jueves, 20 de marzo de 2014

MÁS SENTIDO PATRIÓTICO

                        Ante la tremenda avalancha de inmigrantes en Melilla, su Presidente, Juan José Imbroda exige “más sentido de patriotismo” y menos “hipocresía”. Si en lo primero, a mi juicio, bastaría con exigir mayor honestidad y responsabilidad (lo del patriotismo me parece exagerado), en lo segundo no cabe duda de que tiene buena parte de razón, pues lo que sobra en el tratamiento del problema es hipocresía política. Exige Imbroda, y cualquier persona con dos dedos de frente, un Pacto de Estado sobre el tratamiento al grave problema de la inmigración ilegal y se pregunta qué pasaría en Melilla si “entraran ahora 2.000 o 3.000 inmigrantes de golpe”. Contéstenlo ustedes. Entretanto, Interior admite en el Congreso que en los graves sucesos de Ceuta disparó 145 pelotas de goma en el mar, admitiendo que debió evitarse. La polémica sigue vigente, si para unos, dichas medidas repercutieron en el ahogamiento de inmigrantes en el Tarajal, para otros se habrían ahogado antes de que llegase la Guardia Civil, pues, al parecer, las grabaciones aportadas demuestran que su actuación fue correcta. En fin, lo de siempre. Menos mal que, al final, el PSOE, convertido en inquisidor esencial desde el instante en que conoció la tragedia, ahora renuncia a pedir la dimisión del ministro, cuando algunos de ellos exigían la dimisión del propio Rajoy. Siempre se ha dicho que rectificar es de sabios. Bienvenido sea y, si ello supone, la posibilidad de un pacto de Estado al respecto, tanto mejor.
            Y bienvenido sea asimismo el supuesto primer paso para otro pacto de Estado, en este caso contra la corrupción, que se intuye tras la reunión de la vicepresidente Soraya Saenz de Santamaría con los portavoces de los grupos de la oposición en el Congreso, acordando crear un grupo de trabajo para consensuar una serie de medidas encaminadas a una “regeneración democrática”, tan reclamada por la sociedad y tan imprescindible. No estaría de más que, ya puestos, consensuasen los límites de la decencia política y funcionarial para que, rebasados los mismos, sus protagonistas fueses “ipso facto” expulsados y relevados de sus funciones. No es de recibo, aunque luego rectifique, que un digno representante político, como Olabarría, vincule de alguna forma la muerte de la niña del Condado de Treviño, con la pertenencia o no al País Vasco. Ni es de recibo, aunque luego pida perdón, que un digno miembro de la Audiencia Nacional, como el fiscal Carlos Bautista, refugiado en el anonimato de twitter, se permita insultar e injuriar gravemente a sus superiores, a los políticos con ideas contrarias a las suyas o a la mismísima Guardia Civil, comparándola con las SS. Ambos, en cualquier otro país civilizado, estarían ya haciendo las maletas para dedicarse a otra cosa en el futuro. Aquí no pasa nada, aunque, visto lo visto, ni siquiera se entienda que en su día Olabarría fuese nombrado vocal del CGPJ o que Bautista fuese condecorado anteriormente, precisamente por la Guardia Civil, que, obviamente está más que indignada con tan ilustre personaje. Menos mal que, al menos, la Fiscalía investiga la muerte de la niña no atendida en Vitoria y ha abierto diligencias sobre la conducta de Bautista. Algo, es algo.
            No estaría de más que, hablando de pactos, se intentara uno para luchar sin fisuras contra la violencia machista que, en dos días, nos ha dejado cuatro mujeres muertas más, que se suman a la trágica lista ya existente sin que nadie acierte a erradicar semejante monstruosidad.
            En otro orden de cosas parece ser que el Papa Francisco visitará España el año próximo con motivo del quinto centenario de Santa Teresa. Esperemos que la visita se desarrolle con la trasparencia que faltó en la visita anterior del Papa; aunque en este país, como ven, puede pasar cualquier cosa por incomprensible que sea, incluido, por ejemplo, que el dictador guineano Obiang sea invitado a Bruselas por el Instituto Cervantes y la UNED para dar dos conferencias. ¡Menos mal que, según el Gobierno, hay un margen para bajar impuestos que ronda los 5.000 millones de euros! No estaría nada mal que fuera cierto.
            Y mientras Ucrania, resignada, prepara la retirada de sus tropas de Crimea, acosadas por las fuerzas prorrusas, y Alemania bloquea la venta de material militar a Moscú, en España el presidente del TC pide a Artur Mas “lealtad constitucional” y Rajoy dice que “ni siquiera ERC se merece una Cataluña empobrecida”, como si a estos personajes les llegasen dichos mensajes. Al contrario, un nuevo poder en Cataluña, la Asamblea Nacional Catalana, se consolida ilegalmente rebasando ampliamente lo razonable desde el punto de vista democrático.
             

                                               Jorge Cremades Sena

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