Comienza hoy el debate
de una investidura fallida, en este caso la de Feijóo, en plena crispación por
la presunta “amnistía” que, según los propios socios de Sánchez, ya está
acordada a cambio de que finalmente el investido sea Sánchez tras el intento
frustrado del líder del PP, mientras el líder del PSOE no lo desmiente y se
limita a decir “buscaré votos hasta debajo de las piedras”, sin reparar en que
debajo de las piedras, si no se anda con cuidado, suele haber alacranes que te
pueden picar. Así las cosas, el PP moviliza a los ciudadanos en la calle con el
argumento de “vamos a liderar la revuelta de la España de la igualdad” y, al
efecto, reúne unas 60.000 personas en Madrid para responder a “los privilegios
a la carta independentista” mientras desde el PSOE de Sánchez le acusan de
alentar el transfuguismo, porque líderes populares como Gamarra o Moreno
Bonilla instan a los diputados socialistas, muchos de ellos contrarios a la
“cacicada” de Sánchez, a que apoyen la investidura de Feijóo o, al menos, se
abstengan para permitirla, mientras Moncloa ve “desesperación” en esos
llamamientos pero no considera desesperación alguna en suplicar a los
secesionistas que apoyen la investidura de Sánchez a cambio de lo que sea. La
realidad es que en vísperas de la frustrada investidura de Feijóo, ya que todo
el independentismo sea de izquierdas, derechas o mediopensionista ve a Sánchez
como más facilón para someterle a un chantaje irresponsable, el líder popular
reivindica su liderazgo interno al ser arropado en la manifestación madrileña
por miles y miles de personas contra la amnistía, cuando algunos ya consideran
que empieza a ejercer la oposición con un mayor tono de crispación y Sánchez
dice “se manifiestan contra un gobierno del PSOE, pero, lo siento, habrá otro”,
dando ya por hecho de que la amnistía, con el nombre que sea, ya está pactada,
tal como dice ERC y nadie lo desmiente. En tales circunstancias el PP toma la
calle contra la “indignidad” de la amnistía mostrando músculo territorial y unidad
en torno a Feijóo, arropado por sus trece presidentes autonómicos y los expresidentes
Aznar y Rajoy, contra los “privilegios para una élite” que Sánchez quiere
conceder y advirtiendo de más actos si se cede a Puigdemont pues “se
multiplicarán por diez cuando se consume”. Y es que el asunto de la amnistía
trasciende toda discrepancia ideológica pues va más allá de lo estrictamente
ideológico entre los demócratas ya que afecta directamente al acatamiento de la
Constitución, es decir, a la democracia y cuando esto lo pretende el mismísimo
Gobierno en funciones sólo cabe decir un no rotundo a la impunidad para
defender el constitucional principio de españoles “libres e iguales”, que Ayuso
manifiesta que su vulneración no se puede consentir “de ninguna manera” y
Feijóo añade “no voy a negociar los fraudes; defenderé la igualdad aunque me
cueste la presidencia” y desde la oposición se dispone a organizar su poder
institucional y a movilizar la calle ante semejante felonía, para atacar la
“indignidad” del PSOE por pretender amnistiar el procés. Por su parte Vicente
Guillarte, el presidente del CGPJ, advierte de que “la amnistía política que se
plantea es ajena al interés general”, mientras el Tribunal de Cuentas ya da por
perdidos hasta 10´3 millones de euros con la amnistía, y mientras Feijóo deja
bien claro que “Sánchez no está autorizado para negociar con la dignidad de los
españoles”, que sería un gran fracaso “político y personal no ir a la
investidura” y que por ello convoca “a quienes no acepten que haya una élite
que no se someta a la ley”, algo que cualquier demócrata, al margen de la
ideología que tenga, debiera defender por encima de cualquier otra
consideración ya que es la garantía de una convivencia en igualdad, paz y
libertad.
Entretanto Sánchez, obnubilado por
su afán personal de permanecer en el poder a costa de lo que sea, busca
“garantías” para una larga legislatura y atar unos presupuestos en su indecente
negociación con Junts y el prófugo Puigdemont, denunciando en la fiesta de la
rosa en Cataluña que los populares apelen a la “corrupción” del transfuguismo,
mientras desde Moncloa ordena a sus ministros que “mimen” al prófugo
imponiéndoles una mordaza para no interferir en las negociaciones, pero
confiando en colarle algún gol como a ERC, aunque al ex president fugado le
preocupa que los jueces descafeínen las concesiones que consiga de Sánchez,
cuyos vaivenes en Cataluña han ido nada menos que de la rebelión a la amnistía,
pasando por los indultos, la eliminación del delito de sedición y la rebaja del
delito de malversación….todo ello como consecuencia del interés personal del
Presidente peo no del interés general de todos los españoles. Y por si no fuera
poco el peligro para la democracia de negociar con semejantes apoyadores del
gobierno minoritario de coalición PP-Sumar, a la rebelión de Podemos contra
Yolanda Díaz, se suma también la de IU contra ella, pidiéndole que ceda poder
(ya ven, lo esencial es el poder por el poder), uniéndose así a los podemitas
de Pablo Iglesias, en la reclamación de compartir el control de la
macro-coalición electoral y de que Sumar sea sólo “un partido más” en ella
donde, como ven, hay más capitanes que soldados. Y por si no fueran pocos los
chantajes de los secesionistas para apoyar la investidura, Sumar quiere eliminar
el enaltecimiento del terrorismo del Código Penal y se estrena en el Congreso
con una iniciativa para suprimir también las injurias a la Corona (como ven
cada vez más leña al fuego), mientras expertos en la lucha antiterrorista
desmonta la entrevista de Évole al terrorista Ternera considerando que “miente,
es cínico y cae en contradicciones” pues no es creíble que “tras 50 años en la
banda” no sea “responsable de los asesinatos” cuando “ni se arrepiente ni lo
hará”, mientras Ternera justifica las matanzas de ETA en el Festival de San
Sebastián, diciendo cínicamente “soy una persona cualquiera, he cumplido el
mandamiento de no matarás” y añadiendo que el Estado actuó tarde para evitar
muertos como los de Hipercor.
Un Estado en grave riesgo diseñado
en nuestra Constitución, que desde las instituciones del mismo se socava
permanentemente desde que los totalitarismos secesionistas se blanquearon para satisfacer
egoísmos personales a costa de lo que sea, mientras Estrasburgo pregunta a
España si avala o no al Supremo en la causa del procés, pues el Tribunal de
Derechos Humanos examina los recursos de los líderes secesionistas…..y en buena
lógica, vista la trayectoria de Sánchez, lo que el Gobierno debiera contestar
en honor a la verdad es que depende del momento y de las circunstancias, no de
los hechos, pues el aval o rechazo a los recursos depende si ello favorece en
cada momento al Ejecutivo y no si se ajusta o no a la legalidad constitucional,
al interés general de los ciudadanos o al propio Estado de Derecho……ya ven
“estos son mis principios y, si no les gusta, tengo otros”. En todo caso, de
momento, Bruselas no ve riesgos de inestabilidad política en España, aunque el
Tribunal Supremo espera la dichosa Ley de amnistía, con el nombre que sea para
engañar a la gente, para activar una “reacción” en contra ya que los
magistrados defienden que “no es posible” encajar una propuesta que el Congreso
rechazó hace dos años…..sin duda los magistrados olvidan que con este gobierno
minoritario populista de coalición social-comunista y apoyado por todo tipo de
radicalismos anticonstitucionalistas, cabe todo, absolutamente todo.
Y en semejantes circunstancias de total
desencuentro entre PSOE y PP, se desarrolla en estos momentos contra viento y
marea un debate de investidura que, visto lo visto, será inviable (a Feijóo le
faltan cinco escaños para la mayoría absoluta en el Congreso y nadie está
dispuesto a abstenerse para que en segunda vuelta pueda gobernar como lista más
votada) y que, sin duda, nos traerá más incertidumbres que certezas respecto a
la gobernabilidad futura de nuestro país (a Sánchez, salvo que en secreto ya lo
tenga pactado como dice ERC, le faltan los votos de Junts salvo que a cambio el
PSOE y Sumar le concedan la amnistía al procés para salir del trance y la
promesa de que también se convocará un referéndum de autodeterminación en
Cataluña)…..como ven, un verdadero desastre para la gobernabilidad de España y
para su solidez democrática.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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