Por si España, inmersa en
una crisis sin precedentes, no tuviera suficientes problemas de toda índole, lo
que nos faltaba es una crisis diplomática con Marruecos, nuestro vecino del
Sur, que ha desembocado en una crisis migratoria en Ceuta muy preocupante con
la entrada masiva de golpe en la ciudad autónoma en un solo día de unos 8.000
inmigrantes (el equivalente a que en España entraran de pronto cuatro millones
y medio de extranjeros) gracias a la vista gorda, cuando no a la colaboración,
de las autoridades de Marruecos, indignadas por la acogida de España de Brahim
Ghali, líder del Frente Polisario y enemigo público número uno del régimen
alauí, con lo que las autoridades marroquíes se sienten traicionadas por el
fondo y la forma en que el Gobierno de España, por razones humanitarias, le ha
acogido con identidad falsa para ser tratado de covid en un hospital español.
En efecto, tras filtrarse la noticia de que Ghali había entrado en España con
nombre y nacionalidad falsas para ser tratado de coronavirus, Marruecos pide
explicaciones a España de forma insistente y, ante las peticiones, la ministra
española de AAEE, que intentó ocultarlo y negoció el asunto sólo con Argelia,
asegura finalmente que ha sido admitido por razones estrictamente humanitarias,
lo que, en todo caso, no deja de incomodar al régimen alauí, que desafía a
España sin contemplaciones facilitando, cuando no animando, la entrada masiva
de miles y miles de personas en Ceuta. De momento, y sin que ello justifique la
política chantajista de Marruecos, a la que nos tiene acostumbrados, un
tremendo error de la política exterior y la diplomacia española que, guste o
no, tiene poco tacto con el vecino del sur quien, mediante su embajadora en
España, deja bien claro a la ministra Laya que “hay actos que tienen
consecuencias”. En todo caso el asunto Ghali (controvertido personaje a quien
sus partidarios consideran un héroe de la causa saharaui, el régimen marroquí
como un enemigo esencial y que está reclamado por la Justicia española por
delitos de genocidio, asesinato, torturas y desapariciones cometidas
presuntamente contra disidentes refugiados en Tinduf), más que causa de esta
tensión con Marruecos, viene a ser la excusa del régimen marroquí para manifestar
su malestar con las autoridades españolas, la gota que colma el vaso, tras una
serie de actos, más o menos inamistosos, como la ruptura por parte de Sánchez
de la tradición de todos los presidentes de Gobierno españoles de visitar en
primer lugar Marruecos nada más tomar posesión o la alineación, clara y
contundente, del Vicepresidente Iglesias en su momento a bombo y platillo con
la causa de la autodeterminación del Sahara, asunto que, por comprensivo y
loable que sea, debería ser tratado con mucha mayor prudencia por parte de
gobiernos que se dicen amigos y que tienen infinidad de intereses comunes y
algunos contrapuestos. Es lo que tiene la política exterior de cualquier país,
que ha de ser desarrollada con grandes dosis de prudencia, no ya por razones de
buena vecindad, sino también por meros intereses nacionales o geopolíticos.
No obstante y dicho lo anterior, el
chantaje de Marruecos a España es totalmente inadmisible y reprochable, se mire
como se mire; un desafío intolerable, no sólo a España sino también a la propia
UE pues Ceuta y Melilla son también frontera exterior común de la Unión, que,
obviamente, ha salido inmediatamente en favor de España, advirtiendo la
Comisión Europea a Rabat que “no nos dejaremos intimidar, estas tácticas son
inadmisibles”. Mientras tanto España desplegaba el Ejército en la ciudad
autónoma y reforzaba la frontera con el envío de 200 agentes de la Policía y la
Guardia Civil, asunto que, en todo caso, ya debía haber previsto el Ejecutivo
dadas las tensiones en las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos. En
todo caso, Sánchez, desbordado por la situación, salía diciendo, como no podía
ser de otra forma, que defenderá Ceuta y Melilla “bajo cualquier circunstancia”
y visitaba dichas ciudades, para defender “la integridad territorial de
España”, entre intolerables abucheos de ceutíes, disconformes con las formas de
proceder del Ejecutivo de coalición, mientras el Consejo de Ministros daba a
Marruecos 30 millones de euros que estaban previstos para que el régimen alauí siga
colaborando en el control de la emigración en la zona. Al final, Marruecos pone
fin al intolerable desafío a España y a la UE, frenando Rabat en seco las
entradas a Ceuta, mientras miles y miles de invasores eran devueltos en
caliente a Marruecos y las CCAA negocian el reparto de niños y adolescentes,
unos mil, que no pueden ser devueltos y, de momento, están hacinados en el
polígono ceutí del Tarajal. Por su parte Biden reduce la extorsión marroquí a
un problema bilateral con España, que prevé un pulso largo de Rabat ya que la
crisis no está cerrada y habrá más asaltos, mientras Marruecos retira sin fecha
a su embajadora y Podemos, cogobernante con el PSOE, interfiere pidiendo la
“libre determinación” del Sáhara. Entretanto Zarzuela espera “luz verde” para
mediar en Marruecos, “está todo preparado para mover los hilos que sean
necesarios”, y al Emérito se le pide que quede al margen del asunto, en medio
de una refriega, ¡cómo no!, entre Sánchez y Casado, quien ofrece al Presidente
su apoyo después de reprocharle en el Congreso sus “errores diplomáticos” y el
Presidente le exige lealtad sin reconocer error alguno.
Mientras tanto en el conflicto
independentista catalán se perfila un acuerdo de Govern secesionista en
Cataluña al ceder ERC poder a Junts para una difícil gobernabilidad, siendo un
órgano colegiado externo poco definido el que diseñará el plan del nuevo
Ejecutivo catalán para la independencia. Sánchez, por su parte, mantiene la
alianza con ERC pese a ceder ante el prófugo Puigdemont, que se reserva las consejerías
claves, pues Moncloa busca reunir ya la mesa de diálogo, negociar los indultos
y la sedición, en tanto que Aragonés ya celebra una “Generalitat republicana”.
Así, cuando lo lógico y razonable, debiera haber sido la conformación de un
Govern socialista (Illa ganó las elecciones) y progresista de izquierdas, con
el apoyo o en coalición con ERC, el prófugo Puigdemont gana la partida y retoma
el desafío al Estado llamando a la “confrontación” y quedándose con las áreas
más importantes y, mientras se investiga la ayuda de 150.000 euros de Aragonés
a una fundación de ERC, Sánchez por su parte se garantiza de momento la
estabilidad en el Congreso con sus socios manteniendo los pactos con los
republicanos.
En cuanto a la pandemia se refiere, la
Jefa de Simón frena la segunda vacuna de AstraZeneca, pues la Directora de
Salud Pública va contra el criterio de la Agencia del Medicamento, con lo que
al final Sanidad acuerda que se combinen vacunas de dos marcas distintas, por
lo que los vacunados en primera dosis con AstraZeneca recibirán como segunda
dosis Pfizer, aunque sus propios expertos avalan inocular la misma vacuna en la
segunda dosis. Y mientras España pasa a riesgo medio al bajar la incidencia de
150, Portugal y Turquía la superan en la batalla por las reservas a los
británicos, en tanto que el final del estado de alarma revive un 10% el uso de
tarjetas de crédito, pues aumenta el gasto en tiendas y restaurantes, aunque
sigue un 20% por debajo de 2019….no obstante la hostelería ya es el tercer sector
al que más dinero destinan los españoles.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que el Ejecutivo se propone convertir en fijos a 300.000 interinos
en la función pública; que los autónomos pagarán el 50% de sus ingresos al
Estado; que el Gobierno se fija como meta crecer al 1´5% anual hasta 2050 con un
plan que pone el acento económico a largo plazo en la productividad; que la
deuda sigue sin control y ya supera el 125% del PIB; que Sánchez toma partido
por Calviño frente a Díaz en el asunto de la reforma laboral y dice que “no se
debe sólo desmantelar”; que más de 200 alcaldes del PP escenifican su “rebelión”
ante el ninguneo de Hacienda; y que el torero Pablo Aguado y el banderillero
Domínguez, subalterno de Roca Rey, sufren graves cogidas en la corrida de San
Isidro en la plaza Vistalegre, el matador es corneado en el muslo y el
banderillero en el tórax.
Y del exterior, destacar que Chile
castiga a los partidos tradicionales en la Convención Constituyente y se
inclina por independientes para redactar la Constitución; que el BCE alerta de
la “notable exuberancia” de las Bolsas, reapareciendo la inflación como preocupación
para los inversores; y que Israel arrasa el poder militar de Hamas en otra
jornada sangrienta de ataques a zonas habitadas, prolongando su ofensiva en
Gaza pese a que Biden pide un alto el fuego.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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