En
la acepción de “extravagante o chocante”, que no en la de “atrayente, agradable
o interesante por su tipismo”, cabe calificar de “pintoresca” la moción de
censura que no se sabe contra quién es o para qué se debate en el Congreso de
los Diputados a instancias del partido de extrema derecha, Vox, con un conocido
candidato alternativo de izquierdas, Tamames, quien, a sus casi 90 años de
edad, es referente histórico del Partido Comunista de España y prestigioso
economista, y que ha aceptado la oferta de Abascal para encabezar este reto
contradictorio y absurdo carente de cualquier lógica y ajeno a todo lo que
representa y debe ser la moción de censura diseñada en nuestra Constitución con
carácter constructivo, es decir, con el requisito de ofertar, desde la
oposición, una seria y viable alternativa de Gobierno para evitar precisamente
un adelanto electoral y para mejorar la gobernabilidad, cuando, precisamente ya
estamos en las puertas de unas elecciones obligadas por caducidad de la
Legislatura y cuando, de entrada, la pintoresca moción sólo cuenta “a priori”
con el respaldo minoritario de Vox y, por tanto, está condenada al fracaso más
rotundo, aunque, visto lo visto, si nos fijamos en la que aupó a Sánchez al
poder, que tampoco contaba “a priori” con una mayoría parlamentaria ni
presentaba una alternativa viable que mejorara la gobernabilidad, siempre cabe
esperar cualquier cosa, incluso la traición de algunos (en aquel caso fue la
del PNV) para que por sorpresa salga adelante, aunque en este caso se
necesitaría demasiados traidores para hacerlo posible. En definitiva, más que
una seria moción de censura cabe esperar cualquier otra cosa en el Congreso de
los Diputados, algo que no se sabe bien qué va a ser pero que mueve a todos los
grupos políticos a especular sobre los beneficios o perjuicios que semejante
mascarada parlamentaria les puede aportar mientras, de momento, parece que sólo
Vox, el proponente de la moción, y el PSOE, cuyo gobierno es el destinatario de
la misma, se toman el asunto en serio o aparentan tomárselo, pero entre un mar
de dudas sobre las consecuencias que el asunto pueda tener para sus
particulares intereses. Y al efecto Moncloa descarta de entrada dar
protagonismo a Podemos, que quiere que sus ministras Belarra y Montero, como
miembros (perdón: miembras, miembres, miembris o miembrus) del Ejecutivo
censurado, repliquen a Vox, mientras se filtra el discurso de Tamames tras
enviárselo a sus amigos; un Tamames que no cambiará su discurso pese a haberse
filtrado y que, entre otras cosas, pedirá elecciones y declara públicamente que
“España se asemeja a una autocracia”, “no he votado nunca a Vox, de cara al
futuro ya veremos”, “se puede decir que España es una nación de naciones, una
supernación”, “no hay que acabar con las autonomías porque ya han enraizado
mucho”….. En fin, como ven, total sintonía ideológica con Vox (perdonen la
ironía), el partido que lo propone, aunque, puestos a sintonizar, poco tiene
que envidiar a la sintonía existente entre PSOE y Podemos en el actual gobierno
de coalición, que tantos espectáculos nos viene ofertando sobre tantos asuntos
esenciales en esta Legislatura que agoniza.
Y,
ante tanto desbarajuste y falta de sentido común, hasta el propio Vox ya admite
incluso que su ala derecha no entiende la moción de censura planteada por la
dirección del partido, aflorando el malestar de las bases más ideologizadas con
el candidato, mientras se agudizan las lógicas diferencias con él y surge la
incertidumbre sobre lo que pueda decir durante el debate, en tanto que Abascal
interviene para atajar la crisis de nervios en el partido compareciendo con
Tamames para intentar recuperar el control de la moción. Por su parte el PSOE,
ante el interés de protagonismo de Belarra y Montero durante el debate, busca
“otras fórmulas” de intervención y valora la estrategia de que sea Yolanda
Díaz, como ministra del Gobierno, la que intervenga en las réplicas junto a
Calviño, mientras Sánchez atacaría la abstención del PP anunciada por Feijóo
“como un acercamiento a la ultraderecha”. Un PP que, por cierto, se dispone a
ignorar a Vox en la moción de censura “como si no estuvieran” y, en todo caso,
que centrará la confrontación en el Gobierno para presentarse como única
alternativa al mismo, ya que, tras oír a Abascal, ve clara la coalición de
intereses Vox-PSOE en esta pintoresca moción, convencidos en Génova de que
“ambos planifican la moción contra Feijóo” y no contra Sánchez por lo que se
conjuran para no caer en provocaciones ni alimentarlas (a diferencia de lo que
hizo Casado en la anterior moción de Vox), cuando, de momento en este caso, la
moción ya tiene “a priori” un beneficiado, Pedro Sánchez, que se salva de declarar
ante la comisión Pegassus, pues Batet decidió fijar el discurso de Tamames
justo el mismo día en que ya se sabía que el Presidente y varios ministros
estaban citados ante una delegación de eurodiputados en Madrid, con lo que se
justifica “plantar” a la delegación europea que investiga el peliagudo caso. No
obstante, surge cierto temor en el centroderecha al presunto derrumbe de Vox
por esta pintoresca moción de censura, que no sabemos en qué quedará, pues en
el PP no se ve como un factor electoralmente positivo que la formación de
Abascal se diluya y en Vox crecen los nervios y el desconcierto ya que ni los
sectores más próximos apoyan a la dirección ante esta iniciativa.
Así
las cosas, en vísperas del citado divertimento ocioso que desde mañana nos
ofrecerán nuestros políticos desde el Congreso de los Diputados, Yolanda Díaz
exhibe sintonía con Errejón en plena tormenta con Podemos y dice que “la
política no va de ruidos ni de presiones” al coincidir con el líder de Más País
en la presentación de un informe sobre salud mental, mientras se desmonta a
Irene Montero, la ministra de Igualdad, que “sólo entiende la política desde la
guerra” y es criticada dentro y fuera del Gobierno y de Podemos, cuando, según
el CIS de Tezanos, es la ministra peor valorada por los españoles, sólo por
encima de su amiga Ione Belarra. Por su parte Feijóo presume de fichajes para
“sacar a España de las trincheras” y en la presentación de la nueva fundación
del PP, Reformismo 21, recluta nombres conocidos sin carnet del partido, sobre
los que dice “no les he pedido que se afilien”, para consolidar este nuevo laboratorio
de ideas, y uno de ellos, el ex ministro Piqué, sostiene, como nuevo “sabio”
del PP, que “Feijóo debe hacer ofertas a Cataluña como una mejor financiación”
ya que “tiene que convencer a los catalanes de que pertenecer a España es un
buen negocio”, en tanto que Aznar alerta al PP de que debe distanciarse ya del
PSOE para gobernar solo, cuando Génova cree que el Gobierno de coalición está
“en demolición” y puede robar votos tanto a la izquierda como a la derecha,
viéndose capaz de triplicar a Vox para no depender de su apoyo tras las
generales.
Pero
antes de las generales vienen las locales y territoriales, sobre las que Ximo
Puig, el President socialista de la Comunitat Valenciana, para curarse de
espanto sobre lo que ha de venir manifiesta que “en las elecciones de mayo no
se tiene que votar en clave nacional”, que “el ataque a las empresas es innecesario
y poco inteligente, no aporta nada”, que “el PSOE debe sentirse orgulloso de la
política social del Gobierno de Pedro Sánchez” y remata añadiendo “siempre he
defendido el reencuentro con Cataluña y la solución política”…. Entretanto se
van conociendo encuestas sobre el voto en las diversas CCAA, las últimas
publicadas son las elaboradas por NCReport, sobre dos territorios autónomos
gobernados por socialistas, Baleares y Extremadura; en Baleares la mayoría de
PP y Vox frenaría un nuevo gobierno de la socialista Armengol (PP obtendría el
33´3% de los votos y 24 escaños, PSOE 22´4% y 15, Vox 10´7% y 6, Mes 10´2% y 6,
UPodemos 8´8% y 4, EL PÍ 7´2% y 3, y GF 0´4% y 1) y en Extremadura el PSOE
perdería la mayoría pero sumaría con Podemos (PSOE obtendría el 43´5% de votos
y 30 escaños, PP 37´3% y 27, Vox 6´9% y 4, y UPodemos 6´6% y 4). Es lo que hay
de momento, mientras esperamos el desarrollo de la absurda y pintoresca moción
de censura con la que nuestros políticos nos pretenden obsequiar durante un par
de días, para que nos olvidemos de otros asuntos de vital importancia….Ya ven,
es lo que hay, no dan para más.
Entretanto
cabe citar que muere Pedro Solbes, vicepresidente del Gobierno con Zapatero;
que Pilar Cancela, alto cargo socialista y Secretaria de Estado en Exteriores,
reúne a 500 personas en un teatro de Caracas, con autobuses gratis, para animar
a pedir a los venezolanos el DNI español concediendo nacionalizaciones exprés;
que, según Negreira, a quien pagaba el Barça, “el Barcelona creía que se le
perjudicaba y se favorecía a otros”; que aumenta el número de menores que
comenten agresiones sexuales en medio del “no fue para tanto” y los terapeutas
alertan de la falta de empatía que tienen con las víctimas y culpan de la
situación a la exposición cada vez más temprana a la pornografía y a la
banalización del sexo; y que el Gobierno conoce desde 2020 graves irregularidades
en la fundación del “caso Mediador” pues Laya, Calvo y Campo, entonces
ministros, y Belarra, secretaria de Estado, miembros del Patronato de Fiiapp,
ignoraron la denuncia de la Intervención, y, en el “caso cuarteles”, con
vinculaciones con el anterior, el empresario Mon impuso con amenazas facturas
opacas, pues Tejera de León se jactó en la Comandancia de Ávila de tener
vínculos con altos mandos de la Guardia Civil y amenazó con informar al
Teniente General Vázquez Jarava si se intentaba evaluar su trabajo.
Y los
ciudadanos a divertirnos con la pintoresca, absurda e innecesaria moción de Vox
con el comunista Tamames como alternativa al gobierno de coalición de Sánchez,
quien interesadamente es uno de los pocos que aparenta tomárselo en serio…..¿por
qué será?, misterios sin resolver.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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