viernes, 16 de marzo de 2018

ASÍ NO, PEDRO; ASÍ, NO


                        Desde mi mayor dolor de corazón y desde mis más profundas convicciones socialistas y democráticas me veo obligado a decirle al líder del PSOE, Pedro Sánchez, y a su Ejecutiva, que así no podemos seguir los socialistas, manifestándole mi rechazo profundo, tanto en el fondo como en la forma, a la actuación en el Congreso de los Diputados del Grupo Socialista durante el debate sobre la derogación de la Prisión Permanente Revisable (PPR, en lo sucesivo) propuesta por PNV a la que, tanto PP como Ciudadanos, habían presentado sendas enmiendas a la totalidad, que es lo que se discutía en la Cámara, siendo estas rechazadas por PSOE, Podemos, Nacionalistas y Abertzales, propiciando así que la propuesta del PNV para derogar la PPR siga su curso en las Cortes. Al margen del agrio debate parlamentario, preñado de acusaciones indecentes entre unos y otros grupos políticos y con el asesinato del pequeño Gabriel como telón de fondo, el PSOE, que interpuso legítimamente en su día un recurso de inconstitucionalidad (todavía no resuelto por el TC) contra la PPR, aprobada en su momento con la anterior mayoría absoluta del PP, decide entrar al trapo (yo diría, caer en la trampa del PNV) para arremeter virulentamente contra las enmiendas azules y naranjas, cuando precisamente tenía todas las bazas a su favor para, en un ejercicio de sensatez y cordura, eludir tan inoportuno debate parlamentario anunciando su abstención a la espera, en todo caso, de lo que decida el TC al respecto. Es más, no conforme con este error político de cálculo, su portavoz Juan Carlos Campo, en una intervención desafortunada y olvidando los tres millones de firmas contra la derogación de la PPR aportadas en el Congreso por las víctimas, acusa a PP y Ciudadanos de “utilizar a las víctimas”, presentes en la Cámara (que se indignan al verse consideradas como si fueran idiotas), critica la magnífica actuación del ministro Zoido en el trágico caso del niño Gabriel (por exhibir el pañuelo azul que le regaló su madre como gesto de agradecimiento) y argumenta, confundiendo a la gente, que “sin prisión permanente revisable vencimos a ETA y con prisión permanente revisable se ha asesinado a Gabriel” (como si el objetivo de la PPR fuera evitar asesinatos atroces cuando sabe que es evitar la reincidencia de quienes los cometen tras cumplir penas sin estar reinsertados). Así no, Pedro; así, no podemos atraer de nuevo a los votantes españoles que, según sondeos, ocho de cada diez apuestan por la PPR, tal como hacen prácticamente todos los países y pueblos integrados en la UE; cuestión distinta es reformar la Ley para ajustarla más a países de nuestro entorno, rebajando los plazos para la primera revisión de condena (en Europa oscilan entre los 10 y los 22 años de prisión y aquí entre 25 y 35 años)….pero derogarla carece de sentido, salvo que pensemos que nuestros socios europeos están equivocados. Así no, Pedro, pues no se trata ni de odio, ni de ira ni de venganza (las víctimas lo saben perfectamente) sino de intentar proteger a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables, de ser objeto de delitos abominables a manos de quienes tras haberlos cometido y haber pasado por penas de prisión no quieren o no pueden ser reinsertados socialmente…. ¿acaso no es la reinserción el principal objetivo del sistema penitenciario?; pues bien, la PPR es la mejor garantía para lograrlo y, en caso de fracaso (los logros no son infinitos), para proteger a los ciudadanos de semejantes monstruos.
            No extraña pues que, tras este innecesario e inmenso error del PSOE (uno más) reafirmándose, entre otros, con Podemos y PNV en la derogación de la PPR, los familiares de víctimas anuncien protestas para intentar su rectificación convencidos de que “sus bases no entenderán que no se protejan a los más vulnerables”; ni que, adviertan que “no vamos a parar” mientras expresan su indignación porque “nos han insultado”; ni que tilden de “lamentable” las alusiones al asesinato del pequeño Gabriel durante el debate; ni que Blanca Estrella Ruiz, Presidenta de la Asociación Clara Campoamor, próxima al socialismo, muestre junto a las víctimas su desaprobación; ni incluso que la podemita Bescansa pida perdón a la sociedad por el bochornoso espectáculo ofrecido….Es obvio, como dice algún medio, que en España la oposición política es lamentablemente revisable y, si el resto quiere seguir siéndolo, el PSOE debería intentar al menos revisar garrafales errores como el que nos ocupa para no seguir cayendo en la demagogia barata de populistas y nacionalistas, coincidentes en que cuanto peor, mejor. Así no, Pedro; así, no.
            Y mientras todo esto sucede, Patricia, la madre del pequeño Gabriel pide que “no se extienda la rabia” y seguir “creyendo en la buena gente”, después de que la autopsia revelase que su hijo fue estrangulado y golpeado, mientras la presunta asesina, Ana Julia Quezada, pareja del padre del pequeño, finalmente decide declarar ante la Justicia y confiesa el crimen. El juez, con las pruebas aportadas por el magnífico trabajo realizado por la Guardia Civil, confirmando que actuó sola y que el móvil fueron los celos, decreta su prisión acusándola de asesinato, mientras ella intenta demostrar que sólo se trata de un homicidio para evitar precisamente la posibilidad de que le pueda ser impuesta la PPR, asegurando que el niño la agredió y que ella actuó en defensa propia, mientras no pocos vecinos intentan agredirla al grito de “que te despellejen viva”. Por otro lado Patricia y Ángel, los padres del pequeño Gabriel, despiden a su hijo, confortados por miles y miles de vecinos, en un funeral en la Catedral de Almería, que se queda pequeña, al que también asisten, entre otras autoridades, la Vicepresidenta del Gobierno, el Ministro Zoido y la Presidenta de la Junta de Andalucía.
            Pero, aunque el debate sobre la PPR y las circunstancias en que se ha desarrollado eclipsa todo lo demás, cabe destacar también que el día anterior se produjo otro debate en el Congreso, que deja mucho que desear, en cuanto a la altura de miras de nuestros políticos. Se trataba de la comparecencia en Pleno de Rajoy a petición propia para tratar el problema de las pensiones. Un asunto de marcado carácter electoralista que trasciende el ámbito partidario y que como asunto de Estado jamás debiera haber salido del Pacto de Toledo. Pero no es así. Tras las escaramuzas sobre qué había provocado la comparecencia del Presidente, quien pretendía evitar que el Pleno fuera un “bazar” de ofertas (lo importante es que comparecía y no si lo había hecho por las presiones callejeras de los pensionistas), Rajoy, que había vetado el impuesto a la Banca propuesto por el PSOE, hace un largo alegato sobre las dificultades de incrementar el inmenso y creciente gasto (el mayor de todos) de las pensiones vinculándolas al IPC, supeditando en todo caso el avance de las mismas a que haya Presupuestos y anunciando que no habrá marcha atrás en la reforma de 2013, y que su objetivo es que entre 2018-2019 la pensión media pase de 652 a 754 euros mensuales…..Y comenzó el desfile de críticas sin propuestas concretas ningunas por parte de los diferentes grupos, incluido el del PSOE, representado en este caso por Margarita Robles, quien, sumándose a los demagógicos ataques del resto de partidos de la oposición (que carecen de experiencia gubernamental), volvió a errar, olvidando que el PSOE, protagonista indiscutible de la gobernanza de este país, estaba obligado a aportar algo más que descalificaciones por las mínimas subidas de las pensiones, pues ello dio pie, para regocijo del resto de partidos de la oposición, a que Rajoy le contestara que, al menos él, a diferencia de Zapatero, no ha tenido que congelarlas todavía. Es obvio que, si no tenemos alternativas viables a los problemas existentes y a las soluciones que de momento le dan los gobernantes, lo mejor que podemos hacer es no caer en la deriva demagógica que hacen quienes no tuvieron la responsabilidad de gobernar jamás, a ellos al menos no les pueden reprochar los errores cometidos en el pasado, pero a quien sí gobernó, sí le pueden afear, como es el caso, que hicieran en su momento lo que ahora desde la oposición critican, siendo así peor el remedio que la enfermedad. ¿No hubiera sido más positivo remitir el asunto de las pensiones, su revalorización y su viabilidad al consenso del pacto de Toledo? ¿Por qué el PSOE, si carece de alternativas concretas y viables que ofertar, entra también en este asunto al trapo populista e irresponsable de la crítica y la descalificación sin más? Lo que está claro, y a las pruebas me remito, es que así no, Pedro; así, no vamos a ningún sitio.
Jorge Cremades Sena

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