Dice Aragonés que la
amnistía no basta para resolver el conflicto catalán y Dolores Feliú,
presidenta de la ANC, añade que “la amnistía da pie a la independencia, ahora
toca otra oleada”, afrontando así una Diada devaluada en manifestantes pero con
el objetivo, más cercano y alcanzable que nunca gracias a las cesiones del
Gobierno de coalición de Sánchez, de impulsar otro patético 1-O, cuyos
protagonistas ya han sido indultados por el Gobierno de España al que, tras el
gratuito perdón sin contrapartida democrática alguna, exigen ahora una especie
de borrón y cuenta nueva con el propósito de someter a la Justica a los intereses
particulares de algunos, es decir, lo contrario al más elemental principio
democrático. Entretanto el Govern refuerza su campaña en el exterior convocando
a sus corresponsales extranjeros en su internacionalización del apoyo a los
según él represaliados, mientras Sánchez desactiva la diplomacia cuando como
Presidente debería insistir en que Puigdemont, en vez de ser blanqueado, sea
entregado a España para comparecer ante los tribunales, con lo que los
secesionistas recuperan sus canales políticos en una insólita Diada (para
muchos, una Liada), convertida en termómetro para la investidura del próximo
Presidente del Gobierno de España, a la que ERC y Junts (es decir, la izquierda
y la derecha secesionista radical y totalitaria) concurren divididas (a ver
quién consigue más para liderar el totalitarismo en Cataluña) mientras la ANC,
brazo civil de ambos y de algunos otros, pide una declaración unilateral de
independencia en el Parlament y rechaza cualquier pacto, a lo que Aragonés se
niega con el argumento de que “no serviría de nada” si no viene acompañada de
un reconocimiento internacional mientras Puigdemont, según SigmaDos,
rentabiliza la negociación con Sánchez y supera a ERC en caso de repetición
electoral ya que sería el partido independentista más votado, consiguiendo un
escaño más en el Congreso, aunque, en caso de elecciones autonómicas, ganaría
el equidistante PSC pero el secesionismo sumaría mayoría en el Parlament. Ya
ven, la “Liada” catalana está servida, pues la amnistía, sin duda, envenena el
debate político y aviva la incertidumbre sobre la gobernabilidad de España, que
es lo que realmente debiera importar, cuando los socialistas, liderados por
Sánchez, tras decir por activa y pasiva en la campaña electoral que la amnistía
sería inconstitucional, buscan ahora un encaje de dicha medida en la Carta
Magna a pesar de no haberse hundido del todo el 23-J gracias a semejantes
argumentos, y, por el contrario tratan ahora de reconducir las exigencias secesionistas
para encajarla con calzador en la Constitución y pueda tener, contra lo dicho
en campaña, apariencia de legalidad, mientras ERC y Junts urgen a Sánchez a ultimar
una ley “de perdón” y a “avanzar en el derecho a decidir”, es decir, lo de
siempre y más de lo mismo, mediante esta ceremonia de la confusión orquestada
adrede, pues el perdón incomprensiblemente ya se dio con los indultos y la
amnistía (un paso totalitario más) es algo mucho más inasumible en democracia
ya que lleva implícito reconocer, como dice el secesionismo, que España no es
una democracia al uso occidental, que hay represión política y que la Justicia
es arbitraria….en definitiva que no hay Estado de Derecho ni democracia en
nuestro país, lo que supone dar la razón de forma miserable a las tesis
secesionistas para desacreditar a España y avalar sus pretensiones
antidemocráticas, pues en ningún otro país civilizado, libre y democrático cabe
la amnistía ya que es la Justicia, como decía cínicamente el Gobierno antes del
23-J, la que se encarga de dirimir los conflictos en el contexto de la
“separación de poderes” exigible, tal como hasta anteayer sostenían los
ministros socialistas y el propio presidente del Gobierno.
Una Diada o “Liada”, como prefieran,
que pierde fuelle a pesar del balón de oxígenos que el Gobierno de España
presta al secesionismo en plena negociación de la investidura, ya que congrega
en la manifestación unas 115.000 personas la cifra más baja de los últimos
años, en medio de un cruce de acusaciones entre ERC y Junts que, a pesar de sus
discrepancias mutuas siguen ambos con los contactos y las negociaciones con el
PSOE, para facilitar la investidura de Sánchez y recrear de nuevo ese gobierno
“progresista”, mientras Sumar, la tercera pata del banco, asume las tesis
socialistas de que la amnistía necesita más tiempo…..no vaya a ser que a todos
estos demócratas de toda la vida se les vea el plumero demasiado al saltarse la
legalidad vigente en temas tan sustanciales. No obstante los secesionistas, del
color ideológico que sean, dan por hecho que el PSOE les concederá la amnistía
y reclaman que también se pacte un referéndum, mientras Aragonés abandona la
mermada manifestación entre abucheos y, para no quedarse atrás (ahora está contento
de presidir el Govern y no lo quiere echar a perder) radicaliza su discurso
contra los jueces, mientras el PSOE quiere que sus bases voten el pacto con
Junts para legitimarlo y así aplacar las críticas de viejos dirigentes del
partido, cuando el mismísimo Sánchez se vanagloriaba de haber desobedecido al
Comité Federal, máximo órgano socialista entre congresos, para hacerse con el
control de la organización sin atenerse a los procedimientos reglamentarios.
Entretanto, mientras PNV y Bildu también reivindican su “derecho a decidir” (como
si catalanes y vascos no decidieran en todos los niveles), ni la llave de la
investidura evita las fratricidas luchas entre Junts y ERC, al extremo de que
los postconvergentes, herederos del corrupto Pujol y Artur Mas, acusan a
Aragonés de vetarles en la mesa de diálogo, en plena contienda por ver quien se
hace con el protagonismo de la sinrazón totalitaria que, al parecer, Sánchez
está dispuesto a conceder.
Así las cosas, Feijóo, quien también
admite haber tenido contactos discretos con Junts aunque sin aclarar quienes
dialogaron por ambos bandos, da por perdida su investidura tras rechazar sus
exigencias y lanza una campaña contra la más que probable ley de amnistía para
obligará al PSOE a retratarse sobre el asunto en todos los niveles, ya que,
teniendo el PP la mayoría en las CCAA y grandes ciudades, usará su poder
territorial para plantear mociones a favor de la igualdad de todos los
españoles (y, por tanto, contra la amnistía) contemplada en la Constitución, forzando
así a que todos los cargos socialista en los distintos niveles territoriales se
pronuncien concretamente al respecto, estando dispuesto incluso a llevar el
asunto a Europa para parar este desafío independentista, con lo que todo el
PSOE asumiría este desgaste al que Sánchez somete al partido por sus intereses
personales, mientras el equipo del Presidente apela a su apoyo en su día al 155
con la intención de despejar dudas, pero no explica qué razones tiene ahora para
dar semejante giro, indigno de cualquier demócrata que se precie. Un cambio de
opinión, tras el resultado de los comicios del 23-J, que debería explicar a los
españoles con todo lujo de detalles si es que dicho cambio de opinión, tan
radical, tiene alguna explicación convincente. Y mientras el Tribunal
Constitucional, con su mayoría progresista, rechaza la petición del PSOE de
revisar el recuento de los votos nulos en Madrid al no ver indicio alguno de
alguna irregularidad (imaginen lo que algunos socialistas, los populistas de
Sumar y los secesionistas de todo pelaje estarían diciendo si en vez del PSOE
fuera el PP quien pusiese en cuestión o duda el recuento de votos), el ex
presidente Aznar entra de lleno en la polémica sobre la dichosa amnistía
posicionándose a favor de un rechazo contundente a la misma con el antiguo lema
antiterrorista de “¡Basta ya¡” y el Gobierno le acusa por ello de tener actitudes
“golpistas” por pedir una “enérgica” movilización cívica contra lo que
considera un “proyecto de disolución nacional” de Sánchez, cuando precisamente
tanto el PSOE de Sánchez como sus socios de UPodemos (hoy disfrazados y
diluidos en Sumar) fueron especialistas de todo tipo de movilizaciones cívicas
contra el Gobierno de Rajoy hasta que consiguieron derribarlo mediante una
triunfante moción de censura, gracias a la traición del PNV con quien incluso
ya había aprobado los presupuestos. En fin, es lo que tienen los populismos,
incapaces de ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.
Entretanto en esta España nuestra,
cada vez menos nuestra (me refiero a todos los españoles en su conjunto), en lo
que se refiere a la violencia de género un miembro de la siniestra “manada” de
violadores en las fiestas de los sanfermines, que dio lugar a la polémica ley
del “sólo sí es sí”, ve reducido en un año su condena gracias a la aplicación
de esta chapucera ley que paradójicamente nació para luchar contra la violencia
machista pero que ya ha permitido acortar penas a más de 1.150 agresores
sexuales y excarcelar anticipadamente a 117 presos, mientras la Ministra
Montero, protagonista de la ley pero no la única responsable, admite que la
decisión de la Audiencia de Navarra es “dolorosa” y asegura, como en los casos
anteriores, que no se ajusta al mandato de la ley, pues sabido es su convencimiento
de que los jueces españoles son “machistas”…..ya ven, sucede como con los que
sentenciaron el “procés” que son represores en vez de justos. Por su parte
Rubiales por fin dimite por sorpresa como Presidente de la RFEF a causa del
beso robado a la futbolista Jenni Hermoso y acuciado por el proceso penal,
señalando a los “poderes fácticos” y a la FIFA de su caída, mientras Víctor
Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes (nombrado por el Consejo
de Ministros y con rango de Secretario de Estado) dice que “un gobierno no puede
estar al albur del TAD o de la FIFA” y defiende que el futbol necesita una “democracia
más directa” e “instrumentos para poder intervenir” en casos como el de
Rubiales…. Cabe preguntar, ¿es que tanto Irene Montero como Francos no son
parte de ese Gobierno que tiene la responsabilidad de resolver los problemas en
vez de empantanarlos o eternizarlos? En fin, sin más comentarios.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que cuatro jóvenes fallecen arrollados por un tren en Barcelona; que
hay vía libre para que la Princesa jure la Constitución (o lo que quede de
ella) el 31 de octubre ya que Zarzuela, Gobierno y Congreso no ven problema en
que coincida con su cumpleaños; que muere una voluntaria española durante un ataque
ruso en Ucrania; que la OCDE confirma que España lidera el abandono escolar
pues el 26´5% deja los estudios a los 16 años, cuando 1´4 millones de jóvenes no
tienen estudios mínimos para poder trabajar; que Telefónica decide “máxima prudencia”
con el grupo saudí ante la división, una más, en el Gobierno; que Sanidad
recomienda la vacuna de gripe y covid a la vez para los más vulnerables; que
Bruselas quiere reducir a 30 días el plazo de pago de las empresas a sus proveedores
cuando en España se permite hacerlo en 60 días; y que España crecerá este año
un 2´2%, tres décimas más de lo previsto, pero el IPC vuelve a subir y la cesta
de la compra lleva ya 17 meses encareciéndose por encima del 10% dejando un IPC
general en el 2´6%, el subyacente en el 6´1% y el de los alimentos en el
10´5%.....en fin, es lo que hay.
Y del exterior destacar que Putin
recibe al dictador norcoreano para cerrar un acuerdo de armamento; que en EEUU
los republicanos lanzan el impeachment contra Biden y acusan a su familia de amasar
20 millones de dólares; que el ciclón “Daniel” deja Libia devastada con miles
de muertos y unos 10.000 desaparecidos; y que Marruecos busca a la desesperada
bajo los escombros del terremoto en poblaciones arrasadas mientras no da abasto
para enterrar a sus más de 2.300 fallecidos y socorrer a sus más de 2.400
heridos, a quienes por fin visita Mohamed VI, tras cuatro días de ausencia, en
un hospital de Marrakech, mientras rechaza la ayuda que pretenden prestarle
algunos países, aunque si acepta la ayuda de España entre algunos otros.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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