Sin
prisa, pero sin pausa, la Justicia va poniendo poco a poco a cada uno en el
sitio que le corresponde y tras las primeras sentencias del “caso Gürtel” y la
del “caso Noos” ha tocado liquidar el caso de las “tarjetas black” por el que
la Audiencia Nacional condena a prisión a Rato y a Blesa, como “primeros
beneficiarios” de las mismas, a penas de cuatro años y medio para el exministro
y seis para el expresidente de Caja Madrid. A Blesa por idear las tarjetas
opacas, y a Rato, su sucesor en la entidad bancaria, por perpetuarlas,
“consciente” del fraude y de que “perjudicaban claramente a la entidad”. Para
algunos un castigo ejemplar a la codicia contra los 65 acusados, también
condenados a penas menores de prisión, por participar de esta red de
“distracción de fondos”, montada al efecto, entre los que figura el exjefe de
la Casa del Rey, dirigentes socialistas, de la CEOE y de sindicatos,
sentenciados por “apropiación indebida” ya que los culpables “antepusieron sus
intereses personales a los sociales” y no actuaron con “lealtad”, dando un “uso
particular” a las tarjetas pese a que legalmente no podían, saldándose el
asunto ahora con penas de 121 años de cárcel en total; mientras tanto
Anticorrupción valorará el riesgo de fuga para pedir medidas contra Blesa, el
principal acusado ya condenado. Y todo esto en medio de una polémica mediática
sobre Urdangarín que, condenado igualmente por el “caso Nóos”, queda en
libertad sin fianza de momento y podrá vivir en Suiza ya que, contra la
propuesta del fiscal, la Sala, que no considera riesgo de fuga del condenado
(es obvio ya que tiene escoltas), sólo le impone una comparecencia mensual en
el juzgado, con lo que podrá esperar en Ginebra la decisión definitiva del
Supremo que habrá de emitir el fallo definitivo. Es lo que suele hacerse en
estos supuestos, por más que intereses políticos y mediáticos se dediquen a
tergiversar las cosas y digan que el exduque se va de rositas. Y, por si no
fuera suficiente, los relevos en la fiscalía avivan las denuncias de supuestas
presiones políticas, por lo que la oposición exige a Catalá que explique si
hubo “purga de fiscales”, mientras el fiscal saliente de Murcia acota las
“presiones” a “artículos insultantes” en la Prensa y Maza mantiene al 80% de los
nombramientos de Conde-Pumpido, en tanto que el Consejo Fiscal, que no ha
recibido una sola denuncia por “presiones” políticas, reprueba la “injerencia”
de Catalá, quien pide “contención” a los fiscales e insta a que las supuestas
presiones se denuncien.
Y
en medio de este enrarecido ambiente, que pone el punto de mira en la Justicia,
ya bastante vapuleada interesadamente por unos y otros, Juntos por el Sí
compara la nueva querella contra Forcadell con el 23-F, como si la aplicación
de la ley, que es de lo que se trata, fuera homologable con Tejero cuando son
ellos quienes, como el golpista, pretenden actuar saltándose la legalidad y la
Justicia a la torera. Así funciona este país. Y, entretanto, el juez del 3%
tiene pruebas de los pagos ilegales a Convergencia, siendo el tesorero de CDC
“la clave de bóveda” para facilitar la adjudicación de obras públicas, según el
magistrado; además un contratista implica por primera vez a Artur Mas ante el
juez por dicha trama del 3% al declarar en secreto en el juzgado que habló de
pagos de donaciones con el expresident y éste le derivó a Germá Gordó, quien
llegó a amedrentarle por no dar dinero suficiente a Convergencia y, por otro
lado, la Guardia Civil documenta el pago de seis comisiones al partido
nacionalista a través de su extesorero Andreu Viloca, quien, según el juez,
era, más que el responsable de las finanzas del partido, el “conseguidor” para
los empresarios, tal como se acredita de forma bien detallada “un total de seis
supuestos” tras examinar los documentos del “conseguidor”.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe destacar que el pederasta de Ciudad
Lineal es condenado a setenta años aunque, como máximo, cumplirá sólo veinte;
que Telefónica sube la pensión de Alierta hasta 54 millones y el sueldo en
medio millón; que Ciudadanos estudia llevar a los tribunales al presidente de
Murcia por incumplir la ley de transparencia como alternativa a la moción de
censura; que el TS avala que se pueda condenar a evasores con datos robados tal
como reza en una sentencia sobre el caso Falciani; que la Policía habla con 200
asesinos machistas para intentar “entender sus mentes”; que los rivales de
Pedro Sánchez critican que se presente como el único candidato de izquierdas; y
que el Gobierno, en cumplimiento de lo que exige la UE, aprueba la reforma que
acaba con el monopolio de la estiba y para ello pide ayuda al PSOE en su pulso
con los estibadores, quienes redoblan la huelga encubierta e imponen su ley en
los puertos como medida de presión para evitar la obligada liberalización del
sector (como el resto de trabajadores), mientras que Podemos, por boca de la
Anticapitalista Teresa Rodríguez, defiende que se mantengan los privilegios del
trabajo de la estiba (anacrónicos y desiguales frente al resto de trabajadores,
como sucedía con otros sectores como los pilotos de aviones) instando a que no
se convalide en el Parlamento el decreto de liberalización de estos sectores
laborales o monopolios privilegiados, pues, según la líder podemita andaluza
“tenemos que cuidar a los estibadores como si fueran un oso panda porque para
un colectivo que tiene unas condiciones laborales dignas, hay que
defenderlos”…. ¡ahí queda eso!.
Y
en política exterior el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, completa una
fructífera visita a España que realza el regreso del país al escenario político
y económico global, afirmando que “no se sale del populismo de un día para
otro”, que tiene “mucho que aprender de lo que España ha logrado en estos
veinte años, mientras celebra que su “muy exitosa” visita oficial haya
enderezado la relación entre “dos países complementarios” a los que les “irá
mucho mejor si encaran juntos el desafío del mundo”; en definitiva, respirando
una complicidad hispano-argentina que ha de servir para relanzar la relación
bilateral tras una década de tensión provocada por el populismo kirchnerista
que, entre otras cuestiones, ha provocado la ruina de Argentina y su descrédito
a nivel mundial, como suele suceder cuando los populismos demagógicos del signo
que sea arraigan en un país. Por su parte, y hablando de populismos, en EEUU
Donald Trump anuncia un plan de rearme que califica como “uno de los mayores
esfuerzos militares de la historia del país” y dice a sus seguidores en la
Conferencia Conservadora: “creo en la paz a través de la fuerza”, mientras veta
a The New York Times, a la CNN y a Politico de las ruedas de prensa… (sin
comentarios; ¡para qué!).
Jorge Cremades Sena
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