En pleno debate en las
Cortes Generales para aprobar los tres primeros decretos-clave de Sánchez se
pone de manifiesto las tremendas dificultades que su Gobierno Frankenstein-2 va
a tener durante esta legislatura que acaba de comenzar para salir del callejón
sin salida (o de muy difícil salida) en que Pedro Sánchez, él solito, se ha
metido para satisfacer su irrefrenable interés personal de seguir gobernando
España (o desgobernándola) sin tener un previo proyecto político mayoritario
parlamentariamente y, por tanto, basado en la teoría de que, siguiendo la
terminología futbolística, lo importante es ganar el partido sea como sea,
aunque sea de penalti y en el último segundo de la prórroga y mediante la
compra del árbitro que se preste a pitar la sanción máxima, lo que supone tener
en vilo a los espectadores, es decir, a los ciudadanos, hasta el último momento
del partido. En efecto, siguiendo la controvertida teoría de que “el fin
justifica los medios” lo importante para Sánchez es que triunfe su objetivo
personal de permanecer en el poder y, al efecto, valen todos los medios
utilizados para lograrlo, incluida la descalificación de su propia estrategia patética
del “no es no” que puso de moda utilizándola en su día desde la oposición para
derribar a Rajoy y alzarse él con el poder, mutada ahora por la exigencia
cínica de un “sí es sí” al PP de Feijóo y culparle de no poder gobernar cuando
sus propios socios, Podemos y Junts especialmente, se niegan a avalar estos
tres primeros decretos de Sánchez (la forma genuina que practica para eludir
los debates parlamentarios, cuando los decretos-ley están justificados sólo en
caso de urgencia) y, por tanto, para sacarlos adelante, le quedan dos salidas,
cada cual más rocambolesca ya que, o bien cede a los chantajes que le exigen
sus socios (con los que no ha pactado nada de momento) o bien pide al PP (con
el que ni siquiera habla para tratar nada de nada) que colabore aunque sea
absteniéndose para que salgan adelante y, en caso de no hacerlo, señalarle como
culpable del fiasco político y de todos los perjuicios que causará a la
ciudadanía, olvidando que precisamente Feijóo, cuando Sánchez hilvanaba su
rocambolesca investidura pactándola incluso con delincuentes y prófugos de la
Justicia, le advirtió bien claro en sede parlamentaria “Señor Sánchez, cuando
el independentismo le falle, cuando hasta a usted le supere la legislatura, y
ocurrirá, no me busque” mientras él hacía caso omiso de la advertencia e
incluso se reía del líder popular a carcajadas (insólito en el Parlamento) por
haber dicho éste en aquel debate que no era presidente porque, a diferencia
suya, se negaba a pactar una investidura cediendo a los chantajes de los
independentistas. Y bien pronto se ha cumplido el vaticinio de Feijóo, mutando
las risas del Presidente en zozobra, salvo que en el último minuto se pite un
penalti y acabe el partido con victoria no merecida. Pero es que además un
osado Sánchez, en semejante situación de debilidad y necesitando de todos para
poder gobernar, pretende hacerlo sin negociar nada con nadie (ni con sus socios
ni con la oposición), cuando hasta quienes obtienen mayoría absoluta en las
urnas, que no es su caso ya que ni siquiera es el líder del partido más votado,
suelen discutir los teman importantes con parte de la oposición aunque sólo sea
por mera higiene democrática. Pero Sánchez no lo hace, su magistral sapiencia y
su exacerbado egocentrismo le permite decidir personalmente lo que le viene en
gana, se inventa un decreto-ley más, lo presenta en el Parlamento y, si no se
lo convalidan, la culpa es de quienes no lo votan a favor, ya sean sus propios
socios o la oposición. Así las cosas, en pleno debate parlamentario, su socio
Podemos, de izquierdas, le amenaza con votar en contra de la reforma del subsidio
de paro, mientras su socio Junts, de derechas, refuerza su “no” por temor a una
“venganza estatal” con el decreto ómnibus de digitalización cuando el
Presidente le necesita para lograr trece pagos de la UE esta legislatura. Pero,
tranquilos, hasta el último minuto todo es posible y el árbitro puede pitar un
oportuno penalti para resolver la
incógnita.
Y en esta tesitura el PP también
votará “no” a estos tres primeros decretos de Sánchez y muestra la vaticinada
endeblez del Ejecutivo hecha por Feijóo, quien en ningún caso “blanqueará” el
abuso de la fórmula para hurtar el debate parlamentario tras el rechazo de
Junts y las advertencias de Podemos y obviamente no socorrerá a un PSOE
arrinconado por sus propios socios, como se le advirtió a Sánchez, y sólo
estudiaría una abstención a las medidas anticrisis pero nunca el decreto del
que dependen 10.000 millones. La realidad es que ante este callejón sin salida
en que voluntariamente se ha metido Sánchez, Bolaños y Yolanda Díaz llaman a
Gamarra y Semper para que Génova convalide los decretos y libre al Gobierno de
la presión al que le somete Junts
exigiéndole retirarlos y negociarlos con el prófugo uno a uno, pero los
populares, en el mejor de los casos, reclaman bajadas del IVA y del IRPF a
cambio de dar su apoyo, mientras el gobierno se niega a negociar y exige al PP
su voto a cambio de nada, cuando ha cedido a casi todos los chantajes de sus
variopintos socios, insaciables, lo que ya ha provocado que afines a Sánchez
consideren que “hay que darles lo que piden o esto se cae” pues diputados y
altos cargos socialistas son cada vez más conscientes de que deben ceder ante
Junts, sí o sí, y dudan de su Presidente a quien Feijóo avisa de que “no
estamos para arreglar el desgobierno” que él solito ha elegido, en tanto que su
Gobierno se compromete con los pos-convergentes a pactar los futuros decretos
antes de llevarlos al Consejo de Ministros, esperando que con ello los
derechistas del prófugo se conformen y avalen al Gobierno que califican de
“progresista”.
Y mientras Junts y Podemos ponen a prueba
la estabilidad de la legislatura, los seguidores del prófugo Puigdemont, en
su lista infinita de chantajes, exigen
ahora al PSOE que busquen cómo forzar a las empresas huidas de Cataluña a que
vuelvan a tierras catalanas y los sanchistas estudian incentivos fiscales para
que vuelvan, mientras el Gobierno no descarta incluso multar a las empresas que
no vuelvan, como le pide Junts, a quien exculpa mientras desprecian al PP por
no darles un cheque en blanco para aprobar sus decretos. No en vano el
Presidente de la CEOE tacha de “comunista” la propuesta de Junts, mientras las
compañías que salieron de Cataluña tras el 1-O callan e ignoran las amenazas, y
las CCAA de Valencia, Madrid, Aragón y Baleares, todas ellas gobernadas por el
PP, critican el “ataque” a la “competencia”…..y en plena negociación agónica
con Puigdemont que golpea al PSOE cada vez se hace más evidente que “así no
vamos a ninguna parte”, como, por otro lado, era fácil de esperar tras la
elección de socios impresentables por parte de Sánchez para gobernar.
Entretanto la farmacéutica catalana Grifols se hunde en Bolsa tras una
acusación de maquillaje contable, al extremo de que tras un informe del fondo
Gotham la cotización de la empresa cae un 26%.
Por otro lado, cuando las encuestas
dan mayoría absoluta al PP en Galicia (40dB por ejemplo vaticina un escenario
igual al de 2020 con el PP con mayoría absoluta, el BNG de segunda fuerza y el
PSOE de tercera, y sin escaños de Sumar, Podemos o Vox) y mientras el
Presidente Rueda lanzaba su campaña en tierras gallegas contra el “nacionalismo
enfurruñado”, un accidente en un barco frente a las costas de Portugal da un
giro total a la campaña y, a modo del Prestige, desencadena un patético debate
entre Gobierno Central y la Xunta, culpándose mutuamente del vertido de
toneladas de “pellets” que, derramados en alta mar, llegan a las costas
gallegas (también a las asturianas, cántabras y vascas) en medio de un confuso
contexto de competencias, mientras cientos de voluntarios intentan retirar los
microplásticos como pueden y cuando tanto la Xunta como el Gobierno en vez de
tirarse los trastos a la cabeza debieran considerar la necesidad de ponerse de
acuerdo en la limpieza de la costa al margen de que después cada quien exija
las responsabilidades que considere oportunas y aporte las pruebas al respecto,
pues la realidad es que las competencias en alta mar son del Estado y en las
playas la tienen las CCAA y los municipios. Pero ya ven, en Galicia hay elecciones
y lo que a unos y otros les interesa es caldear el ambiente por intereses
electorales. Así las cosas, mientras el Gobierno de España y la oposición en
Galicia culpan a la Junta de lo ocurrido, el Gobierno Gallego sostiene que el
Ejecutivo ocultó a la Xunta el vertido hasta que llegó a las costas gallegas,
pues Portugal avisó a España el día ocho de diciembre del accidente del buque.
Por cierto, parece que, tras el
esperpéntico debate parlamentario, se acaba de votar los decretos y el
resultado es incierto pues ha habido de todo, incluido empates, dos de ellos
salen adelante por la mínima y el otro ha decaído, y en alguno Junts ni ha
votado para facilitar su aprobación……como ven, ni penalti en el último minuto,
aunque sí faltas peligrosas fuera del área, con lo que Sánchez de alguna forma
consigue salvar los muebles. En fin, sin más comentarios. Entretanto, según
SigmaDos, un tercio de los votantes del PSOE apoya la propuesta del PP de
disolver partidos políticos y la mayoría de españoles apoyaría la propuesta,
que la mayoría de los votantes del PP apoya en un 85%.....y mientras tanto
Feijóo matiza su propuesta y suaviza tan pintoresca iniciativa, pues otros
muchos creemos que ese no es el camino para afianzar la democracia sino todo lo
contrario, como en su día ocurrió con la legalización del PCE aunque entonces
eran muchos los que estaban en contra de legalizarlo.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Sanidad impondrá la mascarilla en los centros sanitarios sin
acordarlo con las CCAA que, excepto Cataluña, habían rechazado la propuesta de
que volvieran a ser obligatorias; que la Historia de España no servirá para
subir nota en selectividad en cinco CCAA; que Bruselas da largas a España sobre
su posible mediación en el Poder Judicial; que en el caso ERE la Fiscalía avala
la posible revisión de las condenas por prevaricación pero no por malversación;
que el colectivo “trans” amenaza con “furia” a la nueva ministra socialista de
Igualdad; que Sánchez sumará otros 55.000 millones de deuda en 2024, 35.000 más
que en 2019; que el ingreso mínimo sólo llega al 5% de las personas sin hogar
pues la burocracia y las trabas impiden el acceso, mientras Trabajo amenaza a
la CEOE con subirlo más del 4% si no accede a firmar el acuerdo y la mano
derecha de Yolanda Díaz avisa de que no negociará según la inflación; y que
España reconoce el pasaporte kosovar pero no la independencia de Kosovo, aunque
es un primer paso para reconocerla, aunque fuera proclamada unilateralmente,
con lo que el Gobierno español rompe la posición oficial desde Zapatero
mientras diplomáticos alertan de que reconocer la independencia de Kosovo da
alas a Cataluña (ya ven, todo pivota alrededor del prófugo Puigdemont y
compañía).
Y del exterior destacar que muere
Beckenbauer, leyenda del futbol; que Blinken defiende ante Netanyahu un estado
palestino; que la UE acepta que Alemania pague 900 millones a una compañía
sueca para que no vaya a EEUU; que el presidente de Ecuador declara un
“conflicto armado interno” tras el asalto del narco a una televisión en plena
emisión; y que Macron releva a su primera ministra tras la ley migratoria y la
sustituye por un “niño prodigio”, Gabriel Attad, que a sus 34 años de edad es
nombrado primer ministro de Francia.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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