lunes, 17 de julio de 2023

SEGÚN YOLANDA, NADA QUE TEMER

 

                        Ya en la recta final de campaña y en medio de una orgía de sondeos que, salvo los del CIS de Tezanos, todos dan al PP como ganador al extremo de que, con Vox, puede incluso conseguir mayoría absoluta, viene la Vicepresidenta Yolanda Díaz, a quien los citados sondeos otorgan entre 25 y 38 escaños, en el mejor de los casos, es decir, un diputado más o menos por cada uno de los casi treinta partidúsculos (cada uno de su padre y de su madre) que conforman su personal invento de Sumar, apoyado por Sánchez, como plataforma sustituta de la anterior Unidas Podemos, a la que obviamente ella pertenecía, y como truco eufemístico, aun siendo los mismos perros pero con distintos collares, para disimular el desmadre de su experiencia gubernamental como parte del Gobierno Frankenstein de coalición, y, al efecto, la lideresa comunista nos dice textualmente que de nuevo “vamos a gobernar con el PSOE y lo vamos a hacer mejor” ya que “Feijóo no tiene escrúpulos ni proyecto de país” y “haría lo que fuera para intentar ganar”, añadiendo que “las mujeres van a decidir la campaña” pues “ya le ganamos a Gallardón y a Rajoy”, para concluir preguntándose que “una ley puede ser buena, pero si no se entiende…¿me equivoco yo o la ciudadanía”. En fin, unas declaraciones que no tienen desperdicio, las mires como las mires, pues vienen a decir que los partidos por mera esencia divina se dividen en buenos y malos, obviamente los de su plataforma variopinta son los óptimos y los más alejados a su ideología, en este caso populismo-comunista, vienen a ser los pésimos, casi perversos, ya que sus dirigentes carecen de bondad y de escrúpulos porque salen a ganar las elecciones a costa de hacer lo que sea (ella no sale a ganar de esa forma) y, obviamente, desean el mal para los ciudadanos a los que quieren gobernar, mientras ella descarta a casi la mitad de la población ya que las mujeres serán las que decidan quién gobernará, minimizando a los hombres (cuestión de sexo, pues), supongo que incluso a los que militan en los partidos de su plataforma, para poner la guinda añadiendo que, en todo caso, cuando las leyes son buenas o malas, la responsabilidad no es del gobernante que las hace (seguramente porque es infalible, sobre todo si es ella), sino que es de la ciudadanía, incapaz de entender el mensaje inapelable, casi divino, del gobernante que en su concepto comunista siempre es poseedor de la verdad absoluta. No obstante, para nada extraña la declaración de Yolanda ya que es fiel a su ideología totalitaria, aunque olvida, que, si aciertan los sondeos, el PSOE no alcanzaría mayoría absoluta con su nuevo invento electoral, Sumar, (los sondeos dan a los socialistas entre 103 y 117 escaños en el mejor de los supuestos) y habrían de recurrir de nuevo, como mínimo a ERC y EHBildu para apuntalarles en Moncloa, mientras estos partidos le recuerdan que han conseguido ya, entre otras cosas, los indultos a los condenados y adecuar el Código Penal a las conveniencias del secesionismo, y que, si ahora repiten apoyo a Sánchez se disponen a exigir muchas otras cosas y con mayor contundencia. Pero, en fin, no importa; ya ven, según Yolanda, si las cosas al final no salen así, la culpa no será de ella y de Sumar, pues será de los ciudadanos que, considerados menores de edad, no han sabido, ni saben, ni sabrán entender la bonanza de las leyes y decisiones que el Gobierno ha hecho o haya tomado en su sapiencia infinita y, por tanto, ellos son los errados, no los gobernantes. En fin, algo impensable incluso en la boca de los dirigentes de la derecha, incluida la extrema derecha, a los que demoniza irremediablemente por su tendencia totalitaria, ni en la de los dirigentes moderados del socialismo democrático, con quienes pretenden gobernar si la matemática lo permite, para obligarles a que entren en la senda del totalitarismo populista….y, si no, como ha sucedido ya con UPodemos, que los socialistas voten lo que quieran y los populistas lo contrario, insólito en cualquier gobierno democrático.

            Por su parte en el bloque de la derecha, el PP busca acercarse a la mayoría absoluta para verse lo más libre posible de la dependencia de Vox, aunque sendos partidos exhiben sintonía contra el Gobierno PSOE-UPodemos (desde ahora PSOE-Sumar, si consiguen revalidarlo) y sus necesarios aliados secesionistas vascos y catalanes, quienes, por cierto, en el debate a siete de los portavoces, exhibían sus discrepancias no solo con el socialista Patxi López, a quien dejaban claro que, como ya habían hecho, seguirían arrancando cosas favorables a su independentismo totalitario (Rufián le recordó que las cosas no eran mejor en Cataluña, sino diferentes), sino también las discrepancias contra la portavoz de Sumar, aliada ahora de Colau, mientras el peneuvista Esteban (insólito aliado derechista de la coalición izquierdista de Sánchez) manifestaba “nosotros con Vox, nada de nada, no somos muletas de nadie” en plena pugna con Otegi para evitar que en el País Vasco el blanqueado EHBildu saque más escaños que el PNV. En todo caso, el PP, animado por los sondeos, apela al voto útil en su pugna con Vox y Moreno Bonilla manifiesta que “España se juega que Feijóo no dependa de populismos” y que “la repetición electoral es un drama económico y no podemos permitirnos esa opción”, mientras Feijóo hace hincapié en el voto útil que frene un posible pacto de Sánchez entre perdedores, por lo que apela a una mayoría absoluta para tener estabilidad y evitar una alianza entre socialistas y separatistas, en tanto que el PSOE cambia ahora el foco de Vox al PP para cortar el voto útil a Feijóo, quien sostiene que “nos faltan veinte votos para gobernar en solitario” y acusa a Sánchez de “perturbar la democracia”, reprochándole que su aspiración sólo sea un pacto de perdedores y no ganar las elecciones.  

            Y es que, en realidad, a tan pocos días de las elecciones se percibe un cierto desánimo y bloqueo en el PSOE pues Sánchez o revive, o “tendrá que irse” mientras él, optimista por naturaleza, intenta convencer a los suyos de que la derrota anunciada por los sondeos no es inevitable, aunque es obvio que, si bajara de los 90 escaños o incluso de 100, se vería obligado a dejar la Secretaría General del PSOE, tras dos batacazos electorales consecutivos que dejarían a los socialistas en la más mínima expresión. Por eso el Presidente se lanza a por el voto de indecisos y abstencionistas, mientras Yolanda Díaz arenga contra Feijóo para movilizar a la izquierda en esta recta final de campaña, en tanto que PNV trata de alejarse tanto del PSOE como del PP (los malditos partidos españolistas mayoritarios) para no quedar por detrás de Bildu en Euskadi, y ERC anuncia que volverá con otro 1-O tras derogarse el delito de sedición ya que, hundida en las encuestas, agita el procés para recuperar apoyos. Es obvio que cada partido se juega lo suyo y responderá a los aciertos y errores que haya cometido, aunque Yolanda Díaz entienda que son los ciudadanos los equivocados si eligen mal, entendiendo que elegir bien es elegirla a ella y a su variopinta plataforma. Pero también es obvio que quien más se juega es el PSOE, protagonista principal de lo acaecido durante la Legislatura, de las decisiones tomadas y de las mentiras de Sánchez, que él considera cambios de opinión….y la realidad es que los sondeos apuntan a que Feijóo le arrasa en las grandes ciudades y Vox sigue bajando y no logra sumar apoyos en los pueblos pequeños, mientras los socialistas admiten que la estrategia del miedo contra los pactos PP-Vox no les da votos y los populares se centran en 18 provincias para intentar superar ellos solos los 160 escaños, más que PSOE y Sumar juntos. Así las cosas, los socialistas, resignados, dan por terminada la campaña considerando que “esto es una agonía” y “cuanto antes se acabe, mejor”, mientras los populares eufóricos siguen ganando confianza respecto a la posibilidad de que el resultado, como sucedió en las elecciones territoriales, supere sus propias expectativas….y entretanto Podemos se rearma, dentro de Sumar, pero evita implicarse de lleno en la campaña pues Belarra, la lideresa podemita, limita a dos actos su apoyo a Yolanda Díaz. No obstante parece que la fuga de votos de Díaz a Sánchez se acelera últimamente; que Vox se desinfla en sus feudos aunque pedirá ministros si es clave; y que, por tanto, el PP crece gracias a Madrid, Andalucía y Valencia (donde, por cierto, ya ha sido investido Mazón con apoyo de Vox e incluye Igualdad en una Vicepresidencia) y será la fuerza más votada en 44 provincias) mientras el PSOE recoge voto útil a costa de Sumar, pero sólo será la fuerza más votada en cuatro circunscripciones, cuando pocos días quedan ya para enderezar entuertos.

            Por otro lado, mientras el PP consuma también su alianza con Vox en Extremadura tras el choque inicial de Guardiola, ahora nueva presidenta extremeña, y mientras el socialista Fernández Vara manifiesta que “Txapote está ayudando mucho al PP, es indiscutible”, dos asuntos irrumpen en campaña electoral. El primero consiste en que Sánchez negó rotundamente a Feijóo en el “cara a cara” que fueran a imponerse peajes en las autopistas cuando el Director de la DGT le contradice y reconoce que habrá que imponerlas en 2024 por “imposición de Bruselas”, aunque inmediatamente rectificó, seguramente, a instancias de Moncloa, pues lo cierto es que Sánchez incluyó los peajes en dos reformas prometidas a la UE y la medida está prevista en el Plan de Recuperación remitido a Bruselas para recibir los fondos europeos y cuando Nacho Álvarez, Secretario económico de Podemos y portavoz de Sumar, manifiesta que “se habló en el Gobierno de poner peajes, pero nosotros nos negamos”. Y el segundo asunto es que más de un millón de votos por Correo siguen sin repartirse cuando se acaba el plazo, pues la empresa pública, que ya ha entregado 1´5 millones de votos no da abasto y ha tenido que contratar a 20.000 personas y ampliar horarios para garantizar el voto por correo, más numeroso que nunca dada la fecha veraniega de los comicios que Sánchez ha querido, lo que ha suscitado la inquietud de Feijóo que pide expresamente que se garantice y ante la acusación de Sánchez de que lo que quiere es “embarrar” la campaña el líder popular responde que él no insinúa “pucherazo” alguno, sino que simplemente se preocupa de que se garantice a todos su derecho a votar.

            Y por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el Defensor del Pueblo ampara a un funcionario a quien el Govern ordenó dejar de usar el español; que muere Ibáñez, el padre de Mortadelo y Filemón y de otros destacados personajes de historietas; que Alcaraz, con sólo 20 años, gana a Djokovic en la hierba de Wimbledon y se consolida como nuevo rey del tenis mundial; que son aportados al juez los mensajes de Tito Berni en el “caso Mediador” entre el ex diputado socialista y su sobrino, cuando ya estaban siendo investigados por tráfico de influencias; y que el 40% del trabajo creado en esta Legislatura que agoniza es empleo público (y, por tanto, no productivo) pues el sector privado ha generado sólo la mitad de los puestos de trabajo que se impulsaron durante el mandato en que Rajoy estuvo en Moncloa.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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