jueves, 13 de julio de 2023

SÁNCHEZ NO ESTUVO A LA ALTURA

 

                        En los debates “cara a cara” pocas veces se consigue la unanimidad sobre quién los gana o los pierde pues siempre hay voceros interesados que “a posteriori” se mueven entre matices para valorar el resultado arrimando el ascua a su sardina; sin embargo en este “cara a cara” entre Sánchez y Feijóo hay unanimidad en los medios de que, en el mejor de los casos, Sánchez no estuvo a la altura de las circunstancias y, por tanto, Feijóo ganó el debate cuando nos tenía acostumbrados a perder los debates con Sánchez en el Senado, obviamente con un formato distinto en que el reglamento concede al Presidente ventajas en los turnos de palabra y en los tiempos, por lo que, tras el “cara a cara” en Atresmedia, el líder del PP, satisfecho, manifestó haberse sentido muy cómodo durante el debate en igualdad de condiciones con el Presidente, quien se había aislado varios días para prepararlo, siendo consciente de que era una oportunidad única para cambiar las tendencias de cara al 23-J y así encarrilar las encuestas a su favor. No fue así pues, desde el inicio del debate, vimos a un Sánchez tenso y nervioso, que parecía el inexperto aspirante, frente a un Feijóo distendido y tranquilo, que parecía el Presidente y no el Jefe de la Oposición, atacando desde el inicio a un Sánchez a la defensiva que buscaba por todos los medios interrumpir el discurso demoledor del líder del PP sin respetar los turnos de palabra establecidos, mientras éste le instaba a que le dejara hablar y le pedía que se tranquilizara. Comenzaba así un debate bronco en que sendos contendientes se acusaban mutuamente de mentir desde el inicio y en el que Feijóo desactivaba los reproches de Sánchez por los pactos con Vox, que venía a ser casi el único argumento para atacar al líder popular mientras éste le afeaba que, en todo caso, él no tenía credibilidad para hablar de pactos tras haber pactado (contra lo que prometió a los ciudadanos) con Pablo Iglesias, ERC, Bildu y compañía quienes, en definitiva, eran los que le habían apuntalado durante la legislatura a cambio de concesiones de todo tipo….Y en medio de este mar de contradicciones e incoherencias por parte de Sánchez, cuando el Presidente dijo, seguramente para animar a los suyos, que el PSOE iba a ganar las elecciones, Feijóo aprovechó la situación y sacó un documento, que firmó en directo, comprometiéndose a que, en ese caso, si Sánchez ganaba las elecciones como decía, él favorecería su investidura para acabar con los extremismos, si es que era eso lo que le preocupaba al Presidente, siempre que, obviamente, Sánchez hiciera lo propio si no ganaba las elecciones y, como él, se comprometiera firmando el documento, a lo que Sánchez, cogido por sorpresa, se negó reiteradamente y sólo acertaba a decir que hablara con Fernández Vara en Extremadura, olvidando que la oferta de favorecer que gobierne la lista más votada ya fue rechazada por el PSOE en plena campaña de los comicios locales y autonómicos…. Y Sánchez, desactivado su argumento de que él puede pactar con quien sea pero Feijóo no, simplemente se limitó a decir “yo acuerdo con partidos avanzar en derechos sociales, no el retroceso” y “usted quiere aprobar amnistías fiscales, sobre todo para sus amigos” mientras Feijóo le recordaba que era responsable de que con su Ley del “sólo sí es sí”, cientos de violadores habían visto aliviadas sus penas de cárcel por lo que “estos machistas que violaron a las mujeres están en la calle por usted” que “pasará a la historia como el que aprobó esa infamia”, desmontando con ello las acusaciones que Sánchez hacía a Feijóo de “claudicar ante el machismo con acuerdos vergonzosos”. Ya ven, el debate estaba perdido para Sánchez, mientras Rufián, en un mitin con Otegi y Junqueras, recordaba que ellos “elegirán lo que pase” si gana el PSOE las elecciones, presumía de su influencia sobre Sánchez y prometía, si repiten pacto, impulsar sendas “republicanas independientes”. Feijóo por su parte atacaba el triunfalismo de Sánchez en Economía y, entre otras cosas, le reprochaba que “dejará el pufo a los españoles”, que no haya explicado su cambio sobre el Sahara, que haya eliminado la sedición e indultado a los condenados por el procés o que no haya despolitizado el CGPJ, dejándole claro, dijo, que “seré un presidente de fiar, no voy a mentir a los españoles” y me ocuparé “de sus problemas, dificultades e ilusiones” ante un Sánchez desnortado que se limitaba a reiterar el mantra populista de que “nos estamos jugando seguir avanzando o pasar a un túnel del tiempo”, un débil argumento genérico apelando al voto del miedo, ya superado, para ganar un debate cara a cara con el jefe de la oposición.

            Y, tras la resaca del cara a cara con el revés a Sánchez, se acentúa la desmotivación en la campaña socialista, mientras Ferraz asume que el Presidente no ganó el debate y perdió así una oportunidad de oro para la esperada remontada en las urnas mientras la desmovilización se extiende en los cuadros territoriales, pues, obviamente, “no se puede disfrazar lo que todo el mundo ha visto”, reconociendo algunos dirigentes y ministros que “nada salió como estaba previsto” y señalando al equipo de Sánchez pues “es evidente que lo preparó mal”, mientras Moncloa, a pesar de todo, defiende su estrategia y culpa al “formato” del debate y a las “mentiras” que esgrimió Feijóo, y, por lo tanto, no hará cambios en la estrategia de campaña electoral, en tanto que Errejón, candidato de Sumar, dice que “hoy es más evidente que Sánchez no puede solo, que necesita a Yolanda” y añade que “con ella el debate hubiera sido diferente, fue un error de Sánchez postularse como un héroe solitario frente a las derechas”. Por su parte el PP se crece tras el debate, aunque el PSOE huye del derrotismo, y Feijóo confía en que su dureza contra Sánchez ayude a arrebatar votos a Vox, mientras el Presidente arremete contra la “montaña de mentiras” de su rival, cuando él, acusado de mentir casi permanentemente a los españoles, manifiesta que no ha mentido sino que sólo ha cambiado de opinión. Es obvio que, al margen de las culpas de unos u otros sobre la derrota en el cara a cara, la realidad es que el berenjenal de alianzas, mentiras o rectificaciones e incoherencias en que Sánchez se ha metido durante la Legislatura para poder gobernar (o desgobernar, según se mire) le restan mucha credibilidad sobre lo que prometa o diga ahora. Entretanto los sindicatos denuncian la situación límite en Correos para votar y critican la falta de personal y que las oficinas “están desbordadas” ante el final de los plazos y Feijóo exige que se aseguren todos los votos pese a los “jefes” del organismo, mientras ministros socialistas señalan a Oscar López, jefe del gabinete de Sánchez, por el “error de la estrategia” en el debate y el Presidente retoma su ofensiva tras el fiasco del “cara a cara”, justo cuando Feijóo vuelca su campaña hacia el “territorio Vox” enfocando sus esfuerzos hacia la veintena de provincias en las que Abascal ya tenía escaños en el aire, aunque le estén diciendo que su crecimiento por la izquierda aún tiene margen.

            Así las cosas, mientras el cara a cara de Sánchez y Feijóo descoloca a Vox, los sondeos demoscópicos posteriores al debate, intentan pulsar la opinión de los españoles a pocos días ya de los comicios. Según GAD3, el 71% cree que el ganador será el PP y sólo el 13% da por vencedor al PSOE, que recobra un escaño pero a costa de Sumar, y por primera vez los apoyos al partido caen del 28% y se quedan en 109 diputados, mientras el PP recupera dos escaños y llega a 153. Según 40dB, el PP avanza dos escaños, con lo que la derecha se refuerza pero no llega a alcanzar la mayoría absoluta, mientras Feijóo alerta contra la euforia y aspira a captar votos de Vox. Y, según NCReport, el PP obtendría el 36´3% de votos y entre 149-151 diputados, PSOE 27´7% y 105-108, Vox 12% y 30-32, y Sumar 11´9% y 29-31, con lo que Vox y Sumar se disputan la tercera fuerza, aunque pierden dos y tres escaños respectivamente desde el domingo, la izquierda no podría gobernar y la derecha superaría la mayoría absoluta. Mientras tanto fracasa la investidura del popular López Miras en Murcia por las exigencias de Vox, por lo que Feijóo y Aznar atacan a los de Abascal por semejante bloqueo y alertan sobre la pinza de Vox con el PSOE vaticinando que “lo pagarán en las urnas” mientras piden el voto útil al PP para impedir el bloqueo y que la situación murciana no se repita a nivel nacional. Por otro lado, PP y Vox sellan hoy su pacto en los gobiernos valenciano y extremeño, arrebatados al PSOE, en tanto que Feijóo intenta desmarcarse de Abascal a pesar de que sus respectivos partidos preparan las dos sesiones de investidura; la Presidenta de las Cortes Valencianas se quita de la pancarta contra la violencia machista en Valencia; y Baleares y Rioja suprimen las consejerías de Medio Ambiente e Igualdad, considerando que sendas políticas se pueden aplicar desde otros departamentos sin necesidad de una expresa Consejería instituida ex profeso, como sucederá con los ministerios si el PP gana las elecciones generales.

            Entretanto, tras quince meses de subida de los alimentos por encima del 10%, el IPC general baja en junio situándose en el 1´9% y el subyacente se queda en el 5´9%, pero el de los alimento se queda en el 10´3%, lo que mantiene casi inasequible para muchas familias una cesta de la compra en condiciones. Por otro lado, el Gobierno en plena campaña electoral aprueba un oferta de empleo público record de 39.000 nuevas plazas de funcionarios, disparando así la Ministra de Hacienda por decreto la contratación pública, mientras los treintañeros caen a la mitad en un mercado laboral que dominan los cincuentones, por lo que Funcas advierte del “envejecimiento intenso” de los trabajadores y reclama que se fomente la natalidad.

            En lo que se refiere a oros asuntos cabe citar que los repetidores se multiplican un 102% más en Bachillerato y un 81% en la ESO; que Marlaska planea restar competencias a la Guardia Civil en las fronteras; que Rusia dobla la venta de gas a España y se afianza como gran abastecedor, pues el combustible ruso ya es el 20% del que se importa, pese a la guerra con Ucrania y las restricciones; que España se suma al G-7 en sus compromisos de seguridad con Ucrania y los aliados tratan de rebajar el malestar de Kiev, que exige el ingreso en la OTAN; que la Audiencia trata de frenar el trato de favor de Interior al etarra “Kantauri”, imputado por la muerte de Blanco y que tenía derecho a salidas de prisión sin control; que España promete más ayuda militar a Ucrania como el G-7 cuando es el antepenúltimo país de la OTAN en gasto militar pese a que Sánchez elevó un 25% la inversión en Defensa contra el criterio del sector podemita de su Gobierno; y que la red de “embajadas” catalanas supera ya con creces la que se desmontó con la aplicación del 155 en tiempos de Rajoy, pues con Sánchez en La Moncloa la Generalitat alcanza ya las 21 delegaciones en el exterior frente a las 13 de 2017, con un coste casi cuatro veces superior…..es obvio que si no se le impide contundentemente, la burra siempre vuelve al trigo.

Fdo. Jorge Cremades Sena

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, gracias