De entrada no sabemos bien
si Sánchez, nada menos que Presidente del Gobierno y Secretario General del
PSOE, habla de sí mismo cuando dice públicamente que en España “hay jueces
haciendo política y políticos haciendo justicia”, pero no dice quiénes son esos
jueces y esos políticos, con nombres y apellidos, que, al margen de la
ideología que tenga cada uno de ellos estén cometiendo algún delito, y en
especial el de prevaricación, cuando ejercen el cometido profesional que se les
ha encomendado, lo que simplemente habría de dilucidarse con una denuncia y no
sembrando sombras de dudas, máxime si quien hace semejantes declaraciones no es
un político cualquiera sino, como digo, Presidente del Gobierno y, por tanto,
Jefe del Poder Ejecutivo, que encima se atreve a añadir “yo defiendo la
honestidad y la inocencia de mi familia; hay jueces que no cumplen con la ley”.
El Presidente del Gobierno, que no dice quiénes son esos jueces que, según él,
incumplen la ley ni les lleva a los tribunales, remata tan irresponsables
declaraciones en TVE con un contundente “creo en la inocencia del Fiscal
General”, procesado y a las puertas de juicio oral, y añade que “es inocente”;
defendiendo así públicamente no solo ya la honestidad y la inocencia de su
hermano, su mujer y del Fiscal General, que, en todo caso, cuentan con la
presunción de inocencia aunque ésta habrá de solventarse en sede judicial, sino
que se permite incluso dictar sentencia absolutoria, cuando ello compete, en
este caso, al Tribunal Supremo, con lo que, al menos, sí podemos ya saber
quiénes son algunos de esos políticos a los que acusa de estar “haciendo
justicia”, él mismo al dictar sentencia, con lo que ya sólo faltaría que fuese
más concreto y nos dijese exactamente quienes son esos jueces a los que acusa
de estar “haciendo política”. En definitiva, si a lo anterior añadimos la
ristra de conocidos e insólitos empeños de Sánchez y su Gobierno por normalizar
la anormalidad política en España, estamos sin duda prostituyendo la
democracia, pues es insólita e intolerable la flagrante intromisión del Poder
Ejecutivo en el Poder Judicial, como es insólito e inaceptable que un Fiscal
General del Estado, cuyo cometido jerárquico es dirigir la persecución de delitos,
siga en activo y no dimita cuando está procesado y a las puertas de juicio oral
en el Tribunal Supremo….y es repudiable si el Presidente del Gobierno, en vez
de exigirle que dimita, se adelanta al veredicto del Supremo, le declara
“inocente” a priori y le apoya públicamente para que siga en su puesto.
¿Quiénes son esos políticos que hacen justicia?, blanco y en botella, leche;
los jueces que hacen política siguen en la lista secreta de Sánchez.
Así las cosas, se deduce que esos
jueces politizados son supuestamente los que están investigando y juzgando a
los familiares de Sánchez (esposa y hermano) y al Fiscal General, salvo que al
final sean declarados inocentes al no poder probar los supuestos delitos,
mientras Sánchez además niega que en el PSOE haya “corrupción estructural” y,
sobre Ábalos-Koldo-Cerdán y compañía (su núcleo duro, fundador del sanchismo e
investigado por corrupción) afirma que “no tenía ninguna información objetiva
de esos supuestos actos de corrupción”….. Es decir, que ni se enteraba de lo
que tenía alrededor; ni se enteraba él ni su gobierno, que al saltar los casos
a la palestra dijeron todos que eran inocentes, que se trataba de una caza de
brujas por parte de la ultraderecha (incluido el PP), basada en recortes de
prensa y mentiras, hasta llegar a caer del burro, según avanzan los hechos, y,
a falta de mejores argumentos, llegar a decir la Vicepresidenta Montero (además
de candidata socialista en las autonómicas andaluzas) sobre Cerdán (secretario
todopoderoso de Organización, tras sustituir a Ábalos) que “es una persona que
no tiene que ver con el PSOE” (sin más comentarios). Y, para seguir
normalizando la anormalidad, Sánchez, aunque por fin añade que este año sí va a
presentar los Presupuestos Generales (corrigiendo la anormalidad de no haberlos
presentado en los dos años anteriores como le exige la Constitución) añade que
si no se los aprobara el Congreso da igual pues seguiría gobernando un año más
sin Presupuestos, cuando él, desde la oposición, exigía en 2018 a Rajoy que
presentara las cuentas, con un rotundo “o presupuestos o elecciones” y, en todo
caso, someterse a “una cuestión de confianza”….¡cómo hemos cambiado!, con
Sánchez, ni presupuestos, ni elecciones, ni cuestión de confianza!.... es más,
según él, piensa seguir gobernando “con o sin el apoyo del Parlamento”. Ya ven,
si este es el concepto y la importancia que da al Poder Legislativo, nada
extraña el concepto que tiene del Judicial al que denigra y pisotea. No en vano
el Tribunal Supremo se planta y la carrera judicial está en pie de guerra por
la ofensiva de Sánchez contra ellos, y mientras se quejan de que “quieren una
justicia sanchista”, Moncloa opta por despreciar la polémica reafirmándose en
que “no se puede hablar, son dioses”, mientras el juez Peinado pide a Moncloa
todos los correos de Begoña desde 2018.
Normalizando la anormalidad cuando el
Fiscal General del Estado, García Ortiz, se dispone a abrir el curso judicial
en que será juzgado por el TS por supuesta revelación de secretos y, pese a la
indignación de sus colegas, mantiene su intención de ir al gran acto judicial
anual presidido por el Rey. Un acto al que Feijóo decide no asistir para “no
dar normalidad” al fiscal general y argumenta que ya tenía confirmada su
presencia a otro acto con Ayuso el mismo día, generando con ello otro debate ya
que algunos consideran la ausencia del líder del PP como una descortesía al
Jefe de Estado y otros opinan que García Ortiz se parapeta detrás del Rey,
mientras los magistrados del TS, pese a su enorme malestar con el Fiscal
General, declinan responder a su presencia por respeto a Felipe VI, que
presidirá el acto. No obstante el sector conservador del CGPJ baraja reaccionar
a estos inéditos hechos en el acto de apertura del año judicial, aunque los
magistrados no quieren dar motivos para ser recusados, mientras los jueces, muy
molestos por los inéditos ataques de Sánchez sostienen “no vamos a ponernos a
su nivel; seguiremos con nuestro trabajo”.
Y hablando de normalizar la
anormalidad hasta podríamos ponerle la guinda a Salvador Illa, el fiel escudero
de Sánchez y a la sazón President de la Generalitat de Catalunya, y a
Puigdemont, ex president y fugado de la justicia española, pues ambos acaban de
protagonizar el esperpento de que un president autonómico vaya a visitar al extranjero
a un prófugo de la Justicia, según parece para preparar un encuentro del fugado
con el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que prometió por activa, pasiva
y perifrástica que cuando gobernara España traería al prófugo para ponerlo ante
los tribunales, que es la normalidad en estos casos, en vez de no sólo no
hacerlo sino además pactar con él el apoyo de sus siete diputados a cambio de
hacerle concesiones inimaginables que, en no pocos casos, ni depende de él su
cumplimiento. En efecto, Illa, a imagen y semejanza de su Jefe Sánchez, contra
lo que ha venido sosteniendo dice que “ahora toca” un encuentro con el fugado y
tras preparar su amnistía política con Sánchez en La Mareta pide cita a
Puigdemont, tras verlo Zapatero (otro que tal baila) en Suiza y decirle que
habían hecho todo lo posible para amnistiarle (como se ha hecho con otros
dirigentes secesionistas condenados por el Supremo) y tranquilizarle por el
caso de corrupción de Cerdán, el anterior interlocutor de Sánchez con el
prófugo. Y en efecto, Illa lo recibe en la sede de la Generalitat en Bruselas,
sin banderas a petición del fugado para que la española no aparezca en ningún
sitio, a pesar de seguir huido de España; un anormal e inédito encuentro con el
mayor secretismo posible y sin posterior comunicación sobre lo hablado o
tratado con el que Illa rompe el aislamiento institucional del prófugo para que
Cataluña “avance” en el que se le ofrece más peso si Junts da apoyo al Gobierno
en Madrid. En estos términos de normalizar lo anormal estamos: Illa ofrece a
Sánchez la foto que allana el voto de Junts, Puigdemont exhibe su poder sobre
el PSOE y afea a Illa en la cita que no hay amnistía total, el Gobierno ya
asume que habrá reunión de Sánchez (lo que ya sería el colmo) seguramente en
primavera ya que el PSOE calcula que para entonces la amnistía del líder de
Junts, que acusa al Gobierno de usar el TC para acelerar o ralentizar fallos a
su conveniencia, ya estará resuelta.
Como ven, Moncloa trabaja en un plan
para ganar tiempo como sea y beneficiar a Vox, que está en alza en las
encuestas, frente al PP, mientras se difunde que Sánchez pensó dimitir cuando
conoció los “repugnantes” casos de Ábalos, Koldo y Cerdán, pero no dimitió, y
el Presidente ahora ataca a algunos jueces sin decir quiénes son ni
denunciarlos, descalifica las acusaciones contra su hermano y su mujer, no
convoca elecciones aunque le tumben los Presupuestos con el pintoresco argumento
de que “la parálisis sería meter al país en un proceso electoral”. Ya ven, ahora
sabemos que en democracia hay una parálisis si se convocan elecciones…..¡pues
nada, que no se convoquen más elecciones para que todo funcione!. Y entretanto
María Jesús Montero lanza la quita de deuda a las CCAA sin haberlo pactado con
ellas y sin pasar por la Airef, mientras las agencias critican su “riesgo moral”
y las CCAA del PP, pero también otras del PSOE, rechazan la medida, surgida como
consecuencia del acuerdo PSOE-ERC para investir a Sánchez, ya que lo urgente es
una reforma sobre la financiación de las autonomías, en vez de la “trampa” de
generalizar la quita para todos los que la quieran y así intentar paliar el
rechazo a la inicial quita acordada con ERC exclusivamente para la Generalitat.
Con ello Gobierno y PP echan un pulso, uno más, por la quita de 83.000 millones
que no se condonan sino que tendremos que pagar ahora todos los españoles, con
lo que de alguna forma se beneficia a aquellas CCAA que fueron más proclives a
excederse en el gasto, con Cataluña a la cabeza, y se perjudica a aquellas
otras que fueron más estrictas en el gasto, generando un mal precedente de cara
al futuro. Los populares garantizan que ningún barón va a acogerse a semejante
trampa mientras desde el Gobierno sostienen que es absurdo que haya CCAA que no
se acojan a la medida que habrá de aprobarse en el Congreso.
Por otro lado cabe citar que la
reducción de jornada llega también al Congreso sin los apoyos asegurados,
mientras el verano cierra con 200.000 empleos menos en su peor agosto desde
2019; que la jueza de la dana denuncia “una campaña difamatoria de un machismo
atroz” de dos altos cargos de Mazón que están siendo investigados; que tras la
violación a una menor se desata una tensión vecinal en el madrileño barrio de
Hortaleza junto a un centro de acogida; que el precio de la vivienda sube ya en
España el doble que la media de la UE y roza máximos; y que los sueldos máximos
de los fichajes estrella en RTVE van de los 265.290 euros anuales de Pepa Bueno
a los 180.000 de David Cantero.
Y del exterior…. mejor ni hablamos;
entre la gresca de Trump con Maduro y la exhibición de fuerza militar de China,
apoyada por sus aliados rusos y norcoreanos, pasando por el genocidio en Gaza y
la invasión de Ucrania, nos daría escalofrío, mientras Xi Jinping afirma que “la
humanidad vuelve a enfrentarse a la disyuntiva de la paz o la guerra” en el 80º
aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Jorge Cremades Sena
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