEOE denuncia que dichos fondos
se desvían al sector público y manifiesta que es “frustrante” que sólo el 25%
de ellos haya llegado a las empresas; que las CCAA presionan y Sanidad
rectifica en sus recomendaciones de que el vino y la cerveza desaparezcan de
los menús de los restaurantes, cambiando con ello la redacción de su Estrategia
de Salud Cardiovascular ante la polémica desatada; y que, mientras la Cámara de
Comercio Internacional destapa a Luceño y Medina porque “el contrato es falso”
al entregar los comisionistas al Ayuntamiento de Madrid un documento con un “logotipo
antiguo”, y mientras Anticorrupción interroga al hermano de Ayuso y la Fiscalía
Europea a su socio, un juzgado investiga el cobro de sobornos por socialistas
valencianos, pues cree que se pagaron “comisiones ilícitas” por valor de siete millones
de euros y que el dinero habría servido para la financiación de campañas
electorales entre 2004 y 2011.
Y del exterior destacar que Elon Musk,
el hombre más rico del mundo, acuerda la compra de Twitter por 41.000 millones
y promete abrir el algoritmo y combatir a los bots; que Macron se juega su
poder en las próximas legislativas, afrontándolas en busca del control del
Parlamento mientras los populistas radicales Le Pen y Melenchon intentan forzar
una cohabitación; y que la UE custodiará las pruebas sobre los crímenes de guerra
en Ucrania, mientras Rusia deporta a Siberia a miles de civiles ucranianos de
zonas ocupadas y ataca cinco estaciones de tren para interrumpir el envío de
armas, cuando, según Londres, ya son 15.000 los soldados rusos fallecidos y
cuando EEUU anuncia la reapertura de su embajada en Kiev, y cuando Putin corta
el gas a Polonia y Bulgaria mientras ataca la autoproclamada República de
Transnistria en Moldavia elevando con ello el temor a una extensión del
conflicto fuera de Ucrania.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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