lunes, 12 de septiembre de 2016

EL TOTALITARIO PUIGDEMONT



                        Si cualquier funcionario, cargo público civil o militar o alta jerarquía del Estado, usando de los privilegios otorgados, se pusiera al frente de quienes, saltándose la legalidad vigente, pretenden atentar contra los cimientos constitucionales más esenciales en vez de intentar oponerse a ellos para hacerles desistir de sus antidemocráticas intenciones, si eso hiciera, no cabe duda que cualquier demócrata le consideraría un totalitario indecente merecedor de las mayores sanciones por atentar gravemente contra el Estado al que sirve o representa. Pues bien, como es lo que, junto a otros altos cargos de la Generalitat, alcaldes y ediles de diversos pueblos catalanes, ha hecho Puigdemont, poniéndose a la cabeza de las manifestaciones soberanistas con motivo de la Diada, bien merece el calificativo de totalitario sin lugar a dudas. Y tiene además la cara dura de acusar al Estado de haber “desconectado” de Cataluña simplemente porque no se somete a sus totalitarios objetivos, en una Diada bastante dividida internamente por los independentistas, la menos concurrida de los últimos años aunque masiva como era de esperar (la propia Guardia Urbana cifra en 815.000 los asistentes, medio millón menos que el año anterior), una Diada que algunos califican “made in Taiwan” al hacer los bazares su septiembre propagandístico a costa del colorido “merchandising” independentista, tras la que el secesionismo acelera su plan, anunciando Puigdemont su farsa, tras perder definitivamente su neutralidad, de que planteará este mes al Gobierno un referéndum para Cataluña y elecciones “constituyentes” en 2017 al darse un baño de multitudes y amenazando de que si no se le concede el ilegal referéndum pactado por parte del Gobierno y no se deja votar a los catalanes (como si los catalanes no votarán al igual que vota el resto de españoles) el bloqueo político a España seguirá; por su parte Colau, colocada asimismo en el protagonismo de la Diada, evitaba posar junto a los soberanistas, en tanto que la marcha de la CUP, compañeros de viaje extremos de los anteriores, acababan con quema de banderas españolas, francesas y de la UE, con la quema de fotos de Felipe VI y con gritos de “vamos a cortarle la cabeza al Rey”. Y el totalitario president Puigdemont alineado con semejantes excesos antidemocráticos en vez de intentar zanjarlos rotundamente y pidiéndole al Gobierno de España que se haga cómplice de su golpe de estado civil para despojar a los españoles de nuestra soberanía nacional negándonos, entre ellos a mí, de nuestro derecho contitucional a votar sobre el futuro de España, incluida obviamente Cataluña.
            Y en medio de este degradado ambiente democrático, según Metroscopia, una gran mayoría de españoles no quiere terceras elecciones (esta es otra cuestión no de menor importancia) y se sienten “decepcionados y engañados” con la situación de ingobernabilidad, aumentando la abstención que perjudicaría especialmente a PSOE y Ciudadanos en caso de tener que ir de nuevo a votar. Y, según GAD3, sólo 4 de cada 10 votantes del PSOE aprueban el bloqueo de Sánchez, aunque otros consideran que suben los partidarios del “no” a Rajoy (para gustos, colores), pues si votamos de nuevo el PP volvería a ganar y obtendría 142 escaños, PSOE 81, Unidos Podemos 70 y Ciudadanos 30, con lo que de nuevo podría darse el caso de que Rajoy volviera a poner más distancia con los perdedores, aunque ya sólo le faltaría cuatro escaños con la suma de Ciudadanos para conseguir la mayoría absoluta y poner un poco más difícil a Sánchez no dejarle gobernar. Aunque el caso Soria evidencia una cierta erosión del Gobierno (Rajoy le pidió la renuncia tras el fuerte rechazo de los barones y del partido, que admite el “desgaste brutal” por la interinidad y asume que debe gobernar con humildad, Rajoy se reivindica en el PP colocándose en primera línea para acallar a quienes le consideran un líder “desgastado” y dará 25 mítines en las autonómicas gallegas y vascas en tanto que traslada a su núcleo duro que será presidente aunque sea tras unas terceras elecciones, mientras Núñez Feijoo sostiene: “no tenemos ninguna razón para cambiar de candidato; Rajoy ganó con ocho millones de votos”. Pues eso, si en unas terceras elecciones saca más ventaja aún…. blanco y en botella, leche, sin duda.
            En cuanto a otros asuntos cabe citar que la Vicepresidenta de Castilla-León, la popular Rosa Valdeón, dimite tras triplicar la tasa de alcoholemia; que el Estado perderá al menos 26.300 millones del rescate bancario, superando el agujero los recortes ejecutados en Educación y Sanidad; que mails como “en Bankia la gestión es pan para hoy y hambre para mañana” fueron ignorados por el Banco de España a pesar de que la Inspección del regulador avisó meses antes de la salida a Bolsa de la “muy débil” situación de la entidad; y que Zapata, el concejal podemita de Madrid famoso por sus indecentes escritos en las redes sociales, pide al juez no sentarse en el banquillo para evitar la “pena del telediario”… ¡menudo pájaro!.
            Y en el exterior, mientras el escepticismo domina el pacto para frenar la guerra en Siria y la UE aplaude que EEUU y Rusia logren el alto el fuego sirio y ataquen juntos al IS, marcando el camino hacia la paz tras semanas de desencuentros para aunar esfuerzos contra el yihadismo, Obama apela a la unidad en el aniversario del 11-S y defiende que la diversidad es la esencia de su país, instando así a la “unidad” y a la vez defendiendo la “diversidad” en dicho aniversario… ¡qué pena que el totalitario Puigdemont no tome ejemplo!.
            En cuanto se refiere a los deportes, mientras en ciclismo el colombiano Nairo Quintana se pasea de rojo por Madrid al triunfar en la Vuelta, en futbol el Barça cae en el Nou Camp ante el Alavés por 1-2, mientras el Rdal Madrid se convierte en líder en solitario tras golear al Osasuna por 5-2.
Jorge Cremades Sena

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