Tras el espectáculo
bochornoso y patético del último Pleno del Congreso de los Diputados, celebrado
en el Senado, en el que Sánchez, acorralado por el secesionismo, consigue sacar
adelante “in extremis” dos de los tres reales decretos presentados por su
precario gobierno, su Vicepresidenta Yolanda Díaz, tras el fracaso del decreto
que ella presentaba al ser rechazado por sus enemigos íntimos de Podemos,
manifiesta que “así no se puede gobernar, están contra los parados”…..Y estoy
totalmente de acuerdo con ella, al menos en su primera afirmación pues, en
efecto, así no se puede gobernar ya que es una irresponsable manera y un
intolerable engaño a la ciudadanía permitir que un prófugo de la Justicia, que
sólo cuenta con siete escaños en el Congreso, imponga desde su guarida en
Waterloo la convalidación o derogación de los reales decretos-ley, fórmula que,
siendo excepcional, ha impuesto Sánchez como habitual para eludir el debate
parlamentario pormenorizado, frente a los proyectos de ley, que debieran ser lo
procedente y honesto. Pero Díaz, interesada sólo en lo suyo y su litigio con
Podemos, al que acusa de votar con el PP y Vox contra los trabajadores (como
los morados sigan así pronto serán tachados de “fascistas” cuando eran ellos
quienes decían que venían para eliminar a la “casta”), sólo apela a que no se
puede gobernar porque “están contra los parados”, cuestión que no es cierta, y
no añade que, en efecto, “así no se puede gobernar” porque es ingobernable y
antidemocrático gobernar mediante la imposición a toda la Cámara de lo que
considere un partido tremendamente minoritario (con solo 392.634 votos, el 1´6%
del electorado), totalitario e insaciable, que se vanagloria de que a cambio de
no dejar caer al Ejecutivo, al que Yolanda pertenece, consigue concesiones
unilaterales sobre justicia, inmigración y balanzas fiscales, despojando un
poco más de sus competencias al Estado que quieren destruir. Y es que Puigdemont,
desde su minoría totalitaria, añade a sus trofeos anteriores (indultos,
eliminación de la sedición, amnistía etc etc) en esta tacada suprimir el
artículo de la Ley de Enjuiciamiento Civil que paralizaba la amnistía en caso
de que se elevara a Europa, revertir el decreto que favoreció la marcha de
empresas de Cataluña, publicación de las balanzas fiscales, la asunción por
parte del Estado del coste de las bonificaciones al transporte público y la
cesión total de las competencias de inmigración a la Generalitat….. cuestiones
todas ellas que, como en casos anteriores, han sido reiteradamente negadas como
posibles por el Presidente y miembros de su gobierno, entre otras cosas porque
no son claramente constitucionales. Una vez más el sometimiento que le hace
Puigdemont a Sánchez a que trague con una serie de cesiones del Estado, en esta
ocasión mediante una negociación insólita y surrealista en pleno debate
parlamentario, sorprende a propios y extraños, hundiendo en el desconcierto al
propio PSOE ya que “esto no puede ser”, mientras Podemos en paralelo se encarga
de tumbar el decreto de Yolanda Díaz, por mera revancha al haber dejado a los
podemitas sin cargo alguno en el Ejecutivo. En efecto, como dice Yolanda, “así
no se puede gobernar”, mientras acusa a sus compañeros podemitas de votar con
la derecha y la ultraderecha, lo que podría ser hasta una coyuntural
coincidencia sin más…..pero lo que no es coincidencia sino necesidad
apremiante, si Sánchez y ella quieren seguir en el Gobierno, es la humillación,
la deshonra y el escarnio al que el totalitario derechista Puigdemont, prófugo
de la Justicia, somete a todo un Gobierno a cambio del mercadeo de sus pocos
votos para apuntalar a un Ejecutivo que cínicamente se auto-declara
“progresista”, cuando la cruda realidad es que es teledirigido desde Waterloo
por un fugado de la Justicia que con sus siete escaños impone a toda España su
proyecto totalitario de la más impresentable ultraderecha, xenófoba y corrupta,
cuyo objetivo es liquidar el Estado Español, aunque, al menos, cabe reconocerle
que no miente ni engaña a nadie, lo que es de agradecer, quien se equivoca es
el Gobierno “progresista” que, sabiendo de que va el asunto, sigue inmerso en
su ambigüedad calculada pretendiendo hacernos creer que los gnomos existen,
como si los ciudadanos fuéramos idiotas. Esta es la triste y cruda realidad y,
obviamente, “así no se puede gobernar”.
En semejante tesitura, mientras
Feiijóo sostiene que “veremos más cesiones contra la mayoría”, el Gobierno va
cayendo del burro convencido cada vez más de que “es imposible gobernar” por
mucho oscurantismo que utilice y por muchos decretos-ley que presente de tipo
“ómnibus” en que caben medidas contradictorias para obligar que a la hora de
votar siempre haya una razón que permita arremeter contra quienes se opusieran,
ya que hay que votarlo globalmente. Y, como lo que no puede ser, no es, y
además es imposible, Sánchez y su Ejecutivo, tras salir medianamente airoso del
último atolladero, tras pactarlo con Junts, minimiza ahora la cesión a
Puigdemont especialmente en política migratoria y manifiesta que “expulsar a
migrantes compete a la Administración Central” cuando desde Junts tienen claro
que la cesión es “integral” y lo que pretenden es poder expulsar a extranjeros
delincuentes (ya ven, le dijo la sartén al cazo), controlar los flujos
migratorios y dar permisos de residencia (competencias todas ellas que, por
mero sentido común, son del Estado en exclusiva), jactándose de que han
conseguido el control total en inmigración, frente al clamor contra semejante privilegio
de las CCAA gobernadas por el PP e incluso del País Vasco, aunque Urkullu, por
si acaso, ya lo reclama también para Euskadi, mientras Marlaska trata de calmar
a la Policía, que le pide al ministro garantías de que seguirá en Cataluña y,
ante las versiones opuestas de los protagonistas de la cesión, le exigen
conocer lo que se ha pactado y el compromiso “por escrito” de que no perderá
competencias en inmigración, cuando el mismísimo socialista Page, desde
Castilla La Mancha, carga contra el acuerdo y dice: “si fuera por Puigdemont,
yo sería extranjero”. ¿En qué quedamos, miente Sánchez o miente Puigdemont?; lo
cierto es que tras el oscuro acuerdo para que los diputados de Junts se
abstuvieran de votar (ni siquiera le dieron el “sí”) y con ello pudieran salir
adelante los decretos-ley “ómnibus y anticrisis” (el de Yolanda quedaba al
margen), Junts exhibe su tradicional perfil xenófobo y afirma que Cataluña
podrá decidir sobre el reparto de inmigrantes y cómo “echar a estas personas”
si delinquen, mientras Junqueras, otro secesionista pero de izquierdas y
también socio de Sánchez (ya ven, la ideología no importa), denuncia que es un
“discurso de extrema derecha”, en tanto que los Mossos dicen que es una
“burrada” y la jurisprudencia blinda que es “competencia exclusiva del Estado”.
En efecto, como dice Yolanda, “así no se puede gobernar” pero no es porque
“están contra los parados”, sino porque en democracia no se puede gobernar
contra las mayorías, sin un proyecto común mayoritario previamente consensuado
y conocido por los ciudadanos, ni a base de oportunistas mayorías matemáticas
coyunturales conseguidas por un mero interés personal de unos y otros, incluida
ella misma y su Sumar frente a su Podemos que la aupó digitalmente al Gobierno,
ni frente al interés general que debe inspirar cualquier acción gubernamental y
que en España hoy no existe.
Entretanto Feijóo llama a una
movilización contra el pacto PSOE-Junts para el día 28 en Madrid, mientras se
conocen detalles del rocambolesco pleno de los dichosos decretos-ley, como, por
ejemplo, que Sumar contactó con Podemos sólo minutos antes de votar o que el
PSOE ocultó a sus diputados el acuerdo con Junts del que se enteraron al leer
la presidenta Armengol el resultado de la votación. Y mientras Feijóo diseña
las “líneas de ataque” para hacer una más eficaz oposición y al efecto reúne a
la dirección de su partido en Toledo para reforzar su marcaje al gobierno
socialista-comunista y apuesta por arrebatar a la izquierda banderas como la
del ecologismo o el feminismo, la inestabilidad parlamentaria y el pulso con
Junts, que le exige asuntos que ni siquiera dependen del Gobierno sino que
atañen a la propia UE, perturban cada vez más a un PSOE inclinado a que haya
una salida rápida de Sánchez hacia Bruselas, pues no pocos diplomáticos y
políticos socialistas ya apuntan a la posibilidad de que presida el Consejo
Europeo….en fin, para los socialistas no estaría nada mal quitarse esta quimera
de España, aunque faltaría por ver si esta salida satisfaría el ego de Sánchez,
que, como saben, es bastante alto. Por su parte las grandes empresas no quieren
volver a Cataluña porque ”va a peor”, mientras Junts exige no sólo que se
incentive su vuelta, sino que se sancione a las que no quieran volver….como
ven, respeto absoluto a la libertad consagrada no sólo en la Constitución
Española sino también en la legislación de la UE. Por su parte altos cargos del
PSOE y de Sumar analizan las capitulaciones de Sánchez, pues “las cesiones a Junts descubren las debilidades
del Gobierno” y consideran que “Sánchez no tenía otra opción, no podía
permitirse el lujo de perder su primera votación, el fracaso habría dado toda
la razón al PP” pero “lo pactado incluye imposibles como la inmigración, somos
progresistas, no podemos jugar con los Derechos Humanos” mientras “en Sumar
creen que Bolaños, Cerdán y Montero, castigaron a Yolanda Díaz” dejando caer su
decreto…..son elucubraciones y excusas, mientras, por otro lado aparece
Monedero, cofundador de Podemos, y manifiesta que “si Podemos y Sumar no
hablan, la pregunta es si no sobra esa gente”….y, digo yo, que la respuesta es
obvia, pues si hace diez años, cuando aparecieron, decían que venían a acabar
con “la casta” y ahora ya están instalados en ella y andan a tortazos por
acceder a sus prebendas no es necesario decirle a Monedero que, evidentemente,
sobran todos ellos.
Y mientras Hacienda camuflará la
quita a Cataluña como un apunte contable para que no compute como deuda (lo
importante no es lo que es realmente sino lo que parezca), el IPC cierra el año
con la cesta de la compra disparada un 7´3% con el precio de los alimentos como
la mayor preocupación durante dos años. Por otro lado Trabajo y los sindicatos
pactan subir un 5% el SMI para castigar a la CEOE, que no lo suscribe, con lo
que Yolanda Díaz, autoproclamada paladín del diálogo (con Junts ha echado el resto
yendo personalmente a visitar al prófugo a Waterloo), echa por tierra el
diálogo social sobre el salario mínimo que se sitúa en 1.134 euros, rebasando
ya el 60% del salario medio, lo que alarma a los expertos mientras los economistas
lo ven como un freno al empleo, ya que costará 4.500 millones de euros a las
empresas y “muchas van a quebrar” pues supone 1.800 euros anuales por cada
trabajador.
Por su parte, mientras Galicia pide
más medios contra los “pellets” en pleno cruce de acusaciones competenciales entre
la Xunta y el Gobierno, el presidente gallego, Rueda, dice: “Sánchez también se
presenta en las elecciones”, “no admitiremos que lo que se tiene que negociar
entre todas las CCAA lo decida el independentismo”, “no me preocupan las
elecciones, sino hacer todo lo posible para garantizar la limpieza de la costa”,
“Galicia tiene capacidad para seguir creciendo dentro de nuestro Estatuto” y “Sánchez
ha hipotecado el principio de igualdad para pagar el alquiler de Moncloa”. Y
entretanto Otegi, otro de los sostenedores del gobierno sanchista, lidera la
marcha para pedir la “llave” que libera a los presos etarras, cuando sólo la deuda
que éstos tienen con las víctimas por impago de indemnizaciones asciende a más
de cinco millones y entre ellos hay asesinos como Anboto, Txapote o Kantauri…..y
sin pedir ni siquiera perdón por sus asesinatos ni mostrar arrepentimiento
alguno por ellos….. Sin duda Yolanda lleva razón al decir que “así no se puede
gobernar”, pues muchas más razones de las que ella alega lo impiden de forma
alarmante.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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