Sánchez y Puigdemont
(tanto monta monta tanto, aunque el segundo monte algo más que el primero con
muchos menos votos) no quieren contrincantes, ni críticas que puedan entorpecer
su común proyecto de pervertir la democracia en su favor recíproco, y, menos
aún, si éstos o éstas son o proceden de sus propias filas respectivamente. Pero
a Sánchez, el bueno del cuento según los suyos, le ha salido un díscolo
contrincante en su propio partido que, obviamente, representa el papel de malo
y al que hay que desprestigiar o incluso eliminar como sea, no vaya a ser que,
como amenazaba Turull hace unos días, al final, si no se legaliza la perversión
democrática suficientemente para que su jefe Puigdemont salga indemne de sus
totalitarias fechorías se llegue inevitablemente al “colorín colorado” y el
cuento se acabe de una vez por todas. Es lo que ya ha pasado con otros
contrincantes del pasado, ya inactivos en política, críticos con el proyecto de
Sánchez de permanecer en el poder a costa de lo que sea, quienes, o bien han
sido expulsados del partido o están expedientados, y, en todo caso, son
desprestigiados y calificados por los sanchistas de piñón fijo como fachas o
traidores vendidos a la extrema derecha, simplemente porque critican la deriva
antidemocrática del Gobierno de coalición con cesiones progresivas de dudosa
constitucionalidad al secesionismo de derechas más rancio y totalitario como
son, entre otros, los post-convergentes de Junts del prófugo Puigdemont. Pero
con Page, a quien Sánchez y sus fieles voceros, pretenden aplicar la misma
medicina, hay un problema añadido ya que no sólo sigue en activo sino que
además es el único dirigente socialista que en su demarcación territorial gana
por mayoría absoluta a la derecha, mientras otros, incluido Sánchez, son
incapaces de hacerlo en sus respectivas demarcaciones…..pero es que, además,
Page consigue dichas victorias contundentes defendiendo los mismos argumentos y
proyectos que Sánchez defendía incluso en la campaña electoral del 23-J hasta
que tras el resultado negativo para él descubrió que, diciendo digo donde dijo
Diego, podía seguir en la poltrona gubernamental si se sometía al chantaje y
concedía todas la exigencias, democráticas o no, del resto de partidos muy
minoritarios, sean de izquierdas o de derechas, salvo PP y Vox que, calificados
ambos previamente por Sánchez como extrema-derecha, sumando sus votos se
quedaban a las puertas de la mayoría absoluta y le relegaban a la oposición. Al
final, visto lo visto, y como muchos temían y advertían, Sánchez, por mero
interés personal se vende al diablo y conduce a los españoles de lo malo a lo
peor cuando la solución menos mala tras el resultado del 23-J hubiera sido
convocar nuevos comicios si es que no quería entenderse con el partido ganador
y más votado de los mismos, como sí hicieron siempre todos sus antecesores,
desde Suarez a Rajoy, pasando por Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar o
Zapatero, quienes siempre tuvieron claro dejar que gobernara el partido más
votado y más aún cuando la alternativa era compleja, como es el caso, y de
dudosa constitucionalidad mezclando radicalismos secesionistas con populismos y
radicalismo de todo tipo, sean de izquierdas o de derechas, incapaces por su
antagonismo contradictorio de hilvanar un mínimo proyecto gubernamental común,
salvo el objetivo de permanecer en el poder como sea y a costa de lo que sea,
lo que, en definitiva, supone un verdadero fraude democrático de consecuencias
incalculables. Pero, ya ven, según el sanchismo, Page es el malo del cuento
simplemente por defender justo lo que, mintiendo (perdón, “cambiando de opinión”),
defendía Sánchez hasta el 23-J y por criticar la amnistía, que según Sánchez
era inconstitucional, y por reprochar que las cesiones a Junts y al prófugo
Puigdemont ponen al PSOE en el “extrarradio de la Constitución”, como dice
Page, a lo que el ministro Puente, nuevo incondicional de Sánchez y su perro
fiel para lo que haga falta, contesta que es Page quien lleva tiempo en el
“extrarradio del partido” (cuando hasta ayer mismo defendía lo mismo que Page sigue defendiendo)
declarándole la guerra y mostrándole la salida, a lo que el manchego responde
recordándole que él es quien con el partido centrado (el de siempre, no el de
Sánchez) “gana las elecciones a la derecha” de forma contundente, mientras Puente,
sin ser de los más damnificados, no obtuvo en Valladolid la suficiente ventaja
para conservar la alcaldía al empatar en concejales con el PP.
Pero es que, además, tras arrancar
ERC y Junts a Sánchez el terrorismo light amnistiable por imperativo del
prófugo (una chapuza indecente e intolerable, pues no cabe un terrorismo bueno
y uno malo), Page, para defender las necesidades de Castilla La Mancha en la
financiación autonómica, exhibe en Fitur sintonía con las vecinas CCAA del PP
(Valencia, Murcia y Andalucía) para que el Gobierno no dé ni un privilegio más
a Cataluña en detrimento de ellas, y coincide con Mazón, López Mira y Moreno
Bonilla en pedir una compensación por su financiación inferior a la media, lo
que provoca que el Presidente manchego sea definitivamente declarado por el sanchismo
como el malo del cuento, tachándole de que bloquea la estrategia del PSOE
contra el PP, pues, por lo visto, lo que debe hacer en Castilla La Mancha, es
mentir o cambiar de opinión como hace Sánchez en España, en vez de defender,
caiga quien caiga, los intereses generales de la ciudadanía. Así las cosas, y
siguiendo con las tesis de Sánchez, hay otro malo, malísimo y perverso, en el
cuento, como es el juez de la Audiencia García-Castellón, juez instructor del
caso Tsunami, porque considera que hubo violaciones graves de derechos humanos que
quedarían excluidos de la amnistía, lo que, de probarse, dejaría a Puigdemont
fuera de los amnistiados y obviamente con ello llegaría el “colorín colorado”
del cuento antes de tiempo. Y como el juez no cede ante las maniobras de
Sánchez y el prófugo para que el Presidente siga en su cargo y el ex President
fugado se salve de la quema, el instructor del “caso Tsunami” es desacreditado
porque no instruye de acuerdo con las tesis gubernamentales y considera que no
cabe amnistía en los ataques que sufrieron los policías de Urquinaona, considerando
los hechos como “incompatibles con el derecho a la vida e integridad física” e
insistiendo en la responsabilidad de Puigdemont en los incidentes violento, mientras
recuerda que fue tal la gravedad de los hechos que hasta Sánchez y Marlaska
visitaron a los agentes heridos en el hospital….ya ven, eran otros tiempos, en
los que todavía no se había producido el “cambio de opinión” de Sánchez
respecto al “procés” y el Presidente defendía lo que Page, el malo del cuento
ahora, sigue defendiendo. Y como García-Castellón por hacer su trabajo complica
la amnistía a la carta que quiere Puigdemont, es el otro malo del cuento, junto
a Page, quien recibe llamadas a escondidas para no desatar del todo la ira de
Ferraz, aunque hasta la fecha no hay medidas disciplinarias contra él al ser
consciente el PSOE del mayor coste político que ello pudiera acarrearle,
mientras el Fiscal General del Estado niega al Senado elaborar un informe sobre
la amnistía por “inviable”, justificando García Ortiz el rechazo a la petición
de la Cámara Alta en que el Consejo Fiscal sólo puede informar sobre
anteproyectos de ley del Gobierno y no sobre proposiciones de ley….en fin, otra
chapuza legislativa más para facilitar el terreno a los intereses personales
del prófugo y, por supuesto, a los de Sánchez.
Y mientras la reforma de la Constitución
recibe el visto bueno del Senado para cambiar el término “disminuidos” por “personas
con discapacidad” y el juez García-Castellón investiga si Tsunami pudo tener
incluso al Rey como objetivo en el punto de mira, creyendo que “sopesó” actuar
al paso de la comitiva real en Barcelona en 2020, los barones del PP se cuadran
para calentar la guerra de la financiación y harán campaña por España con la
bandera de agravios en la distribución de recursos, mientras que la ministra
Montero rechaza crear el fondo extra que exige Page, Moreno, Mazón y López
Miras, por lo que Ferraz acusa al líder manchego socialista de dar “artillería”
a la oposición, justo cuando otro asunto ensombrece más aún este putrefacto
panorama político que tenemos. En efecto, se conoce que el CNI espió a Aragonés
por considerar que lideraba los CDR y así se lo pidió al Supremo al considerar
al hoy President de la Generalitat como un dirigente “en la clandestinidad” de
los grupos que agitaban las protestas callejeras; en definitiva, Sánchez (eran otros
tiempos) espió a Aragonés en cuanto llegó a Moncloa, pues la investigación del
escándalo Pegasus desmiente al Gobierno al precisar fuentes judiciales que la primera
vigilancia fue sólo meses después de la moción de censura a Rajoy y no con
Rajoy como dice el Ejecutivo y que las escuchas se prorrogaron luego más de
tres veces y el juez preguntó expresamente al CNI por qué era necesario
investigar a un vicepresidente. Todo un turbio asunto que genera fuerte
malestar en los servicios secretos porque “se aprovechan de la obligación de
silencio” y también en el Supremo porque “al CNI lo controla el Gobierno”,
mientras el Govern de Cataluña culpa al Gobierno español y afirma que irá “hasta
el final” para depurar la responsabilidad, al considerar Aragonés que la autorización
de infiltrar su móvil es “lamentable” y está basada en “mentiras”, con lo que
ERC amenaza la estabilidad del Gobierno de Sánchez por el espionaje, en tanto
que éste dice que “no tenía conocimiento” de las escuchas del CNI a Aragonés,
mientras Feijóo responsabiliza a Sánchez del escándalo ya que él es quien “autoriza
los objetivos anuales del CNI”.
A pesar de todo, España cierra un
año record de empleo con 783.000 ocupados más, aunque seis de cada diez nuevos
ocupados en España trabajan menos de seis horas diarias….mientras el cierre de
2023 adelanta un cierto parón del empleo en 2024, pues aunque el paro baja en
193.400 personas en el último trimestre se destruyeron 19.000 empleos.
Entretanto un juez obliga a Moncloa a hacer indefinida a una empleada que lleva
veinte años como temporal y Presidencia alegaba que la responsable de informes
de seguridad desde 2003 “era eventual de confianza”, mientras en viaje exprés
de Sánchez en Falcon a Ferrol para anunciar un buque que la Armada no ve
prioritario, Sumar le acusa de electoralista por arrogarse en la precampaña
electoral gallega la creación de 1.800 empleos en el astillero en un acto
oficial sin avisar a la Xunta y al que sólo invitó a socialistas (ya ven, cosas
de Sánchez, el bueno del cuento).
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que la Agencia Europea de Fronteras amenaza con irse de España y de momento
suspende operaciones conjuntas en el Estrecho y Canarias ya que España se resiste
a aceptar sus condiciones; que Reynders sienta a PSOE y PP para despolitizar el
CGPJ y cita a Bolaños y Pons el miércoles en Bruselas pese a la negativa del
ministro a reformar el sistema de elección; que la gestión de la inmigración
desborda a Marlaska y en Barajas unos 450 migrantes malviven entre montañas de
basura en espera de asilo; que las once CCAA del PP pactan una selectividad
común que afectará al 70% de los alumnos; que Sanidad quiere incluir la renta y
la identidad de género en las historias clínicas; que Rubiales irá a juicio por
su beso a Jenny Hermoso; que los Reyes inauguran Fitur, el gran evento turístico;
que Vox entierra la “foto de Vistalegre” para arrancar “una nueva etapa” con
Abascal reelegido tras renovar la cúpula del partido dando todo el poder a
Garriga; y que Lilith Verstrynge, número tres de Podemos, dimite y deja la
política, dejando a lo que queda del partido con un diputado menos, mientras
Belarra recibe en el Congreso a los líderes de Futuro Vegetal, acusado por la
Policía como organización criminal y de ser una “amenaza para la paz social”.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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