lunes, 3 de mayo de 2021

LA SUERTE ESTÁ ECHADA

 

                        Tal como en su día manifestara el gran Julio César tras cruzar el Rubicón, en Madrid, finalizada la campaña electoral, “la suerte está echada” y ahora sólo queda el veredicto de las urnas para conformar su futuro gubernamental inmediato, bien con un gobierno de la derecha, bien con uno de la izquierda. En efecto, punto final a una campaña bronca, que no debiera repetirse en ningún otro lugar y que finaliza con buena parte del Gobierno de España (entre ellos la ministra de Trabajo por vez primera) y con los candidatos de la izquierda, aparentando unidad, manifestándose en Madrid con motivo del uno de mayo en plena pandemia. La izquierda, contra lo que dicen los sondeos, fía su suerte a una movilización histórica con los candidatos de PSOE, Podemos y Más Madrid compareciendo unidos en la manifestación en un último intento de dar la vuelta a las encuestas que vaticinan un sonado triunfo de Díaz Ayuso, quien, junto a Mónica García, de Más Madrid, se ha convertido en la apuesta por la política en esta campaña del ruido, pues ambas han logrado consolidar un mensaje cada vez más cercano a sus respectivos electorados: Ayuso, acariciando en los sondeos una victoria inapelable tras absorber a Ciudadanos y mantener a raya a Vox; García, remontando a costa de Iglesias y Gabilondo, que llegan a final de campaña pidiendo la hora. Se entiende pues este desembarco general de ministros y de candidatos del bloque de izquierda en la manifestación celebrada en Madrid, junto a otras setenta en otros lugares de España, pese a la pandemia, pues la izquierda se juega mucho en estos inminentes comicios madrileños de mañana, en los que Sánchez, que se erigió en protagonista al inicio de campaña eclipsando al candidato Gabilondo, se ha borrado de la misma ante el mal pronóstico para el PSOE (ha cambiado de estrategia limitando al máximo los actos con su candidato en la recta final, buscando así Moncloa desligarse del batacazo socialista que pronostican los sondeos) y en los que todo apunta a que Iglesias, que desembarcaba en Madrid como el gran líder de la izquierda del mundo mundial, prepara su salida de la política para trabajar con Roures incorporándose a su holding audiovisual si fracasa, como así parece, en las elecciones madrileñas y para consolidar su proyecto televisivo de “periodismo crítico”. Moncloa, salvo sorpresa mayúscula, ya se prepara para una derrota sin paliativos, dejando claro que “el 4-M no es extrapolable”, pues el Gobierno asume que Ayuso tiene ventaja en la víspera de la celebración de los comicios, planteados como una batalla contra Sánchez, mientras en el PP ya aseguran, quizá precipitadamente, que “Isabel va a arrasar” en estos comicios que históricamente han avanzado siempre los cambio de ciclo en toda España…..Por su parte Vox, en el cierre de campaña, se presenta como llave de Gobierno, mientras Iglesias amenaza con “un asalto al Capitolio” si vence la izquierda, exhibiendo así la apelación al voto del miedo para evitarlo. Entretanto Ayuso, la gran triunfadora “a priori”, manifiesta: “gobernar con el apoyo de Vox no sería el fin del mundo”, “con quien no tengo nada que ver es con el sanchismo y de ahí hacia la izquierda extrema”, “la izquierda quiere embarrar el terreno con otras cosas y deslegitimar nuestra victoria", "si el Ejecutivo no hace nada, tras el 9 de mayo habrá fiestas de 30 personas en las casas”. Dicho queda. Así, con la presencia de cada uno de los líderes nacionales de cada partido en sus respectivos mítines de cierre de campaña se da paso a una jornada de reflexión a la espera de la verdadera encuesta, la de las urnas. Atrás quedan las broncas, las descalificaciones y los insultos, las amenazas y los errores y aciertos de las diferentes estrategias……la suerte está echada, y mañana, el resultado definitivo.

            Un cierre de campaña que Ayuso, apelando a la identidad madrileña como gran eje de su estrategia, cerraba “a la madrileña” con la reapertura de la Plaza de Toros de Las Ventas para celebrar una corrida en la que “el Juli” fue el gran triunfador y que devolvía de alguna forma la ilusión a un sector, el taurino, vapuleado, como tantos otros, no sólo por la crisis económica y sanitaria sino también por el abandono de los políticos. Por su parte Gabilondo trataba de animar a la izquierda afirmando que sólo está a 50.000 votos para arrebatarle el gobierno a la derecha, mientras Tezanos burlaba la ley y ponía al CIS a rastrear indecisos fuera de plazo, siguiendo con sus encuestas pese a la prohibición, lo que ha sido denunciado por el PP a la Junta Electoral, que, por cierto, avisa al Gobierno de la necesaria neutralidad en la jornada de votación pues el Consejo de Ministros del 4-M choca con la Ley Electoral. Mientras tanto sigue en el ambiente el uso político de las amenazas de muerte, sobre las que el Jefe de Seguridad de Correos afirma a los sindicatos que el escáner sirve para poco si los supervisores no están atentos y que “ya hemos suspendido a 130 vigilantes y retirado de su puesto a 25”. Así se cierra la campaña más bronca, planteada en clave nacional, ya que sin duda estas elecciones autonómicas van a definir el futuro del mapa político español y suponen un órdago para PP (Ayuso lograría la mayoría absoluta si supera el 45% de los votos, nada descabellado según las encuestas) y para Ciudadanos (puede desaparecer si no consigue el 5% de votos), pero también para el bloque de izquierdas que, si no consigue desalojar a Ayuso va a quedar tocado, con Más Madrid aspirando a sorpassar al PSOE y a relegar a UPodemos, de quien se desgajó, a la mínima expresión.

            Por cierto, un Podemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, anda en la cuerda floja tras autoproclamarse líder indiscutible de las izquierdas con su aterrizaje en Madrid desde la Vicepresidencia del Gobierno, erigiéndose en el salvador tras osar someter bajo su liderazgo a Más Madrid cuando, según los sondeos, el partido de Errejón sacará una gran ventaja al partido de Iglesias. Y, para colmo, se conoce que Podemos ocultó que un asistente de Iglesias fue detenido por los ataques a Vox en Vallecas, asunto que sigue coleando todavía, mientras el mismo día de los hechos el todavía secretario general de la formación morada ponía a los agresores que reventaron el acto como ejemplo de “defensa de valores solidarios”. En efecto, los “escoltas” de Iglesias lideraron el ataque a la Policía en Vallecas, pues estaban situados en primera línea e iniciaron la agresión a los agentes en el acto de Vox, mientras Marlaska ocultaba estos hechos (el ministro fue informado puntualmente de las detenciones de los dos “escoltas” de Podemos y de la vinculación directa de éstos con el partido, pues los dos implicados han realizado labores de seguridad en el partido de Iglesias, uno de ellos en su chalet de Galapagar), dándose la paradoja de que, mientras Interior ocultaba estos repudiables hechos, la izquierda aireaba la campaña de amenazas contra sus candidatos. Al parecer, un cabecilla de los bukaneros integra la seguridad de Iglesias, pues, según los agentes, Iñaki J.J, alias “el Pirrakas”, trata de darles instrucciones sobre su trabajo, insistiendo la Policía en el vínculo entre el líder de Podemos y dos de los detenidos en Vallecas. En todo caso, para no pocos el timo de Pablo Iglesias se acaba, pues el arresto de un auxiliar de su aparato dirigente, su presunto fracaso en los comicios de Madrid y, si así es, su presunta salida de la política para dedicarse a la televisión marcan el declive del líder populista, ascendido a Vicepresidente del Gobierno por obra y gracia de Sánchez.

            Por lo que se refiere a la pandemia, más de lo mismo: confusión e incertidumbre. Como el Gobierno de Sánchez se empeña en no dejar unas bases jurídicas para cuando acabe el estado de alarma el 9 de mayo, las CCAA prolongarán las restricciones como buenamente puedan. Así las cosas, Cataluña prepara una reforma legal para mantener el toque de queda, mientras País Vasco, Castilla y León, Galicia y Castilla-La Mancha piden ese paraguas jurídico estatal que les permita afrontar con garantías la lucha contra el virus después del 9-M. El post estado de alarma aleja a Sánchez de sus propios socios con esta rebelión de las CCAA para exigir medidas que permitan restricciones “light”, al extremo de que el PNV se enfrenta al Gobierno y pide que prorrogue la excepcionalidad dos meses más. Pero el Ejecutivo, que no limita la marcha del uno de mayo a pesar de la covid, no cede y considera que hay legislación suficiente para afrontar la pandemia sin estado de alarma y sin una legislación específica al respecto. Por otro lado, además, el Gobierno choca con la ciencia y retrasa la segunda dosis de AstraZeneca, posponiendo de doce a dieciséis semanas el plazo de la segunda inyección, con lo que más de millón y medio de españoles seguirán esperando a que su vacunación sea definitiva y completa, cuando un estudio en Francia e Italia alerta sobre el peligro de suspender la campaña tras la primera dosis y cuando la Agencia del Medicamento de la UE y diecisiete sociedades científicas piden que no se demore más, por lo que Madrid, Cataluña, Andalucía y otras CCAA también rechazan esta incomprensible decisión del Gobierno, en tanto que PP y PNV negocian una alternativa al estado de alarma. No obstante, la mortalidad por covid cae a los niveles del pasado verano (abril termina con 2.757 fallecidos gracias al avance de la vacunación), cuando se conoce que el 75% de los fallecidos en residencias de Madrid no fue al hospital.

            Entretanto la economía profundiza en su caída y el déficit se dispara, admitiendo Hacienda ahora que la desviación será del 8´4% del PIB y que la deuda seguirá por encima del 112% en 2024, tras un viernes negro en que se constata el retroceso del PIB y el avance del déficit. Así las cosas, el mercado laboral pierde 137.500 empleos de enero a marzo, siendo Madrid y Cataluña quienes sortean la destrucción de puestos de trabajo, mientras el Gobierno presume de una reducción del paro que lidera Madrid, creando 40.400 puestos de trabajo, y cuando el sector privado destruye 155.000 puestos de trabajo en el primer trimestre del año. La EPA concluye que hay 474.500 empleos menos en un año y 341.000 parados más, mientras crecen los hogares con todos sus miembros en paro. Un caos económico y laboral de envergadura, con un Gobierno que anuncia a Bruselas suprimir la reducción por tributación conjunta del IRPF (medida que afectaría a dos millones de hogares), pero que, ante las críticas en tromba de líderes de la derecha y de la izquierda, rectifica su plan y dice ahora que la eliminación de la tributación conjunta no será inminente; en definitiva, una subida encubierta del IRPF que castigaría a las rentas más bajas, dejando de beneficiar a 4´2 millones de contribuyentes.

            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que las empresas pagan por sociedades un tipo efectivo del 8´3% del beneficio; que Justicia ofrece al PP mejoras para renovar el Poder Judicial; que ERC baraja otro intento de investidura por el bloqueo de JxCat; que la Justicia investiga a Irene Montero por “administración desleal” en el caso de su falsa niñera; y que Tomás Gimeno desaparece en Tenerife con sus dos hijas, de uno y seis años de edad, tras amenazar a la madre de las pequeñas, su ex mujer, con “no vas a volver a ver a las niñas” por lo que la Guardia Civil busca a los desaparecidos por tierra, mar y aire, encontrando restos de sangre en el barco en que desaparecieron que estaba a la deriva.

            Y del exterior, destacar que Navalni comparece demacrado desde prisión; que el Presidente de Colombia retira su reforma fiscal; que el éxodo de venezolanos está a punto de superar el de la guerra siria, pues la crisis en el país ha provocado la huida de 5´6 millones de migrantes y refugiados; que Europa se descuelga de EEUU y China al recaer en la recesión, pues la economía de la eurozona se contrae un 0´6% en el primer trimestre frente a la aceleración del crecimiento en las otras potencias; y que una estampida en un acto ultra-ortodoxo en Israel causa al menos 45 muertos y 150 heridos, se trataba de una celebración religiosa en el Monte Merón, en cuyo santuario se concentraban más de 100.000 ultra-ortodoxos a pesar de que se había limitado el aforo a 10.000, siendo la peor tragedia civil de Israel.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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