domingo, 10 de septiembre de 2023

POR UN PLATO DE LENTEJAS

 

                        La popular frase viene como anillo al dedo para describir lo que el Gobierno de Sánchez está haciendo con la democracia española y con el Estado de Derecho, que tanto ha costado consolidar, pues cada vez está más claro que lo está vendiendo a cambio de permanecer como sea en el poder, es decir, por un plato de lentejas. Y, como buena parte de sus socios “progres” y algunos socialistas de nuevo cuño para avalar su felonía contra la Constitución, tildan de fascistas a los viejos socialistas y a otros demócratas que trabajamos en su día para traer a España nuestro actual sistema democrático y los descalifican así por el mero hecho de que criticamos tamaña irresponsabilidad por parte de este autoproclamado “gobierno progresista” de coalición con cualquiera y pivotado por el nuevo PSOE de Sánchez, voy a pasar por alto las declaraciones de esos antiguos dirigentes socialista, que comparto absolutamente, contra la pretendida amnistía para centrarme estrictamente en las declaraciones que, hasta hace cuatro días, hacían estos nuevos dirigentes socialistas sanchistas coincidiendo totalmente con los anteriores, pero que ahora cambian radicalmente para conservar su patético plato de lentejas, pues no cabe otra explicación a tan drástico e irresponsable giro copernicano. En efecto, en plena polémica sobre la concesión de indultos a los condenados por el “procés” con el claro objetivo de que el secesionismo apoyara a Sánchez (a pesar de que él había asegurado que no los indultaría), el propio Presidente defendía personalmente con insistencia que “no cabe en la Carta Magna” la amnistía que le exigía entonces Puigdemont (auto-amnistía, diría yo para borrar su fuga de la Justicia metido en un maletero), cuando los votos del prófugo derechista no eran imprescindibles para sostener al “progre” socialista Sánchez en el poder y sus ministros socialistas se alineaban con él en la misma dirección que también sostenían los líderes socialistas de la Transición, hoy tildados como fascistas por mantener los mismos criterios, aunque entonces ya recelaban de la flagrante concesión de indultos, la eliminación del delito de sedición y la rebaja del de malversación. Así las cosas y a modo de ejemplos para corroborarlo, Marlaska, juez y ministro, decía el 4-11-19 que “la amnistía no está reconocida en nuestro ordenamiento jurídico”; Carmen Calvo, hoy relegada a un segundo plano, añadía el 27-5-21 que “la amnistía no es planteable en un Estado Constitucional y Democrático porque eso sería suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado, que es el Poder Judicial”; el 23-6-21 añadía Juan Carlos Campo, hoy destinado en mejores ocupaciones, que “la amnistía no cabe, es el olvido, y aquí no hay olvido, hay perdón para construir un Estado mejor”; y para colmo, poco antes de que Salvador Illa asegurara el 24-7-23 (hace cuatro días) que “el PSOE no aceptará ni la amnistía ni la autodeterminación y no negociará con Puigdemont”, el propio Sánchez en persona remataba la cínica faena gubernamental diciendo el 20-7-23 que “el independentismo pide la amnistía, algo que este Gobierno no va a aceptar y que desde luego no entra en la legislación ni en la Constitución”….. sólo faltaban días para la celebración de los comicios y había que cosechar los máximos votos posibles en las urnas. Ya ven, visto lo visto, mentiras, una tras otra, para intentar ganar las elecciones, aunque Sánchez diga que él no miente (ni sus ministros tampoco) y que sólo se trata de “cambios de opinión”, pero lo cierto es que hoy, como el prófugo exige la amnistía, por parte de todos estos personajes, con Sánchez a la cabeza, “donde dije digo, digo Diego”, mientras la Vicepresidenta Díaz va a visitar al prófugo a su guarida y el Ejecutivo busca sea como sea justificar lo injustificable para aparentar que la amnistía sí es constitucional, contra todo lo dicho hasta el día antes del 23-J por los actuales dirigentes del PSOE, por miembros socialistas del Gobierno y por el mismísimo Presidente, loco por ver si al final consigue con la revisión de los votos nulos en Madrid un diputado más que no haga tan imprescindible y exigente al prófugo y poder con ello, al rebajarle el precio, disimular ante la ciudadanía lo de “estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”. Y mientras viejos dirigentes socialistas se van sumando a la crítica y por ello pasan a engrosar las filas del “fascismo” (todo el que critique a este gobierno progresista apoyado por la derecha más rancia y radical es un “fascista”), nadie explica qué ha pasado para que por arte de magia la amnistía sí sea ahora constitucional, cuando, que se sepa, la Constitución y la legalidad vigente no ha cambiado ni una coma respecto a cuándo todos ellos decían justo todo lo contrario.

            Mientras tanto Isabel Rodríguez, la ministra y portavoz del Gobierno, defiende tamaña incoherencia, agradeciendo a Felipe González (y al resto de antiguos dirigentes críticos socialistas, cada vez más numerosos) su trayectoria pero recordándole que “ahora hay otra generación” al frente del PSOE liderada por Pedro Sánchez, como si ello fuera un buen argumento para avalar esta subasta de liquidación de la democracia por lotes (indultos, sedición, malversación, amnistía, referéndum de autodeterminación….y lo que sea), cuando sus propios compañeros del Consejo de Ministros lo rechazaban por inconstitucional y, como tal, se lo vendían a los ciudadanos para rebañar votos. Dice un proverbio oriental que “cuando la sombra de los enanos veas crecer, es que se acerca el crepúsculo”… y cabe preguntarse ¿será esto lo que está sucediendo? No lo sé, pero me temo que nadie nos va a explicar esta indecente y peligrosa metamorfosis política para vender nuestra democracia por un plato de lentejas y obviamente ponerla, en el mejor de los casos, en grave riesgo, pues con esta deriva antidemocrática el atropello de nuestros derechos ciudadanos cada vez es más evidente. De momento, al préstamo de diputados socialistas y de Sumar para que Junts y ERC tengan un inmerecido grupo parlamentario propio en el Congreso, más la reforma exprés (todo es “exprés” para secuestrar el debate parlamentario) para que se utilicen en la Cámara todas las lenguas cooficiales, allana en parte la negociación con Junts, pretendiendo que ya en el debate de investidura de Feijóo se pueda usar el catalán, gallego, euskera o aranés (asunto de menor importancia pero que se venderá como un logro esencial del secesionismo arrancado al Gobierno), aunque el partido del prófugo quiere más e insiste en que la amnistía entre en vigor antes de votar a Sánchez, provocando que ya se esté buscando la vía rápida para aprobarla con el mínimo debate parlamentario posible, no vaya a ser que algún parlamentario entre en razón, le dé un ataque de democracia y se jorobe el invento, mientras la socialista Batet, la ex Presidenta del Congreso sustituida por Armengol a petición del secesionismo, anuncia que deja su escaño y la política. ¿Es todo esto y lo que queda el precio a pagar por ese maldito plato de lentejas, cada vez más caro?.

            Lo indecente, intolerable y cínico es que, aunque Sánchez y once de sus ministros rechazaron hasta ayer mismo la amnistía por ser inconstitucional, ahora Moncloa presione incluso para pactarla con Puigdemont, si puede ser incluso antes del 26-S, porque Sánchez quiere dinamitar la investidura de Feijóo mostrando en el debate que tiene votos suficientes para ser él investido, mientras el prófugo traslada a su entorno que el acuerdo ya está cerrado y que Díaz fue a verle en nombre del Presidente. Y así las cosas, el Supremo alerta del panorama “desolador” de la Justicia por el bloqueo y la judicatura se inquieta ante la perspectiva de una ley de amnistía ya que “la amnistía abre un irreparable boquete en el Estado de Derecho” y el Alto Tribunal advierte que “vulnera la igualdad entre los españoles” y “legitima el intento de secesión del 1-O” cuando las instituciones han de estar por encima de los “intereses” de los partidos….en definitiva, un Tribunal Supremo con “respiración asistida” que urge a renovar ya el CGPJ y su Presidente interino insta a PP y PSOE a aparcar “tribalismos” para rescatarlo de una “situación crítica”, mientras el Fiscal General (que, ya saben, según Sánchez está al servicio del Gobierno, que lo nombra, y no al del interés general del Estado) pide que la Fiscalía asuma la investigación penal en lugar de los jueces, mientras ve agotamiento en el independentismo violento y sostiene en plena negociación de la amnistía que la democracia “no es ni puede ser un sistema inmóvil” sino que “evoluciona” y “aprende”, pero, siendo cierto lo que dice, se olvida de advertir que, en todo caso, esa movilidad, evolución y aprendizaje debe hacerse siempre bajo el marco legal establecido, pues la violencia no siempre se ejerce con el garrote, sino que a veces es más peligrosa incluso cuando se ejerce desde las instituciones y al margen de la ley.

            En fin, las reacciones de tirios y troyanos contra este alarmante espectáculo que estamos soportando no dejan de aumentar, mientras Feijóo insta a Sánchez a una nueva reunión para buscar un “encaje territorial al problema catalán” sin amnistía e insiste en que España no está condenada a “decidir sobre el chantaje” de Puigdemont o “nuevas elecciones”, como si repetir los comicios fuera perverso; ya ven, otro que olvida que los secesionistas, como ya han reiterado, no quieren “encaje” alguno en España sino la independencia de sus territorios y conseguirla sea como sea. Obviamente Sánchez descarta la petición de Feijóo, mientras el PSOE diseña los detalles de la amnistía y admite contactos informales con Junts; mientras Feijóo avisa a Pumpido, el presidente del TC, de que puede “romper el Estado de Derecho”; mientras Moncloa calma a sus socios ante las voces críticas por la amnistía y ERC avisa al PSOE que “no den por descontados nuestros votos a Sánchez”; y mientras el Gobierno apunta a la Ley de Enjuiciamiento Criminal como resquicio indecente para amnistiar por esa vía el patético 1-O. Obviamente, como no podía ser de otra forma tras este giro copernicano de Sánchez, las críticas a la amnistía, internas o externas, agitan al PSOE pues “vamos a vivir días muy duros”, en tanto que Feijóo manifiesta que “Sánchez no puede negociar con la dignidad de España” y que “si hay ley de amnistía, habrá respuesta judicial, política y electoral”, añadiendo que “el PNV tiene que decidir si quiere ser uno más de los satélites del sanchismo”, añade “estoy encantado con que Ayuso o Moreno sean vistos como dirigentes con liderazgo nacional” y desvela que “antes de las elecciones desde ERC hicieron llegar varios mensajes para hablar con el PP”. Dicho queda; y dicho queda también lo expresado por Weber, el Presidente del Partido Popular Europeo, el más grande y antiguo del Europarlamento, manifestando que “Sánchez provoca inestabilidad en la UE por no pactar con Feijóo”, que “si quiere frenar a Vox, tiene que hacer ya presidente a Feijóo por responsabilidad con la UE”, que “en los países que respetan su Estado de Derecho la amnistía no es una herramienta, se ocupan los jueces” y remata añadiendo “mi opinión sobre Puigdemont es la que tenía antes Sánchez: debe ser juzgado”…..pero, ya ven, esto es lo normal en Europa, España es diferente.

            En cuanto a otros asuntos cabe citar que los despidos de trabajadores con contratos indefinidos alcanzan el 46% del total, tras veces más que antes de entrar en vigor la reforma laboral de Yolanda Díaz; que Jenni Hermoso denuncia a Rubiales ante Fiscalía por agresión y coacciones; que se hallan los cuerpos de los dos desaparecidos en Madrid por la Dana; que muere la cantante María Jiménez, símbolo feminista donde los haya; y que Arabia Saudí asalta Telefónica sin que el Gobierno español se entere y ahora examinará la operación al prestar la compañía “servicios fundamentales para la Defensa”. Y del exterior destacar que un terremoto devasta Marruecos dejando más de 2.000 muertos y aún más heridos; y que el G-20, reunido en Nueva Delhi, evita condenar explícitamente a Rusia, aunque exige el respeto de la integridad territorial de los países, mientras Putin siembra el terror atacando un mercado de una ciudad del este de Ucrania en plena hora punta y deja 17 civiles muertos y otros heridos.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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