viernes, 17 de abril de 2015

RATO, DETENIDO

                        Es la noticia, sin lugar a dudas. Rodrigo Rato, estandarte del Gobierno de Aznar de las cosas bien hechas e icono del PP como ejemplo de eficiencia, ha sido detenido, mientras la policía registra durante horas su domicilio y su despacho. Tras denunciarle Hacienda, el ex vicepresidente del Gobierno y mandamás del FMI, es detenido por corrupción (el pan nuestro de cada día en España), acusado de fraude fiscal, blanqueo, tráfico de divisas (una minucia de 12 millones) y alzamiento de bienes para evitar un embargo por su responsabilidad en el “caso Bankia”, por lo que el juez ordena detenerlo tras detectar movimientos de capital en el extranjero, en tanto que el fiscal le acusa de los delitos citados. Aunque Rato lo desmiente, supuestamente, creó sociedades en EEUU, Holanda, Reino Unido, Gibraltar, República Dominicana y Suazilandia a nombre de su ex mujer, tres hijos, su hermana y una sobrina, mientras el PP teme que la detención le destroce su campaña electoral y el Gobierno popular dice que el arresto “demuestra que la ley es igual para todos”, en tanto que rumores interesados apuntan a venganzas internas contra el aznarismo, a comparaciones odiosas con el diferente trato a los Pujol y hasta con la osadía del policía que, como suele ser costumbre en estos casos, pone su mano en la nuca del detenido para ayudarle a entrar en el coche policial. En fin, versiones para todos los gustos, cuando todos debiéramos congratularnos de que, al margen de especulaciones, los presuntos delincuentes, ya sean chorizos comunes o de cantimpalo, afronten ante la Justicia las chorizadas que hayan cometido y que finalmente paguen por ellas lo que esté estipulado. Rato, tras las horas que ha durado el registro, ha sido puesto en libertad con sus cuentas bloqueadas, a la espera de que el proceso de investigación judicial siga su curso. La noticia, que ha trascendido obviamente el ámbito nacional, está siendo utilizada interesadamente por tirios y troyanos, no sólo en España sino en otros lugares del mundo, que es lo normal en estos casos de ángeles caídos con los pies de barro. Y, siguiendo con el PP, el juez Ruz cree que la financiación ilegal del partido comenzó en los años de Aznar (más motivos para las especulaciones sobre el antiaznarismo en el PP actual) y atribuye al ex tesorero Lapuerta nada menos que 15 años de control de la Caja B.
            Tampoco andan cristalinas las aguas en el PSOE, pues, mientras Susana Díaz aplica el rodillo y deja al PP con la misma representación que IU en la mesa de la cámara legislativa de Andalucía (cuando lo normal es un reparto proporcionado a la representación obtenida en las urnas), prosiguen las pintorescas declaraciones de sus ilustres compañeros ante el Supremo por el “gran fraude” de los ERE, tocándole el turno a Zarrías, quien se quita de en medio y orienta las responsabilidades hacia la Consejería de Hacienda, que estaba en manos de Griñán, y cargando contra el interventor para eludir sus propias responsabilidades, ya que como ex consejero de Presidencia de la Junta, según dice, presidía “consejillos” pero no decidía sobre el asunto. En fin, otro más que, como Chaves y Griñán, después de años y años de ostentar altas responsabilidades políticas en la Junta de Andalucía, simplemente pasaba por allí y no se enteró de nada. Ni siquiera de la pasta que, entre otros, tenía otro de sus compañeros relevantes o mandamases, de cuyo nombre no quiero acordarme, cuando su madre presumía descaradamente de que su hijo tenía billetes “pa asar una vaca”.
            Y mientras en Reino Unido el nacionalismo escocés será decisivo en las próximas legislativas (vamos, algo así como lo que sucede en España) y en Grecia se produce una desbandada de inversiones ante el riesgo de impago (es lo habitual con gobiernos demagógicos que ignoran la realidad), una noticia insólita sorprende al mundo entero: Italia detiene a 15 africanos musulmanes por tirar por la borda a 12 cristianos. Cuando estamos en vilo por la tragedia que viven miles y miles de africanos jugándose la vida al atravesar en patera el Mediterráneo para llegar a Europa, que consideran un paraíso, en una de ellas encuentran el infierno gracias a sus propios compañeros de travesía. Incomprensiblemente la guerra religiosa de los intransigentes no da tregua ni siquiera cuando los contrincantes se están jugando la vida, lo que, por el bien de todos, requeriría, por mero instinto de supervivencia, la solidaridad más absoluta por encima de cualquier tipo de discrepancia o, como mínimo, la misma que pretenden a su llegada a tierras europeas. La atroz conducta de semejantes inmigrantes musulmanes, arrojando por la borda de la patera a sus compañeros inmigrantes católicos, no debe empañar, para nada, el concepto sobre la conducta de los miles y miles inmigrantes que de buena fe y por necesidad se juegan la vida para tener un futuro mejor, ya sean musulmanes, católicos o ateos, aunque también debe servirnos para estar en alerta ya que, como ven, no todo el monte es orégano.

                                                Jorge Cremades Sena

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