miércoles, 1 de marzo de 2023

PATÉTICA Y ESPERPÉNTICA MOCION DE CENSURA

 

                        Sus señorías, nuestros diputados, como si no tuvieran otra cosa mejor que hacer, se enzarzan en una absurda polémica sobre apoyar o no la patética y esperpéntica moción de censura presentada por Vox contra el Gobierno de Sánchez cuando, en realidad, Abascal y los suyos la presentan contra Feijóo y para tener cierta notoriedad y protagonismo electoral dentro del marco político del centro-derecha. Es patética en su acepción de “despreciable por sus cualidades negativas” y esperpéntica en su acepción de “grotesca, absurda y alejada de lo convencional, el orden o la realidad”, por más que los grupos parlamentarios, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, busquen obtener supuestos beneficios electorales de tan innecesaria moción a cuatro días de las obligadas elecciones. En efecto, la moción de censura, que en España tiene un carácter constructivo y, por tanto, requiere presentar una alternativa que, en caso de triunfar, sustituya al Gobierno censurado en vez de la disolución de las Cortes y la pertinente convocatoria de elecciones generales, carece de sentido práctico si, como es el caso, se presenta en solitario por un grupo parlamentario minoritario, como es Vox, y en pleno año electoral que casi hace inviable, en el improbable caso de que triunfara, la conformación de un nuevo Gobierno cuando prácticamente tocan ya elecciones locales, autonómicas y generales de inmediato. Pero todavía es más patética y esperpéntica la moción de censura si, como es el caso, la presenta el grupo parlamentario de extrema derecha pero, para más recochineo, proponiendo como candidato alternativo al Gobierno no a su jefe de filas, Abascal, que sí lo fue en su anterior fracasada moción de 2020, sino a Ramón Tamames, prestigioso economista enmarcado ideológicamente en las filas del Partido Comunista del que fuera cargo destacado en su día, y que, ahora, a sus 89 años de edad, se presta a protagonizar semejante mascarada, cuando incluso hace bien poco, el 3-10-17 tras el ilegal referéndum del 1-O, propuso por carta al expresident catalán Artur Mas que aprovechara “la gran ocasión” para conseguir un “nuevo estatus” de Cataluña respecto a España bajo el nombre de “Nación Catalana” mientras el Rey, nuestro Jefe de Estado, hacía su discurso en defensa del orden constitucional y del Estado de Derecho atacado por el secesionismo. Ya ven, ni pies ni cabeza; una absurda moción que Abascal se encargará de defender ante el Pleno del Congreso sin tiempo límite antes de dar paso a Tamames, el pintoresco candidato alternativo a la Presidencia, quien, al parecer, centrará su intervención en exponer las razones que, a su juicio, evidencian la necesidad de un relevo en el Palacio de la Moncloa. Un Tamames comunista y, por tanto, en las antípodas ideológicas de Vox, que dice ahora que “Abascal me da libertad absoluta en el discurso” y añade que “Vox no es un partido de ultraderecha; de fachas, nada, de racistas, menos; si acaso podrían decirles nacionalistas españoles”. Sin comentarios, pues, ya ven, la charlotada cómica parlamentaria está servida y podría incluso servirnos de divertimento si no fuera por el caos político, social, económico, institucional y territorial que estamos viviendo.

            Pues bien, así las cosas, mientras los expertos creen que una moción “inútil” como ésta dará “oxígeno al Gobierno” (y Sánchez así lo piensa también), Vox hace claramente un “uso partidista” para conseguir “visibilidad” a pesar de que no tuviera recorrido en 2020 y de que ahora se plantea desde el primer momento como una vía muerta o una estrategia para sacarle rentabilidad, cuando el verdadero problema es que la moción de censura, siendo una herramienta constitucional, se use para fines partidistas y que, por intereses de unos u otros, le den apariencia de seriedad a semejante chapuza. No obstante, aunque los grupos no se pongan de acuerdo para denunciar conjuntamente esta chapuza parlamentaria, que es lo que debieran hacer, semejante mascarada genera dudas en Vox que considera que “nos jugamos el crédito”, mientras el PP de Génova, su verdadero contrincante político, sí pretende desactivarla con una imagen de seriedad y sin imitar el anterior ataque personal de Casado a Abascal en la anterior moción de censura, por lo que el Grupo Popular se abstendrá en esta ocasión para no apoyar al “gobierno en llamas” ni al “circo”, al extremo de que Feijóo ni siquiera irá al “show” estratégico, ninguneando la ocurrencia interesada de Vox con su ausencia. Y por su parte Sánchez, mientras Yolanda Díaz dice que “Sumar va a ser la gran sorpresa del año 2023”, se aferra como líder global a intentar aislar a Podemos en el “ruido” e inaugura una nueva fase de convivencia en la coalición de su Gobierno, mientras todo apunta a que Batet, desde la Presidencia del Congreso, intentará retrasar al máximo el debate de la moción de censura para aproximarla al 28M pues el Presidente considera positivo que se debata lo más cerca posible de las locales y autonómicas al ser una “bala” más que útil, propiciada por Vox, para “calentar” la campaña electoral a favor de la izquierda, y como  prueba de ello sus ministros socialistas ya se han puesto en campaña: en un acto del PSOE en Jaén la ministra de Hacienda y Vicesecretaria General del partido, en vez de denunciar la chapuza que pretende Vox, acusa a Feijóo de “alimentar a la ultraderecha” y exige al PP que vote en contra de la moción de censura de Vox y “no le de alas”, reprochándole que quiera “aparentar moderación” y al mismo tiempo “alimente” a esa derecha extrema que dice y sostiene lo que Feijóo no se atreve. Ya ven, cada quien a lo suyo, pues el circo está servido no sólo en el Congreso sino también en la calle, mientras desde Vox Espinosa de los Monteros le pone la guinda esquivando lo de la “nación catalana” de Tamames ya que “puede atraer a más gente” y añadiendo sobre el pintoresco candidato comunista de Vox que “cuanto más alejado esté de las posturas del partido, más nos gusta”. En fin, como para que, en vez de denunciar semejante burla, los grupos políticos, por intereses electoralistas, pretendan darle visos de seriedad a esta chirigota, desviando la atención sobre asuntos muy serios que afectan muy negativamente a la ciudadanía y que requieren soluciones urgentes.

            Así las cosas, en plena conmoción política por la corrupción del “caso mediador” en las filas socialistas o el escándalo por las rebajas de penas a violadores sexuales a causa de la aplicación de la chapucera ley del “sólo sí es sí” y cuando el CGPJ constata que ya van 646 rebajas y más de 60 excarcelaciones anticipadas, la ministra Irene Motero, otra que tal baila, viene a admitir por fin que hay que dar “respuesta” a su polémica ley asegurando que “con un solo caso” habría que actuar…..¡y qué hace que no actúa en vez de decir que los jueces son fachas y los culpables del fiasco de su ley! En fin, sin más comentarios. Entretanto la inflación y la subida del Euribor hace casi imposible que las familias puedan llegar a final de mes por su descomunal pérdida de poder adquisitivo, pues el Gobierno ha perdido el control del IPC en el peor febrero en 45 años al subir la inflación el mayor alza mensual desde 1978 y alcanzar el 6´1% (y la subyacente el 7´7%, la tasa más elevada desde diciembre de 1986), mientras la escalada del Euribor encarece este mes las hipotecas un 54% (una media de 7.000 euros anuales) y la factura de la luz se encarece un 33% (unos 65 euros de media). No obstante, puede que con la chapucera moción de censura de Vox se desvíe la atención durante algún tiempo y no se hable de estas cosas, para que podamos seguir caminando de derrota en derrota hasta la victoria final.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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