Finaliza
el Congreso del PP y, porque así lo han decidido los populares, Mariano Rajoy
es reelegido con el 95´6% de los votos, casi por unanimidad, en un cónclave en
el que apeló a la unidad y evitó el ruido sucesorio, siendo, en líneas
generales, la continuidad la nota más destacada, pues, como dice el Presidente,
“no se cambia lo que funciona” y, a la vista está, al PP le funciona lo que
tiene y como lo tiene. El indiscutido e indiscutible líder Rajoy, añade, entre
otras cosas, estar dispuesto a dar “todavía mucho más” y, con las renovaciones
pertinentes en su Comité de Dirección, sin ruido ni estridencias, confirma a su
núcleo duro y mantiene a Cospedal como Secretaria General, pese a las tímidas
críticas de algunos a la acumulación de cargos, aunque recorta sus poderes
reforzando a Maíllo como Coordinador General, quien sostiene: “mi convivencia
con Cospedal, no tiene por qué ir mal”. Así el nuevo “número 3”,
Martínez-Maíllo, servirá de contrapeso interno de la confirmada líder manchega
y, recuperada la figura de Coordinador General, controlará el día a día de la
organización del partido, que, en beneficio de la unidad sin fisuras destacables,
evita el debate ideológico y, de momento, entierra la carrera sucesoria. El indiscutido
Rajoy, ante el futuro del PP, opta por la unidad como factor clave de confianza
en el partido por parte de los ciudadanos, evita el lógico ruido sucesorio, opta
por la continuidad y hace un reparto de cuotas en la Ejecutiva, entrando en
ella peones de Santamaría y de Cifuentes, mientras salen del equipo Trillo y
García-Margallo, pero mantiene a Fernández Díaz. Sin duda alguna, un Rajoy
fortalecido, que insta a “recuperar las instituciones”, entre ellas las
“catalanas”, como primer mandamiento de este nuevo PP, y anuncia una “nueva
dinámica” frente al “disparate” secesionista, advirtiendo que hay que abrir los
ojos “a los engaños de buena fe”, que hay que “reconstruir la cohesión interna”
e implicar a ayuntamientos y empresarios, reclamando al PP impulso suficiente
para recuperar todo el centroderecha, fijando el objetivo de reconquistar el
poder autonómico y municipal en dos años. Y mientras el PP da por hecho que
Rajoy será el candidato en las próximas elecciones, el Presidente, fortalecido
por los acontecimientos y por el desenlace de este tranquilo Congreso, pide al
PSOE más responsabilidad de Gobierno y advierte a Puigdemont que “no
comercializará con la unidad de España”, asunto sin duda de vital importancia
de cara al futuro, no sólo de España, sino también de la UE, en la que no sólo
España tiene problemas territoriales y, abierto el melón catalán, podría pasar
cualquier cosa, más aún si, como es el caso, se pretende hacer por parte de los
totalitarios independentistas al margen de la legalidad vigente.
Y,
ante la obviedad de que “no se cambia lo que funciona”, que sostiene Rajoy, por
pura lógica se concluye que hay que cambiar lo que no funciona, que es lo que
ha hecho Podemos en su peculiar Congreso telemático celebrado en Vistalegre, no
lejos de donde simultáneamente se celebraba el del PP, llegando los podemitas
enzarzados en una guerra por el poder entre Iglesias y Errejón que venían
diciéndose públicamente todo tipo de improperios y descalificaciones, en medio
de la amenaza de Pablo de que, por pura lógica, si no le ganaba a su número dos
y a su supuesto proyecto táctico-estratégico, no sería el Secretario General,
asunto que, por cierto, Íñigo no ponía en cuestión. Y como la farsa de estos
dos enemigos íntimos, abrazándose y besándose públicamente mientras
públicamente se despellejaban y descalificaban (no tanto como los líderes
socialistas, eso es verdad), no funcionaba, a la vista está, en Vistalegre
deciden ocultar su pelea porque las bases les pedían unidad, mientras Iglesias
en la víspera despreciaba las llamadas a dicha unidad e ignoraba al
errejonismo, limitándose a defender a su equipo en Podemos, que, finalmente,
toma la vía radical y da todo el poder a Pablo Iglesias, dejando bien claro
quién es el “macho alfa” en Podemos de cara al futuro. En efecto, tras llegar
al Congreso como el rosario de la aurora, Pablo e Íñigo, venden el latiguillo
de la “unidad”, que reclaman las bases, mientras someten a votación telemática
los “documentos” y, obviamente, los liderazgos de uno u otro, con permiso de
Urbán y su partido Izquierda Anticapitalista, con lo que finalmente, como
resultado de la votación, Podemos toma la vía radical (si es que la que pierde
no es tan radical como la anterior) y da todo el poder a Pablo, quien como
nuevo Secretario General impone con holgura su modelo al de Errejón,
arrasándole en la votación para imponer su línea dura y se hace con el poder
absoluto de la organización, asentando su modelo de confrontación callejera
mientras los errejonistas temen lógicamente que las purgas los lleven a la
marginalidad, como sucede con Izquierda Anticapitalista que, obteniendo un 13%
de votos apenas cuenta con un 2% de representación en la nueva dirección del
partido. En todo caso, una vez aclarado quien es el “macho alfa” de Podemos y
el modelo prevalente en el futuro, que los socialistas califican de
pablismo-leninismo, Iglesias no escatima en abrazos y besos diciendo que el
mandato recibido es la unidad y la humildad, justo de lo que carece el partido
y él mismo respectivamente.
Por
su parte en el PSOE, único partido entre los mayores que todavía tiene
pendiente salir de su laberinto (Ciudadanos ya celebró también su Congreso),
mientras los candidatos a dirigirlo, López y Sánchez, siguen con sus
respectivas campañas de cara a junio, Susana Díaz, que todavía no ha hecho su
propuesta para convertirse en la tercera en liza, da por hecho que irá a
primarias y en una reunión el fin de semana en Madrid con alcaldes, dice “tengo
fuerza, ilusión y me encanta ganar”. Un aviso a navegantes sin lugar a dudas.
Y
mientras la UE alerta de que el déficit de España subirá este año al 3´5%,
aunque Bruselas elogia el crecimiento económico, pero detecta signos de
desaceleración e incertidumbre sobre las medidas fiscales, en EEUU son
detenidos cientos de sin papeles, desatando así los arrestos en seis estados el
pánico entre los inmigrantes, mientras la sociedad mejicana responde en las
calles a los ataques de Trump. Entretanto, mientras en Francia Fillón está a un
paso de ser imputado por el “Penelopegate”, para mayor regocijo de Le Pen y la
extrema derecha francesa, en Corea del Norte su carismático líder Kim Jong-un
lanza al Mar de Japón su primer misil de la “era Trump”. Las cosas, como ven, a
nivel internacional están que arden.
Por
lo que respecta al fútbol, el Real Madrid sufre y vence, 1-3, en Pamplona,
reforzando así su liderato y replicando a la goleada del Barça, 0-6, ante el
Alavés, mientras el Atlético de Madrid remonta en el Calderón ante el Celta,
3-2, y vuelve a zona de Champions en la tabla.
Jorge Cremades Sena
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